miércoles, 29 de octubre de 2014

MÉXICO Y LA CAJA DE PANDORA






MÉXICO Y LA CAJA DE PANDORA

Luz María Sánchez Rovirosa

“Temblad ante el esclavo cuando rompe sus cadenas, no tembleís ante el hombre libre” Sartre.

 

La historia de Pandora y su famosa caja se ubica dentro de la Mitología Griega, en el episodio de Prometeo, un guerrero que roba el fuego a los dioses para ofrecérselo a los hombres. Pandora y su caja aparecen como parte de un castigo a Prometeo, por haber revelado a la humanidad el secreto del fuego.

Así es como la mitología nos cuenta que Pandora (omnidotada), una bellísima pero maligna mujer, bajó a la tierra por orden de Zeus, con una misteriosa y bien cerrada caja, buscando al ingenuo hermano de Prometeo, Epimeteo, a quien en vano se le había advertido no aceptar ningún obsequio venido del Olimpo de Zeus, para evitar ocasionar con ello, un grave daño a la humanidad.

Pero Epimeteo, hechizado por la hermosa Pandora, olvidó las palabras de su hermano, aceptando la enigmática caja como regalo. Cegado por la curiosidad y la ambición la abrió, y en seguida salieron volando para dispersarse por la tierra: las enfermedades, la fatiga, la locura, el vicio, la concupiscencia, la plaga, la peste, la tristeza, la pobreza, la injusticia, el crimen, etc., es decir, todos los males que existen en el mundo.

Oculta hasta el fondo de la caja, se encontraba el único bien: la esperanza a quien Pandora no le permitió salir de la caja, cerrándola nuevamente dejándola atrapada para siempre.

La mitología narra la historia de Pandora y su caja, como la aparición de los males en el mundo, razón de ello es como comúnmente solemos manifestar que una vez más la Caja de Pandora se abre, dando paso a los desastres naturales, las guerras, las epidemias, la corrupción, tanta violencia e injusticia y tanto crimen contra la humanidad.

Sirva el ejemplo de la Caja de Pandora para preguntarnos: ¿Por qué algunos gobiernos matan, torturan y desaparecen a los ciudadanos? ¿Qué factores explican la variación en los niveles de violencia? ¿El tipo de régimen político tiene alguna influencia en el respeto de los Derechos Humanos?

¿Es la práctica de la injusticia social y el uso de la represión, el resultado y producto de la infiltración de la delincuencia organizada en las instancias encargadas de garantizar el orden y la paz social a cargo de todos los gobiernos?

Aterrizando y sin descripción coherente posible, ha pasado más de un mes desde el asesinato de seis personas y la desaparición de 43 jóvenes, saldo de un enfrentamiento (¿provocado?) entre “la policía”, estudiantes de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos, en Ayotzinapa; y un tirano gobierno represor que nunca le importó su pueblo, ni el valor de la vida de su pueblo.

La indignación y el reclamo de justicia, es la solicitud que la sociedad hace al gobierno de cualquier lugar del mundo para mejorar; es la exigencia autorizada que la democracia le da al pueblo hacia los políticos y gobernantes para que actúen con transparencia, con honradez, con verdad, con congruencia, con humildad, pero sobre todo, con el valor de llamarle bien al bien, mal al mal, y aceptarlo.

¿Se abre hoy una -nueva historia- dentro de la historia del arrasado estado de Guerrero? Tener otro gobernador (sobre todo con tan poco tiempo efectivo para dar señales de vida) efectivamente, no resuelve el problema. Pero la salida de Ángel Aguirre Rivero era imperante para aflojar uno o dos hoyos del cinturón que tenía ceñido al estado; y para dejar a la vista de todos los que los quieran ver, los caminos posibles de la encrucijada, que con su sola presencia bloqueaba.

La elección del nuevo gobernador independiente a partidos políticos (sea o no el mejor perfil), obedece a la intención de tapar la grotesca Caja de Pandora, que repentinamente se le abrió al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, cuando durante los dos primeros años, realizó -tan fina labor- para colocar a México en las primeras páginas de la prensa internacional, con las grandes expectativas de las –reformas estructurales- y una economía que –supuestamente- cada día crecería más.

Hoy sin duda alguna, podemos percatarnos, que el México gobernado por –el nuevo PRI-, fue por un instante (pendiente de un hilo) exitoso; ya que por encima de los mexicanos, siempre hablaron de una posibilidad; no de una realidad. ¡Vale la pena reflexionarlo!

viernes, 10 de octubre de 2014





¿UN EXTRAÑO CASO?

 

Luz María Sánchez Rovirosa

“Permitir una injusticia significa abrir el camino a todas las que siguen”. William Brandt.

 

A pocos días de una increíble acción que incluye asesinato y (hasta el momento) desaparición forzada (nuevamente) contra la integridad física de los estudiantes de la Escuela Normal Rural “Isidro Burgos” en Ayotzinapa del municipio de Iguala en el estado de Guerrero; estamos frente a una serie especulaciones, disyuntivas, encrucijadas, pero sobre todo ante sentimientos encontrados.

En espera (como siempre) de una respuesta veraz, ni remotamente podemos imaginarnos (por más creativos que seamos), qué patética resolución le van a dar las –autoridades competentes- a este caso; así como tampoco que consecuencias políticas negativas o positivas e incluso económicas, dejará para Guerrero y para México; pero aun cuando esta situación ya se ha vuelto demasiado incómoda para muchas personas (de la política y no), se tiene que reflexionar minuciosamente, para darnos cuenta dónde se nos quedaron extraviados los valores fundamentales.

No es de asombrarse (por lo delicado del tema), que al final más pronto o más tarde (según convenga) que los –investigadores-, se saquen de las mangas un “chivo expiatorio”, es decir, un individuo o un grupo de individuos que carguen con la culpa de otro u otros individuos, cuando la realidad nos señala justo donde está el ojo del huracán.

Las escuelas rurales como Ayotzinapa son (las muy pocas que quedan), una alternativa de enseñanza para un pueblo marginado e ignorante tal como conviene a la mayoría de los gobiernos, que aún no han entendido que todos, absolutamente todos, merecemos vivir con dignidad, pero que desafortunadamente todavía hoy, usan la fuerza no para defender a la sociedad que sirven, sino para oprimirla y reprimirla.

Lamentablemente hoy Guerrero es noticia en el mundo, al encontrarse en una situación muy delicada que atenta los Derechos Humanos, ante la desaparición (forzada) de 43 jóvenes estudiantes precisamente de esta escuela, que estuvieron presentes en los sucesos sangrientos (aún no se sabe el motivo o la razón), del pasado 26 de septiembre, en Iguala.

Viviendo momentos de zozobra, este caso se ha vuelto crítico, debido a que la política local se ha convertido en protagonista de la historia de ese bronco estado, de la mano con el crimen organizado, convirtiéndose en una bomba de tiempo demasiado peligrosa, porque al coludirse, no solo no ha atendido la legitimidad de la demanda de seguridad del pueblo y poner un alto definitivo a los grupos delincuenciales que azotan no solo a Guerrero, sino que que han puesto a los ciudadanos, en un grave peligro.

Ante esta delicada situación, es relevante destacar cuál es el contexto social en que está dándose este conflicto, porque es un hecho indudable que el tejido social está erosionándose aceleradamente ante la ausencia de estrategias institucionales eficaces para garantizar la seguridad y el bienestar de la población.

Y se quiera aceptar o no, ha sido en este período de gobierno, cuando el crimen organizado se ha filtrado por todo el territorio. Ya venía prendida la mecha desde sexenios anteriores, pero es ahora, cuando ya en muchos puntos del país están surgiendo estallidos de gran magnitud entre las mismas mafias, permeando y atrapando a la luz del día a muchos de los gobiernos, que permisibles (como en este caso) lastiman a los ciudadanos, -pobres y ricos- por igual.

Acción muy en contra de todas las prebendas (entre ellas la seguridad), ofrecidas por candidatos (terrestres y extra terrestres) en tiempos de campaña, que no han sido, ni serán cumplidas.

Hoy la mafia desafía a todo lo que signifique autoridad, sea del ámbito y nivel que sea, federal estatal o municipal, ahora no amedrentan, hoy arrasan con todo lo que se interpone a su paso como un obstáculo para el desarrollo de sus delictivas y aberrantes acciones. Hoy las mafias ya sacaron del clóset sus trágicos enceres para comerciarlos libremente (pero sin pagar tributos), están exigiendo los espacios, y lo están consiguiendo a costa de lo que sea, incluso de la vida.

¿Exagero? Quizá, pero no podemos negar que, ha sido precisamente en este gobierno, cuando este problema se ha vuelto incontrolable, ya que si bien siempre han existido las mafias, nunca se habían vuelto tan notorias, ni nunca antes habían enfrentado a la sociedad en coalición con el amo gobierno.

Lo prohibido se está haciendo demasiado grande y ya no lo van a poder controlar si no le ponen el freno de mano. Algo en México está funcionando mal, o en su defecto algo se está protegiendo muy bien. ¡Vale la pena reflexionarlo!