sábado, 4 de febrero de 2017

¿RELACIÓN CONSTRUCTIVA, ES DECIR, CONSTRUIR EL MURO?





¿RELACIÓN CONSTRUCTIVA, ES DECIR, CONSTRUIR EL MURO?

Luz María Sánchez Rovirosa


“En política únicamente se comete un error. Todo lo demás es consecuencia” Jesús Reyes Heroles.

De verdad que es muy importante hacer una profunda y seria reflexión de la muy grave situación por la que estamos atravesando como municipio, estado y como país dentro de nuestro lugar en el mundo. Así que vamos a empezar de abajo hacia arriba, no por grado de importancia, sino porque para subir a la cima, todos los escalones se deben pisar; aun cuando algunas (muchas) personas son fanáticas de brincárselos o subirlas corriendo.

Haciendo memoria (reciente), el presidente municipal Evodio Velázquez y los fantasmas que todavía aúllan a su lado, se comprometieron a -trabajar por Acapulco-; para cumplir con un importante compromiso ante la comunidad  y ser transparentes en el manejo (de lo que se suponía), sería sólo en el principio los escasos recursos públicos.

Así que en el inicio continuado de aquel compromiso, había por ahí un dejo de esperanza y un pronóstico “bueno” para un Acapulco lacerado desde cualquier óptica, porque sin ningún disimulo (los que estuvieron) y los que ahora están, han permitido que el puerto siga librando una cruenta batalla contra una seria crisis financiera y moral (provocada por la corrupción); una espantosa y espeluznante inseguridad y un deterioro lastimoso de la ciudad, que con iluminarla no se le va devolver la dignidad que por derecho propio tiene y se merece.

Y así en este interminable (por naturaleza) vaivén de las olas del hermoso mar, seguimos viendo el desperdicio del recurso financiero que tanta falta le hace a la gente para “sobrevivir”, cuando atónitos nos topamos con los escombros de las calles pavimentadas con cemento hidráulico, y que sin reparo y sin piedad se rompen una y otra vez, sin justificación admisible.

¿Del servicio de agua potable (¿?) qué podemos decir? Que el desorden corrupto y ancestral rampante, deja sin el vital líquido a miles de hogares (hasta por meses consecutivos), sin que nunca se escuche una explicación al respecto vía la voz del titular de la paramunicipal y con esta aceda actitud, nos da la impresión que no le importa que todo esté tan repugnante como las cloacas de CAPAMA con tal de recibir su gorda remuneración, vía salario y demás yerbas.

Qué desolación y desesperación se siente ante toda esta atrocidad que enturbia nuestra vista. Y me asalta la duda de que no tengamos una nueva oportunidad de ver un cambio y por ende progreso.

La pregunta se me atora en la garganta porque quiero, quiero de verdad ser optimista pero francamente no puedo ¿Cómo pretendemos un cambio, si para renovar se necesita precisamente un cambio? Y con todo respeto (ese que las autoridades no nos da), en Acapulco, en Guerrero y en todo México, hemos sido y seguimos siendo testigos que los escombros apestosos se reciclan una y otra vez, es decir, vemos exactamente las mismas y desvencijadas estructuras incluso las partidistas, con los mismos zombis espantosos merodeando dentro de ellas.


Para terminar por hoy, no quiero pasar por alto los sucesos que tienen al mundo (con justa razón) al borde de la histeria, y por supuesto de los cuales México es protagonista. ¿Cómo podremos resolver como país los embates tan fuertes que hemos estado sintiendo (con permiso de las autoridades nacionales) por parte de un psicótico personaje que se ha apoderado de un mundo, que en muchas ocasiones nos parece de ciencia ficción?


Visiblemente abatido, lánguido, vencido y medroso, Peña Nieto fue incapaz de responder las humillaciones a México que una vez más le hiciera en la reciente llamada que sostuvo con el engendro gringo, en la cual textualmente señaló: “No necesito a los mexicanos, no necesito a México. Vamos a construir el muro y ustedes van a pagar quieran o no; les guste o no”.



Al respecto la respuesta de “nuestro egregio” presidente”, ante la inaceptable embestida de Trump, señala la periodista Dolia Estévez (muy cercana a Carmen Aristegui), distó mucho de ser firme y digna. El “ejecutivo” desde Los Pinos balbuceó, señalando a su opresor que México tiene otra perspectiva que consiste en “continuar la relación de manera constructiva” (sic). Aquí la pregunta sería ¿Construyendo el muro? ¿Quién de los dos está más perturbado? ¡Vale la pena reflexionarlo!