miércoles, 28 de agosto de 2013

¿REFORMA EDUCATIVA CON ESOS LIBROS DE TEXTO?



 
 
 
 
 
¿REFORMA EDUCATIVA CON ESOS LIBROS DE TEXTO?

Luz María Sánchez Rovirosa

“Si sabes ser niño sin dejar de ser maestro, si como sabes preguntar sabes responder, si en lugar de hablar siempre sabes escuchar, si tus alumnos anhelan parecerse a ti…Entonces tú eres un maestro” Gabriela Mistral (extracto)

Es maestro el que conquista con su saber, con su sensatez, con su compromiso, ellos son la estrategia, son la llave que abre la imaginación, el puente que comunica con el saber. Los buenos maestros desde las aulas convocan al cambio con sus actos y actitudes. Los maestros son mucho más que las personas con un mísero salario. Los buenos maestros buscan integrar al mundo a sus estudiantes, ellos, los que creen en su tarea, se convierten en gestores del cambio, aun cuando muchos los hagan responsables de las fracasadas políticas educativas.

-Los verdaderos maestros- no lo saben todo pero comparten lo que aprendieron y también aprenden de sus alumnos; antes de hablar escuchan, antes de reprender solucionan. Son democráticos, saben que las mayorías sólo son legítimas cuando dejan expresarse a las minorías. Ellos se desprenden de sus creencias para respetar la de todos, son neutrales y dan espacio para el debate. -Los verdaderos maestros- repiten a sus alumnos las enseñanzas de sus viejos mentores y evitan las mentiras que otros profesores les enseñaron.

-Los verdaderos maestros-, son aquellos que sus alumnos no van a la escuela por una asistencia o por un crédito, ellos tienen en sus aulas personas antes que alumnos, seres humanos antes que matrículas, identidades antes que datos estadísticos.

Ser maestro tiene su claroscuro, y en la vida, casi todo, por no decir todo tiene su lado bueno y su lado malo. Es muy difícil y delicada la postura que tienen hoy los maestros que se están manifestando y continúan en paro y mucho más difícil, pero valiente la forma de llevarlo a cabo. En este caso, sí se debe tener una postura realista que atienda y rectifique lo malo y valore sin fantasías lo bueno, y ellos, los maestros (y también las autoridades), saben muy bien distinguir la diferencia.

Desde fuera, con óptica ciudadana e imparcial, al hablar del lado oscuro, podemos ver a los maestros sepultados en su bajo salario y más a fondo todo lo que ese salario significa, es decir, el poco reconocimiento que hacia ellos se tiene y que los acompaña como una mala sombra. En el lado oscuro también están los escasos recursos con los que cuentan para realizar su tarea, fuera de los libros de texto (hoy llenos de faltas de ortografía y graves errores gramaticales, que el Secretario de Educación Emilio Chuayffet Chemor, permitió que se repartieran, sin justificación alguna), sólo les queda la imaginación y la voluntad; pero sobre todo, la poca atención que a las autoridades les merecen, si no es por medio del sindicato.

De todos es sabido que dentro del mundo del magisterio, impera la corrupción con reglas del juego que en nada los favorecen (individualmente) a ellos, pero que tienen que aceptar a través del sindicato, a base de manipulación (votos corporativos) y muchas veces abusos. Ahora aunemos a todo esto la pobreza, la precariedad de los alumnos, que desnutridos tienen serios problemas de atención y por lo mismo de aprendizaje (la mayoría), que son víctimas de la violencia intrafamiliar, del abandono, de la ignorancia de los padres, de los abusos (de toda índole), etc.

-Los verdaderos maestros- en el pasado, ejercieron sólo con un gis, una pizarra y un –salón de clases- desvencijado desde una escuela pública en la que se soñaba con una nación de integración, de desarrollo, con deseos de superación, con respeto y con cariño.

El maestro de hoy, tiene que saberse artífice del cambio o ser un cómplice importante del letargo en que vivimos. Los alumnos, también de hoy son niños y jóvenes que ven mutiladas sus expectativas en un país que se debate en la guerra, en la violencia, en la ambición, en la corrupción, en la prepotencia, en el egoísmo, y en la eterna indiferencia; en las promesas políticas que nunca (o casi nunca) se cumplen. Para las autoridades, para los gobiernos, es difícil reconocer la escuela pública o privada, como el espacio institucional y digno que México requiere.

El problema magisterial que tiene sumergido al país en una vorágine, viene de la confusión de las autoridades al permitir que los maestros y los sindicatos sean tratados como dos situaciones completamente ajenas. Los maestros luchan contra una política de medios que los despedazan, que los juzga por los resultados estándares, en un país en donde en las escuelas priva la desigualdad y la injusticia.

Para aceptar la Reforma Educativa en plenitud, hay que aceptar primero que México requiere maestros de primera (existen muchos), con escuelas de primera (demasiado pocas), con salarios de primera (no existen). México necesita una Reforma de primera, con verdaderos recursos presupuestales y no limosnas para la docencia, y dejar de lado el eterno pleonasmo -educación de calidad-; porque hablar de educación, es hablar de calidad, y usar el término correcto que es -calidad educativa- o -calidad en los procesos que llevan a la educación-.

Si queremos que México cambie es prioridad recobrar la confianza en nosotros mismos como personas y como sociedad, en nuestros compatriotas, en la policía, en el ejército, en los maestros, en los ministros de culto y por supuesto en nuestras autoridades. Recobrar la confianza en el presente para caminar hacia el futuro con justicia, igualdad, oportunidad y demás necesidades sociales del bien común, para que dejen de ser utopías y se conviertan en una realidad donde aprendamos a llamar bien al bien y mal al mal. Quizá más que -indignación social- (por las protestas del magisterio), la tensa situación que se vive, -es un pecado social- que nos llama a corregir el rumbo rápidamente, porque vamos en sentido contrario. ¡Vale la pena reflexionarlo! 

miércoles, 21 de agosto de 2013

¿ESTÁ ORGANIZADO EL CRIMEN Y DESORGANIZADA LA SOCIEDAD?



 
¿ESTÁ ORGANIZADO EL CRIMEN Y DESORGANIZADA LA SOCIEDAD?

 

Luz María Sánchez Rovirosa

 “Algunas veces vivimos nuestras vidas encadenados, sin saber que nosotros tenemos las llaves” The Eagles.

La organización es un sistema diseñado para lograr metas y objetivos por medio de recursos humanos, o de la gestión de su talento. La organización está compuesta por subsistemas interrelacionados que cumplen funciones determinadas y especializadas.

Una breve descripción de organización, para introducirnos a la aparición del crimen (hoy organizado), que ha venido cambiando en la medida que el mundo ha evolucionado. Desde la antigüedad el crimen, ha sido contemplado como parte de la sociedad y considerado irremediable; porque una sociedad exenta de delincuencia, es prácticamente imposible.

En la actualidad los criminales son vistos de una manera muy diferente a lo que tradicionalmente se le consideraba al delincuente, un sujeto enfermo y anormal, que ahora ha pasado a ser parte importante del sistema gobernante de las vidas de los países, sobre todo en aquellos en los que se vive bajo su sombra.

Es por esto la marcada diferencia que se presencia de las actividades criminales de hoy, en comparación a las llevadas antiguamente (aun cuando no han desaparecido del todo) de manera individual. En la actualidad se observa una forma de criminalidad organizada, tal como si fuera una empresa.

El incremento de la actividad criminal organizada, con fuerte capacidad económica, siempre ejerce su poder por medio de la violencia, así como la manipulación y corrupción en amplios sectores del sistema social y político, sobre todo los productivos; cada día de manera más sofisticada y dramática.

Estas organizaciones manejan un abanico de delitos, como el de las armas, drogas, información confidencial, dinero de origen desconocido (ilícito), tráfico de personas, de órganos humanos, de obras de arte, de animales exóticos y en extinción (pieles, marfil, carey, etc.), que son vidas y bienes cuyo intercambio por dinero, ha generado un amplio y cada vez más ambicioso sector de la economía (de México) y mundial.

Entre las principales –actividades- que les producen jugosas ganancias (ilegales) están el tráfico de drogas, tráfico de armas, tráfico de personas y de órganos, fraudes bancarios y los delitos contra la sociedad, como el secuestro y la extorción.

El sistema criminal, se caracteriza por su elevada complejidad apoyado con tecnología de punta, siendo ya ampliamente considerado como una industria o empresa criminal, y si bien estas asociaciones criminales son consideradas como tal por la ejecución de actos punibles, realmente su definición se concentra en la rentabilidad económica, siendo el delito solamente el instrumento para la consecución de sus fines materiales y de poder.

Si analizamos con detenimiento y comparamos a las organizaciones criminales y a las empresas (en cualquier rubro), podremos apreciar que no existen muchas diferencias, pues para ambas su fin esencial es obtener el máximo de su rentabilidad; y si observamos bien, podemos ver como muchas -empresas legales- (innumerables ocasiones) ejecutan acciones ilegales para incrementar sus ganancias, (principalmente) evasión de impuestos, sobornos, contabilidad clandestina, etc., y entonces podemos encontrar empresas perfectamente constituidas y aparentemente nobles, que además de –sus actividades- lavan dinero.

Este panorama que no es nada halagüeño, nos permite hacer una reflexión sobre las posibles alternativas para la lucha contra el crimen organizado, que sin lugar a dudas son un reto para la sociedad actual, que amerita hacer un gran esfuerzo en todos los órdenes de la actividad social, cultural, religiosa, legal, política y gubernamental.

La delincuencia organizada, no es el resultado de uno o un par de sujetos peligrosos y anormales, hermanos o líderes del abecedario y las galaxias; sino una actividad de muchas, pero muchas personas altamente capacitadas y especializadas, que están dispuestos a utilizar cualquier medio (asesinar) para obtener más riqueza y poder, ayudados por su mejor aliada que es la corrupción y que invita a todo aquel que por la tentación del dinero fácil, cae rendido a sus pies.

Pero el gran peligro del crimen organizado, es que tiene como su gran cautiva a la sociedad entera, ya que desafortunadamente se ha llegado a un estado de incredulidad tal, que cualquier noticia que pudiera llegar a ser positiva y alentadora para un pueblo de México que necesita por lo menos un fierro ardiente para agarrarse, por el contrario siembra duda, decepción y desolación hacia las autoridades y sus formas de escupirnos en la cara -sus logros-. ¡Vale la pena reflexionarlo!

lunes, 12 de agosto de 2013

¿REFORMA ENERGÉTICA O VENTA DEL PETRÓLEO?



 
¿REFORMA ENERGÉTICA O VENTA DEL PETRÓLEO?

Luz María Sánchez Rovirosa

“Ningún legado es tan rico, como la honestidad”. William Shakespeare

Enrique Peña Nieto presidente de México, presentó este lunes la iniciativa de la reforma energética, que contempla (entre otras cosas) la modificación de los artículos 27 y 28 constitucionales, mismos que son referentes a la pertenencia de México sobre los hidrocarburos.

Entre tanta demagogia, argucia, política, etc., el presidente destacó que con la reforma (sin temor a que sea rechazada), bajarán el precio de la luz, el gas, se abrirán muchos empleos, más producción al campo (fertilizantes), además de que las empresas serán más productivas y por ende más competitivas, es decir, México se convertirá por arte de magia en Disneylandia.

Dicha iniciativa contempla (a grandes rasgos), cinco elementos que son: 1) Retomar palabra por palabra, el texto del artículo 27 constitucional de Lázaro Cárdenas. 2) Un nuevo régimen fiscal para Pemex, mismo que se presentará en la reforma hacendaria de septiembre. 3) Reestructuración de Pemex. Se dividirá en transformación industrial y exploración. 4) Más transparencia y rendición de cuentas. 5) Establecer reglas de carácter internacional en el sistema de compras del sector energético.

De pilón con la reforma energética, el Gobierno de la República, espera transformar la industria eléctrica y la Comisión Federal de Electricidad, junto con la reforma verde para no afectar la ecología. Al finalizar la presentación de la susodicha, Peña Nieto enfatizó que “Pemex y CFE, se mantienen como empresas 100 por ciento propiedad de la nación”. Todo es miel sobre hojuelas.

Respecto al primer punto sobre retomar el texto de Cárdenas del artículo 27 “palabra por palabra”, la incógnita es, si habrán checado el artículo 14 constitucional, que exalta literalmente la “letra de la ley”, que es clara y contundente, en que no se pretenda cambiar lo que dispone la Constitución para actuar contra su texto, ni en consecuencia contra los intereses nacionales.

“En el artículo 27 se establece que en el caso del petróleo y todos los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos (entre otros), el dominio de la nación es inalienable e imprescriptible y la inalienabilidad quiere decir que los bienes de dominio público, no están sujetos a una acción de apropiación por parte de los particulares.

Y la característica de imprescriptible, se refiere al derecho de propiedad que tiene la nación y que jamás perderá por el simple transcurso del tiempo. Así se establece la exclusividad para el Estado en materia de petróleo” (Catarina.udalp.mx).

Recién se cumplieron 75 años de la expropiación petrolera, y Enrique Peña Nieto al presentar “su” iniciativa reafirmó –interpretando, más que repitiendo-, las palabras de Lázaro Cárdenas en los artículos 27 y 28 constitucionales, respecto a vender, ceder, traspasar, trasferir, compartir o entregar el petróleo.

La energía es la palanca que mueve el motor del desarrollo económico y de la vida de todos los países del mundo, modernos o no, su producción y su consumo atañe la salud, la producción de alimentos, el transporte y el comercio, así como la contaminación o conservación del medio ambiente. Por lo tanto el desarrollo sostenible de México, dependerá de asegurar y conservar como propio, el acceso a este recurso no renovable, que sin duda constituye un tesoro para los países de disponen de él. (Como México).

Como ya es un hecho lo que nos imaginábamos y lo que se veía venir, no se hizo esperar el arte de muñeco de ventrílocuo que posee el presidente Peña Nieto, y nos estampó que “su” iniciativa, traerá las mil y una noches de beneficios para el pueblo de México.

Pero lo que se ve, es que “su” iniciativa prácticamente está cediendo a las presiones de empresas nacionales (Carlos Slim) y extranjeras, que desean invertir en nuestro sector petrolero, obviamente buscando su propio interés más que un beneficio de desarrollo social para la población de México en su totalidad.

El mayor problema que tiene Pemex, es que no está reinvirtiendo una cantidad suficiente de sus ganancias para su propio desarrollo, porque estas pasan inmediatamente al gobierno federal, que las necesita para el desarrollo económico del país, además del gran porcentaje de estas ganancias que se desvían por la corrupción interna y sobre todo sindical.

La privatización de Pemex no tiene que ser necesaria como lo argumenta Peña Nieto, pues la productividad y rentabilidad de cualquier empresa, no debería obedecer a quién es el dueño; porque esto depende sustancialmente de la forma como se administra y del entorno financiero, político y social, en el cual se encuentra inmersa.

Al final, lo más importante de esta iniciativa, no sería quien es el propietario, si la Iniciativa Privada, los inversionistas extranjeros o México. Lo más importante radica, en quién sería también el propietario de las millonarias ganancias correspondientes.

Desafortunadamente (por el momento), no sabemos si se aprobará, ni sabemos (pero lo imaginamos) si será para bien o para mal, pero lo que se logre o no se logre, dependerá de lo que los mexicanos exijamos al gobierno como sociedad. ¡Vale la pena reflexionarlo! 

lunes, 5 de agosto de 2013

LA GUERRA DE LAS GALAXIAS



 
“LA GUERRA DE LAS GALAXIAS”

Luz María Sánchez Rovirosa

 “Lo que las leyes no prohíben, puede prohibirlo la honestidad”. Séneca

Para hablar de las distinciones a las que se ha hecho acreedor Enrique Peña Nieto durante el esbozo de su gobierno en estos primeros meses, haremos un breve viaje al pasado los últimos cuatro sexenios.

De adelante para atrás, Felipe Calderón Hinojosa, inicia un gobierno muy incierto, en medio de un país vulnerado por la violencia y con una seria crisis de credibilidad. El entonces presidente panista, consideró muy cuidadosamente su prioridad para afianzarse en el poder y apuntalar su gobierno para consolidar su autoridad y fortalecer su gobernabilidad; de esta manera, basa su estrategia de legitimización desde sus primeros días, es un programa castrense, en el cual involucra (por primera vez) al Ejército en el combate contra el crimen organizado; portando un emblema de soberbia, de vanidad y con una demostración de superioridad hacia los partidos (especialmente los de izquierda), pero sin pensar en las consecuencias que estas acciones pudieran traer al pueblo de México; tal como sucedió.

Con Vicente Fox, y después de cruzar la línea que nos dirigía (supuestamente) con toda la felicidad hacia la alternancia y la democracia; después de una batalla electoral como nunca en la cual las urnas se volcaron a su favor, desdeñando al decadente PRI. El desengaño y la decepción explotaron mucho antes, de lo que ni siquiera nos imaginamos.

Desde el principio, observamos a una –persona improvisada- que haría gala de una presidencia sin respeto, burda y vulgar; una persona a la cual no le importaba nada, absolutamente nada que no fuera él mismo, su bienestar y especialmente el de su familia.

Vicente Fox era empresario y su gabinete lo fincó con empresarios, que confundirían la administración pública con la administración de empresas. Así que desde los primeros meses sus acciones estuvieron adornadas nada más que de ignorancia, incapacidad, incultura, ineptitud, necedad, etcétera, que nos provocaron frustración y desaliento, mismas que nos persiguieron durante todo su sexenio.

Seis años más atrás nos topamos con Zedillo y con un PRI extraño y desubicado, tras las muertes de Colosio y Ruiz Massieu, y que entregó la estafeta del Revolucionario Institucional al PAN casi por voluntad; y fue esta acción lo que lo y nos tatuó durante lo que sería la última gestión del PRI (hasta esta nueva etapa), de un supuesto –nuevo PRI-.

Aquel no tan lejano inicio, estuvo marcado por el trágico error de diciembre y por el levantamiento Zapatista, dejando siempre la duda, si los problemas financieros y sociales que enfrentó, fueron heredados de la administración salinista o fueron provocados por su propia incapacidad.

Tras la fuerte devaluación que dejó a un gran porcentaje de los mexicanos al borde del precipicio y desafortunadamente a muchos otros que se hundieron en él, Estados Unidos a través de su presidente William Clinton, entra como redentor de nuestro país y prácticamente –cautiva- a Zedillo y a México.

Con todos estos encontronazos, por supuesto que Zedillo necesitaba “algo” para posicionarse en la presidencia, y muy al estilo el PRI, recurre al “golpe” y escoge para tal fin, al hermano mayor e incómodo de quien fuera su verdugo político, y entre venganza y necesidad, manda a aprehender a Raúl Salinas de Gortari acusado de -enriquecimiento ilícito- y de ser el operador intelectual del asesinato de su ex cuñado José francisco Ruiz Massieu, entonces secretario del partido y con fuerte inercia hacia la presidencia de la República; quien hoy después de tantos años de litigio, -un juez- da por válido, su enriquecimiento inexplicable; y es exonerado.

Llegando hasta los 25 años precursores de este fatal regreso del PRI; Carlos Salinas de Gortari inicia su gestión, con un fuerte cuestionamiento de legalidad en la elección presidencial llamada –la caída del sistema- (nombre que se le dio a la “supuesta” trampa electoral), misma que según se dice, fue gestada por Manuel Bartlett, quien hoy muy orondo representa (¿?) al PT en el senado.

Por ello, en pos de sentarse bien en la silla de los Pinos, propone de primer momento, una reforma electoral para “supuestamente” controlar mejor los comicios. Sin que esta acción le trajera “porras”, y sin tener el carisma necesario para sus ambiciones, Salinas necesitaba el sabor y la sazón priísta, para mantener al pueblo tranquilo y por supuesto dominado.

Por ello decide asestar el zarpazo magnificador, y recurre al golpe mediático que de una vez por todas lo legitimara en una gestión que había deslegitimado la misma elección. Así que busca y encuentra, en el controvertido y rebelde personaje Joaquín Hernández Galicia “La Quina” (líder del Sindicato petrolero), el candidato ideal para ser el –chivo expiatorio- así que lo sacrifica, y se lleva a cabo el “quinazo”.

Regresando a la realidad, el actual presidente de México, Enrique Peña Nieto en crítica constructiva, se puede decir, que lo más relevante que ha tenido es el poder de manipulación (de sus asesores), para meter al aro a los partidos (o a sus jefes) de oposición y lograr que “blanditos” firmaran -El Pacto por México-, al cual en rebelión hoy, le dan un día sí y otro no, la espalda.

De esta mediática estrategia, -se suponía- que partirían todas las líneas que le darían vida a este gobierno que hasta el día de hoy tiene en su haber, muchas firmas, muchas iniciativas, unas reformas sin concluir, una Cruzada por el Hambre (que no termina de empezar), y el golpe al estilo priísta, asestado en contra de Elba Esther Gordillo, ex líder del sindicato del magisterio e insurrecta (erróneamente) con el primer mandatario del país.

Faltan muchas cosas por venir, sobre todo la –guerra de las galaxias- por las reformas energética y fiscal (y tal vez la política), pilares de consolidación en las acciones maquiavélicamente previstas de lo escrito y firmado.

¿Qué nos depara el destino, una real intención del presidente Enrique Peña Nieto y su equipo de administrar bien (lo que es su obligación) y de transformar México? ¿O tan solo una simulación con altos beneficios mediáticos y propios, pero poco sustanciales (para variar), para el pueblo de México? ¡Vale la pena reflexionarlo!