miércoles, 20 de junio de 2012

PERFIL DEL PRESIDENTE





ELEGIR CON CRITERIO EL PERFIL DEL PRÓXIMO PRESIDENTE

Luz María Sánchez Rovirosa


Recobremos la historia, y miremos hacia el cambio social y el cambio político. Sí han sido cambios reales y profundos, graduales, lentos, y a veces difíciles de observar, sobre todo para miradas superficiales y frías. Pero ¿En qué lugares del país han sucedido?

En el diario escuchar y leer los criterios (vendidos y no), las polémicas, las perspectivas, las indirectas, infamias, calumnias de la guerra sucia; las virulentas encuestas vendidas al mejor postor (sólo hay que preguntar quiénes pagan los millones para que se mueva semejante estructura), que generan puntajes bárbaros sin que nada relevante suceda para ello; pero sobre todo la intensidad de la gente de lo que ya es un hecho: las próximas elecciones, sobre todo para la silla grande, en la recta final, hay que reflexionar profundamente para elegir con criterio, pensando primero en México, y después en el nombre y partido de nuestra preferencia, y discernir si es la o el indicado para gobernar un tortuoso país como México.
La reflexión crítica sobre la ética del hombre político exige, para afrontarla correctamente, un riguroso análisis de la situación actual, y a la vez la elaboración de un cuadro teórico preciso, capaz de interpretar dinámicamente la relación entre moral y política, en el contexto de la actual complejidad social.
En el ya breve camino hacia el compromiso político y social de las próximas elecciones, aún tenemos tiempo de reflexionar cuestiones tan importantes como el sufragio efectivo, la defensa del voto, y la honesta realización del proceso electoral, con más sentido común y con menos pasión.
Por ejemplo, leyendo recientemente las novedades, me quedo pasmada por las declaraciones de Jorge Castañeda (un izquierdista renegado), que dicen que Peña Nieto no es un peligro para México y que no hay que tener miedo de votar por él, ya que sería el primer presidente priista en la historia de México electo por sufragio y no por imposición de su antecesor. La pregunta ya viene: ¿Tendríamos que ser analistas tan destacados como él, para darnos cuenta que tipo de primera imposición tiene el candidato de Televisa?
Antier se llevó a cabo el debate #YoSoy132, primero en su género en la historia de México. Y primer debate (efectivamente no obligatorio) al cual no acudió uno de los candidatos en campaña, por lo cual uno de los cuatro sillones se quedó vacío.
Al respecto el coordinador de la campaña de Peña Nieto Luis Videgaray, señaló que el candidato priísta hizo uso de su libertad política para decidir no asistir, ya que el movimiento organizador, se ha pronunciado “explícitamente en contra de la candidatura del priísta”
Videgaray recalcó en su intención de suavizar, que se vio cómo un grupo de jóvenes, realizaron un gran esfuerzo al organizar este ejercicio democrático, es decir, hicieron uso de su libertad, misma que usan los candidatos para asistir o no asistir, porque también, señaló, es un ejercicio de libertad.
La pregunta obligada sería: si Enrique Peña Nieto ganara las elecciones (según predicciones, según encuestas), el ya muy próximo uno de julio ¿Para que sí y para que no haría uso de su libertad política en favor del México, lo haría igual que usó la fuerza pública del Estado en Atenco?
La responsabilidad política y la democracia, deben pensarse en un sentido más amplio, más allá de la formalidad del actual uso que se le da en las cuestiones electorales; es decir, algo que entiendan los gobernantes y gobernados como forma de vida.
Tal como lo enuncia el artículo 3º de la Constitución Mexicana: “Democrático, considerando la democracia no solamente como una estructura jurídica y un régimen político, sino como un sistema de vida fundado con el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo” (Fracc. II, a).
En resumen, la democracia supone la igualdad de oportunidades e involucra cuestiones fundamentales en la vida de todo ser humano sin excepción. No sólo para los ciudadanos que convenzan, endulcen o adulen al gobernante, -según criterios de su libertad política-.
En este momento histórico de nuestro país, donde existe una gran inestabilidad en las fuerzas económicas, necesitamos un cambio, pero un verdadero cambio, no se trata solamente de una elección formal que nos -cuesta mucho esfuerzo y mucho dinero-, sino de escoger a una mujer o a un hombre idóneo (a), que en primer lugar, no se vaya a embolsar el dinero que nos hace falta y que no vaya a sacrificar la educación de los niños y de los jóvenes para crear más tarde, seres manipulables y dóciles a las imposiciones y a las dictaduras; pero sobre todo que ocupe la silla para todos. A su servidora no le gustaría un presidente que a su conveniencia unas veces se sentara y otras dejara la silla vacía.

Para este duro periodo de elecciones, que ya prácticamente tenemos encima, hay que meditar para elegir con criterio lo que más nos convenga a todos como comunidad; ya que cada uno de nosotros somos los responsables de nuestro progreso, de nuestro desarrollo y de nuestro crecimiento interior. Para elegir con criterio el perfil del próximo presidente, es necesario sacudirse el egoísmo y el conformismo, no importa si es frío o caliente, lo fundamental es hacer a un lado la actitud mediocre de los tibios.

Pero hoy, el mejor consejo para las próximas elecciones que ubica el perfecto perfil del próximo presidente, pero que además encierra una gran verdad, dice: “En las próximas elecciones vote por el candidato que menos prometa, de esta forma se decepcionará menos cuando no le cumpla” Y para muestra México ha tenido un millón de botones. Todavía estamos a tiempo ¡Vale la pena reflexionarlo!

Acapulco, 20 de junio de 2012.



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