miércoles, 30 de marzo de 2016

UNA VOZ EN EL DESIERTO





UNA VOZ EN EL DESIERTO

Luz María Sánchez Rovirosa

“Es muy grave que un solo hombre pueda vivir distraído de esta realidad, pero es mucho peor y más atroz si es la humanidad los que pasamos y nos encogemos de hombros”. Mario Benedetti.


Desde la semana pasada y durante todos estos días, hemos estado pendientes y escuchando por todos los medios de comunicación (incluyendo a los de nivel nacional), la noticia del grave y cínico abuso cometido por una persona de sexo masculino de nombre Walter Zuc, de 68 años y de nacionalidad canadiense, en agravio de una menor de tres años, en la Costera Miguel Alemán a plena luz del día, ante la presencia complaciente del padre de la menor; pero afortunadamente de la conciencia ciudadana del testigo que tomó el video para tener la evidencia. Mis respetos.

La Explotación Sexual Comercial Infantil (ESCI) es un grave problema de historia muy antigua. Hasta hace poco más de un par de décadas, era una realidad que se había mantenido veladamente escondida para la mayor parte de la sociedad civil y sus diferentes sectores; así como los gobiernos no lo tenían presente ni en sus presupuestos, ni en sus agendas como un problema al que había que atender, ni por su puesto en la cuestión legal.

Sin embargo, a partir del Primer Congreso Mundial sobre Explotación Sexual Comercial Infantil, realizado en 1996; surge la Declaración de Estocolmo, marcándose así el inicio de una nueva época, en la que la ESCI es considerada como un grave problema de magnitud mundial, cuya atención y prevención eran inaplazables.

Cinco años después, en Yokohama, Japón; se realiza el Segundo Congreso Mundial sobre la ESCI, y en este contexto, se aprueban dos instrumentos internacionales para dar respuesta a esta problemática: el Convenio 182 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), referente a la explotación del trabajo infantil, y el Protocolo Facultativo de la Convención de los Derechos del Niño, concerniente a la venta, al turismo sexual, a la prostitución y a la pornografía infantil. Cabe mencionar que ambos instrumentos fueron ratificados por México; y hasta la fecha sigue siendo así.

Se sabe (y muy bien), que la ESCI es la tercera actividad ilícita en el mundo después del narcotráfico y las armas; en la cual, al año son sometidos millones de niños, niñas y adolescentes, que son empujados a un verdadero negocio del sexo, que genera anualmente miles de millones de dólares, mientras que sus derechos fundamentales son brutalmente violados.

La existencia de la ESCI, se relaciona íntimamente, a un creciente número de personas que encuentran placer al tener este tipo de relaciones sexuales desviadas y que encuentran todas las facilidades para consumarlo. Facilidades que son producto de la indiferencia muchas veces de las autoridades competentes, de los gobiernos de los países (tan pobres) como México; pero sobre todo, de una sociedad omisa, inerte y medrosa.

Es algo muy común pero muy triste, que cuando la publicación de un acto degradante (como el caso que nos ocupa) -hace bum-, momentáneamente llama mucho la atención de la sociedad en general; pero la experiencia y las estadísticas nos dicen, que apagándose la llamarada del escándalo  (como siempre), -todo vuelve a la normalidad-.

Infortunadamente es una penosa realidad, que la mayoría de la gente pasa de largo, convencida de que de nada sirve -una voz en el desierto-, cuando los gobiernos no asumen, primero su obligación y su papel de luchador por las causas justas, y las autoridades correspondientes facultadas permiten que el flagelo se asiente y crezca; y ante estas dos patéticas posturas, la negligencia gubernamental y social, el país se vuelve egoísta y por lo mismo insensible al sufrimiento de los demás.

La delgada línea entre el Pedófilo y el Pederasta, es otra y muy delicada historia, que hoy no vamos a tocar; pero lo que si les puedo decir, es que en el momento exacto en el que el adulto ofrece dinero al menor a cambio de favores sexuales, -incurre en un delito de incitación a la prostitución de un menor, penado con hasta ocho años de cárcel-. 

Así que como dijo el gobernador Héctor Astudillo Flores, “Que busquen en todos los medios legales” (allí están Los Tratados Internacionales), que es segurito (y el fiscal, los jueces y los abogados litigantes lo saben), que van a encontrar los justificados motivos, para -el castigo ejemplar- tanto para el canadiense pedófilo como para el papá padrote. ¡Vale la pena reflexionarlo!

jueves, 24 de marzo de 2016

TENER O SER








“TENER O SER”

Luz María Sánchez Rovirosa

“De aquel que opina que el dinero puede hacerlo todo, cabe sospechar con fundamento, que será capaz de hacer cualquier cosa por dinero” Benjamín Franklin.


Reflexionando en estos –Días Santos- (para la Fe Católica), he dado con que el pensamiento encausado hacia un fin constructivo, nos hace intuitivos a nuestras necesidades humanas a través de sus valores, entre ellos nuestra libertad de decidir y actuar.

Mediante una tranquila maduración de ideas, he sentido la necesidad de encontrar una explicación de nuestra conducta social y manifestar mi gran preocupación por México, por el estado de Guerrero y por el Puerto de Acapulco; y por qué los mexicanos, guerrerenses y acapulqueños estamos en esta situación.

¿En que invertimos nuestro tiempo, dinero y esfuerzo cuando los tenemos? La primera idea del valor nace en el ámbito de la economía. Valer significa sobre todo para los utilitaristas, lo que tiene un precio. Después el término se transfiere a todo lo que suscita nuestro interés incluyendo el plano afectivo, estético, moral, social o religioso; así pues, tiene valor no sólo lo que simplemente existe, sino lo que merece ser y lo que debería ser.

Hoy en día existe una verdadera confusión de valores (es la principal causa de la situación que vivimos), y en gran parte es así, porque -los padres de familia de medio tiempo- se multiplican, es decir, aquellos que por necesidad, por superación personal, por gusto, por ambición etc. (con miles de respetables excepciones), dedican la mayor parte de su tiempo, a la búsqueda de valores materiales y ceden la educación de sus hijos a terceras personas, incluyendo la televisión.

Tristemente hoy, un niño de cinco o seis años (incluso más pequeños), puede ver a través de películas, telenovelas, caricaturas y noticieros, más crímenes, más violencia y más sangre, que cualquier veterano de guerra.

Es muy fácil vender violencia, morbo y degradación; solo se necesita mucha ambición y aprovechar la “natural” inclinación, que en mayor o menor medida tenemos todos los seres humanos, y esto lo saben y muy bien, quienes se dedican a conseguirlo.

Desafortunadamente demasiadas veces hasta nuestras propias autoridades intervienen en estas acciones con demasiada facilidad, al fomentar la concupiscencia por ambición de dinero y poder; como en el reciente caso del ex dirigente del PRI Humberto Moreira (y tantos, tantos más).

En cambio resulta demasiado difícil orientar a los mexicanos hacia el humanismo, el estudio, la buena música, el cuidado de la naturaleza, al civismo, al respeto a los demás; porque sin duda alguna, esto requiere de tiempo, dinero y dedicación; cosa que no sucede en nuestra institución dedicada a la educación, porque no conviene a los intereses de las autoridades, como mantener al pueblo sometido por la ignorancia.

Nuestra larga tarea por alcanzar el progreso, la felicidad y la libertad, está determinada por la inercia tan fuerte del ser humano del “Tener sobre el ser” (reflexiones de Erich Fromm en su libro del mismo nombre 1976). Abundante en ejemplos, esta obra literaria merecería ser visualizada como un aporte importante al mejoramiento de nuestra calidad de vida, amenazada cada vez más por las consecuencias que se derivan de esta -espiral de la violencia-, que estamos viviendo, día a día.

Analizar las patologías que produce  la obsesión por tener, es cuestión de especialistas; pero infortunadamente es algo “demasiado” común, y más aún en la política, donde el tener determina el modo de sus existencias, sus personalidades, y sus posibilidades de realización, basadas en una competencia intrínseca, ilimitada y compulsa de tener siempre más dinero y más poder.

“Tener o ser”, atraviesa todos los ámbitos de la vida humana, no sólo lo estrictamente personal como es el aprendizaje, la memoria, la conversación, la lectura, el ejercicio de la autoridad, la fe y el amor. Estos modos de vida son orientadores y promotores del “ser”.

Mientras que la incorrecta orientación para los que sólo piensan en la posesión de objetos que se compran con el dinero, ilusamente creen que también, pueden “comprar” esposos, esposas, hijos, amigos, títulos y posiciones sociales, con el único fin en la vida de “tener”.
 

La clave es tan sencilla como considerar que el dinero debe servir al hombre y no el hombre debe servir al dinero; debe cambiarse la idea de explotación del hombre, de la naturaleza, por una relación de respeto y cooperación; sustituir al antagonismo por la solidaridad y lo más importante, quitarnos de encima los apegos materiales que perturban nuestra paz, es decir: “Hay que poner la basura en su lugar” ¡Vale la pena reflexionarlo!

miércoles, 2 de marzo de 2016

México Humillado






MÉXICO HUMILLADO
Luz María Sánchez Rovirosa

“No he de callar, por más que con el dedo, ya tocando la boca o ya la frente, silencio avises o amenaces miedo” Francisco de Quevedo.

La Xenofobia es el miedo o rechazo hacia lo extranjero, especialmente expresado hacia grupos étnicos y/o raciales. Su nombre proviene de los términos griegos xénos (extranjero) y phobos (miedo).

La xenofobia es un miedo muy antiguo, pero definitivamente procede de la formación de personas egoístas (no se nace siendo xenófobo), y tiene en su profundo sentir el rechazo y por consiguiente la exclusión con desprecio, de toda identidad cultural que sea distinta a la propia, como son, las diferencias de raíces, históricas, de lengua, religión, cultural, etc.

El racismo es un sentimiento en el que un humano (sin razón), desprecia a otro por alguna característica en particular, ya sea de raza o física -que la hace ser o parecer diferente-.

La historia nos cuenta que los inicios del racismo datan de la época colonial, cuando de los países africanos llevaban a Europa y a América a trabajar -como esclavos- a hombres mujeres y niños de color negro, a diferentes lugares, donde los habitantes eran blancos, y simplemente por el color de su piel, eran denostados y tratados con desprecio y asco.

Doy esta breve y sencilla introducción de racismo y xenofobia, ya que en nuestro país vecino del norte -Estados Unidos de América-, las pre campañas electorales para elegir al candidato que releve a Barak Obama en La (verdadera) Casa Blanca están efervecentes; y ya casi tienen asegurado el “privilegio” de contender, Hillary Clinton por el partido Demócrata, y el –magnate inmobiliario- Donald Trump por el republicano.

¿Qué nos preocupa de la política electoral de los “vecinos del norte”; es decir de los gringos? La verdad a la gente pensante, sensible y bien nacida en este hermoso país que es México, nos preocupa que llegue a ganar las elecciones y sea el próximo presidente, un millonario orate que de repente se le antojó ser político llamado Donald Trump, que tiene la particularidad de ser racista y xenófobo de -especial manera-, contra los mexicanos, por el simple hecho de ser mexicanos.

Este psicótico aspirante al “Salón Oval” por el Partido Republicano, no en pocas ocasiones en sus patológicos y racistas exabruptos, lanzó y ha seguido lanzando, infamias (sobre todo) en contra de los mexicanos radicados (y también contra los no radicados) en aquel país ya sea con residencia o indocumentados; afirmando categóricamente que son problemáticos, traficantes, delincuentes, violadores, es decir, personas no gratas; y Estados Unidos no será más “el basurero para los problemas de todos los demás”.

Este pelafustán con peluca y sin corazón llamado Donald Trump, que se atrevió (con la venia del gobierno mexicano) a decirnos basura, está siendo injustamente protagonista de un delicado capítulo que se nutre de ancestrales resentimientos y rencores enconados, en los que está inmerso todo el mundo. Pero esta categoría en la que se mueve Trump, sobrepasa toda expectativa razonable, si es que tal expresión pudiera ser aceptable.

Algunos se ríen de este engreído adicto al dinero, quien con alevosía y ventaja, ha humillado a nuestro país y su gente, sin que se vea reacción (solo rosaditas sutiles de Ruiz Massieu) de nuestro gobierno, que ha permitido la satanización del pueblo de México en el norte, en esos lugares que nos pertenecieron, y que por culpa de otros estúpidos gobernantes perdimos.


A su servidora le da terror que gane; no lo subestimemos, y no perdamos de vista lo que la historia y los testimonios nos cuentan de Hitler, y lo que el mundo entero injustamente tuvo que pagar con un enorme costo de vidas humanas, por menospreciar -las ocurrencias de aquel loco de guerra-, quien con demasiado tiempo y gente a su disposición, pudo dominar hasta el mismísimo diablo. No le demos a la historia otra pérfida oportunidad. ¡Vale la pena reflexionarlo!