¿RELACIÓN CONSTRUCTIVA, ES DECIR, CONSTRUIR EL MURO?
Luz María Sánchez Rovirosa
“En política únicamente se comete un error. Todo
lo demás es consecuencia” Jesús Reyes Heroles.
De verdad que es muy importante hacer una profunda
y seria reflexión de la muy grave situación por la que estamos atravesando como
municipio, estado y como país dentro de nuestro lugar en el mundo. Así que vamos
a empezar de abajo hacia arriba, no por grado de importancia, sino porque para
subir a la cima, todos los escalones se deben pisar; aun cuando algunas
(muchas) personas son fanáticas de brincárselos o subirlas corriendo.
Haciendo memoria (reciente),
el presidente municipal Evodio Velázquez y los fantasmas que todavía aúllan a
su lado, se comprometieron a -trabajar por Acapulco-; para cumplir con un
importante compromiso ante la comunidad y ser transparentes en el manejo (de
lo que se suponía), sería sólo en el principio los escasos recursos públicos.
Así
que en el inicio continuado de aquel compromiso, había por ahí un dejo de
esperanza y un pronóstico “bueno” para un Acapulco lacerado desde cualquier óptica,
porque sin ningún disimulo (los que estuvieron) y los que ahora están, han
permitido que el puerto siga librando una cruenta batalla contra una seria
crisis financiera y moral (provocada por la corrupción); una espantosa y
espeluznante inseguridad y un deterioro lastimoso de la ciudad, que con
iluminarla no se le va devolver la dignidad que por derecho propio tiene y se
merece.
Y
así en este interminable (por naturaleza) vaivén de las olas del hermoso mar,
seguimos viendo el desperdicio del recurso financiero que tanta falta le hace a
la gente para “sobrevivir”, cuando atónitos nos topamos con los escombros de
las calles pavimentadas con cemento hidráulico, y que sin reparo y sin piedad se
rompen una y otra vez, sin justificación admisible.
¿Del
servicio de agua potable (¿?) qué podemos decir? Que el desorden corrupto y
ancestral rampante, deja sin el vital líquido a miles de hogares (hasta por
meses consecutivos), sin que nunca se escuche una explicación al respecto vía la
voz del titular de la paramunicipal y con esta aceda actitud, nos da la
impresión que no le importa que todo esté tan repugnante como las cloacas de
CAPAMA con tal de recibir su gorda remuneración, vía salario y demás yerbas.
Qué
desolación y desesperación se siente ante toda esta atrocidad que enturbia
nuestra vista. Y me asalta la duda de que no tengamos una nueva oportunidad de
ver un cambio y por ende progreso.
La pregunta se me atora en la garganta porque quiero, quiero de verdad
ser optimista pero francamente no puedo ¿Cómo pretendemos un cambio, si para
renovar se necesita precisamente un cambio? Y con todo respeto (ese que las
autoridades no nos da), en Acapulco, en Guerrero y en todo México, hemos sido y
seguimos siendo testigos que los escombros apestosos se reciclan una y otra
vez, es decir, vemos exactamente las mismas y desvencijadas estructuras incluso
las partidistas, con los mismos zombis espantosos merodeando dentro de ellas.
Para terminar por hoy, no quiero pasar por alto los sucesos que tienen
al mundo (con justa razón) al borde de la histeria, y por supuesto de los
cuales México es protagonista. ¿Cómo podremos resolver como país los embates
tan fuertes que hemos estado sintiendo (con permiso de las autoridades
nacionales) por parte de un psicótico personaje que se ha apoderado de un mundo,
que en muchas ocasiones nos parece de ciencia ficción?
Visiblemente abatido, lánguido, vencido y medroso, Peña Nieto fue
incapaz de responder las humillaciones a México que una vez más le hiciera en
la reciente llamada que sostuvo con el engendro gringo, en la cual textualmente
señaló: “No necesito a los mexicanos, no necesito a México. Vamos a construir
el muro y ustedes van a pagar quieran o no; les guste o no”.
Al respecto la respuesta de “nuestro egregio” presidente”, ante la inaceptable
embestida de Trump, señala la periodista Dolia Estévez (muy cercana a Carmen
Aristegui), distó mucho de ser firme y digna. El “ejecutivo” desde Los Pinos balbuceó,
señalando a su opresor que México tiene otra perspectiva que consiste en
“continuar la relación de manera constructiva” (sic). Aquí la pregunta sería ¿Construyendo
el muro? ¿Quién de los dos está más perturbado? ¡Vale la pena reflexionarlo!