miércoles, 30 de agosto de 2017

EL ESCÁNDALO QUE MATA





EL ESCÁNDALO QUE MATA


Luz María Sánchez Rovirosa

“El primer signo de corrupción en una sociedad que todavía está viva, es el fin justifica los medios” G. Bernanos.


Para alcanzar una “madurez” política, los mexicanos debemos poner mucho cuidado en el significado de la palabra democracia; esto es importante, porque al elegir, debemos de tener cuidado en las propuestas (si es que existen), de cada uno de los hombres que se pelean el destino de nuestras vidas, y lo más curioso es que les pagamos para que esto suceda, incluyendo el dinero tirado a la basura.

Hablar de democracia es muy complicado; pero ya que la vida de los ciudadanos gira (obligadamente) alrededor del aspecto político; casi siempre por no decir siempre, estamos sumergidos en desgastantes (financieras y emocionales) campañas y elecciones; para elegir al presidente de la República, a los gobernadores, alcaldes, diputados federales y locales, senadores, comisarios, etcétera.

Lo grave y complicado de esta situación es, que por una u otra “campaña” para una u otra “elección”, un (cada día) más fuerte porcentaje de los recursos económicos se los llevan los partidos, mientras que los que son “designados” para obras sociales, es decir para la justicia del pueblo, no llegan a su destino.

Infortunadamente hoy más que nunca, estamos viviendo un sombrío fenómeno que nos presenta el patético panorama, de “unos” partidos políticos que han dejado de lado sus principios ideológicos, confundiendo y desorientando al pueblo y muchas veces a sus propios militantes, exponiendo con todo tipo de barbarie su único interés, que es el de buscar por cualquier medio los triunfos electorales y la ambición económica, de poder y de una desmedida vanidad personal; mientras que la vida del pueblo que les alimenta toda su inmundicia y ordinariez, pende del hilo de la injusticia que cada día es más delgado.

Aquí en nuestra entidad local, Guerrero y Acapulco esta situación no es excepción, por el contrario, es uno de los lugares más resentidos en la poca calidad de los “próceres” que nos tocan como gobernantes y de los que quieren llegar o repetir para ser gobernantes, y vemos como desde ahora mismo se mueven los engranes debajo de la mesa, planeando sus siniestras estrategias.

Y así nos vamos de paseo por todos los roñosos partidos y (hasta hoy) fantasmagóricos y badulaques independientes, que se perfilan malévolamente en nuestro horizonte con trilladas propuestas e insufribles “lemas” de informes de actividades, que se encarrilan más que a inventar que han hecho (¿?), a promoverse para las campañas de “destape” para las próximas elecciones; mientras que el ruido de la violencia, la pobreza y la injusticia de Guerrero y en este caso Acapulco, se convierte (ante todos los ojos) en un escándalo que mata.

Imposible hablar de democracia si se vive envuelto en la violencia, y en Guerrero y en Acapulco como en todo el país (más o menos), la violencia la sufrimos los desprotegidos en sus dos formas: física y psicológica, con el latente y grave peligro de enfrentarnos a ella en cualquier momento (mi solidaridad con Miguel Ángel Arrieta); o aún más peligroso, de acostumbrarnos a ella como una forma inevitable de vida, ante los escalofriantes y continuos episodios en los cuales algunas veces somos protagonistas, otras tantas testigos y otras más espectadores invisibles y silenciosos del miedo o de la conveniencia.

Hace un par de días el Washington Post en su rotativo, publicó un artículo en el cual pone al Puerto de Acapulco (otrora el paraíso que fue escenario de lo más lujoso del Jet Set internacional), como “La Capital del Crimen”, ya que se ha convertido en la ciudad más mortal de México, con un maratón de víctimas que han carcomido las colonias de la periferia, que rara vez visitan los turistas; pero sin que la zona “exclusiva” para la actividad más preciada del puerto, quede a salvo.

Para terminar, por hoy, a los aspirantes adelantados que inauguran calles (sin respaldo), que están dando informes de quehaceres que los ciudadanos (no comprados con una torta o despensas) no vemos; que ofrecen agua todos los días; que hacen reuniones con ciudadanos; que “Z”orramente y como víboras se están tratando nuevamente de meter en nuestras vidas, y que se nos presentan como sepulcros blanqueados por fuera, queriendo disimular la carroña y lo corrompido que guardan en su interior, aunque la fetidez que arrastran los delate.

 Y entonces estupefactos nos  preguntamos ¿Qué irán a hacer, para revertir esta fatal situación, o se pondrán a lloriquear con la cantaleta de que ese problema se lo heredaron sus antecesores? ¡Vale la pena reflexionarlo!    


miércoles, 23 de agosto de 2017

¿ESTAR EN CONTRA DE MÉXICO?





¿ESTAR EN CONTRA DE MÉXICO?


Luz María Sánchez Rovirosa


“Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo” Benjamín Franklin.


A un paso muchas veces demasiado rápido, pero otras muchas demasiado lento, hemos sido testigos del quehacer de esta deplorable administración, que desde su inicio hasta el día de hoy ha estado saturado de actitudes titubeantes y de equívocos, que lo ha convertido en un gobierno aterrador.

Con la realidad de nuestro país con sus rezagos y crecientes necesidades, tanto por el aumento de la población y la pobreza, como por la injusticia y desigualdad tan intensas, generadas por un modelo de crecimiento económico que se ha fundamentado en la concentración de la riqueza en unos pocos, dejando a la deriva (como siempre) a los menos y a los no favorecidos; es imposible hablar bien o medio bien, de las “cacaraqueadas” Reformas Estructurales como una panacea para México.

Pero más allá de aquellos rimbombantes discursos del presidente Enrique Peña Nieto, más allá de aquellas expectativas maravillosas que nos describieron –nuestros próceres-, con las cuales hasta el cansancio nos trataron de convencer; hoy la cuestión más importante que deseamos saber es: ¿en qué momento o en qué parte de las modificaciones en la Constitución que han hecho posible las “Reformas Estructurales”, se especificó el beneficio para México y la mayoría de sus habitantes?

El pasado lunes 21 (día del Eclipse) el presidente de México Enrique Peña Nieto, dio el “banderazo” del inicio del ciclo escolar 2017-2018 en la escuela “Esfuerzo Indígena” ubicada en el poblado de San Pedro de las Anonas, en la Huasteca Potosina; donde en su discurso señaló que “los frutos de esta reforma (Reforma Educativa), se van a apreciar, observar y reconocer cuando (los niños) sean adultos mayores y actores protagónicos del México del futuro”. Usted gentil lector le entendió, porque su servidora no. Lamentable.

Y dejó asentado que uno de los pilares de dicha reforma, es el modelo educativo, el contenido educativo, que constituye un cambio de paradigma, para lograr que los niños “aprendan a aprender; no solo que memoricen” (sic). ¿Será experiencia propia?

Por su parte, el secretario de Educación Aurelio Nuño, hizo de las (tan acostumbradas) suyas también, al confundir la astrología con la astronomía.

Astronomía y Astrología son dos términos (gramaticalmente) similares, pero presentan diferencias muy importantes, que son imperantes conocer, para (precisamente) no confundirlas.

En breve, la Astronomía es una ciencia, mientras que la Astrología es una creencia. La Astronomía estudia todos los fenómenos relacionados con los cuerpos celestes, así como los eclipses, cometas, meteoritos, etc.; mientras que la Astrología muestra los supuestos efectos o la influencia de los cuerpos celestes en los seres humanos, por medio de los horóscopos (signos del zodiaco), o de interpretaciones astrológicas.

Esta “muy lamentable” confusión, se dio cuando el secretario Nuño presentó a la renombrada Científica y Astrónoma, Julieta Fierro Gossman, Investigadora Titular de tiempo completo del Instituto de Astronomía de la UNAM (entre otras importantes actividades de investigación y enseñanza); que durante (por lo menos) un minuto (mientras a Aurelio se le acomodaba el USB), la rebajó a lectora de horóscopos (respetando a quienes se dedican a este quehacer).

Por último en este pasaje político, Peña Nieto sentencia que “estar en contra de la Reforma Educativa, es estar en contra de México, de sus niños y sus jóvenes”; amén que al ser cuestionado sobre qué pasará con dicha reforma en la siguiente administración, el presidente respondió, “que es un programa que está en La Constitución, por lo que es una obligación llevarlo a cabo, sin importar la persona que esté al frente”.

Recórcholis y uno se pregunta ¿Cuántas veces y sin respeto su fatídica administración ha manoseado la Carta Magna para cambiar, quitar y hacer lo que se les ha dado la gana con ella, con tal de imponer sus funestas “reformas estructurales”? ¿No será estar en contra de México el socavón del Paso Express de Cuernavaca, Odebrecht, OHL, la venta de PEMEX, el dinero del erario público que se llevaron los gobernadores rateros como Javier Duarte, sin pena ni castigo o Romero Deschamps?


¿No será estar en contra de México la humillación que nos ha hecho y nos sigue haciendo pasar al pueblo frente a Donald Trump y su manifiesto desprecio y fobia a los migrantes mexicanos, con la construcción del muro y los arreglos atornillados del TLC? Si quieres a México ¡Vale la pena reflexionarlo!

miércoles, 16 de agosto de 2017

¿ALGUIEN SABE, ALGUIEN SUPO?







¿ALGUIEN SABE, ALGUIEN SUPO?




Luz María Sánchez Rovirosa


“Este caso será llevado hasta sus últimas consecuencias y directamente contra el o los responsables”. PGR.




El petróleo también llamado crudo u oro negro, es la principal fuente de energía en el mundo. Sus derivados, como el diesel, la bencina, parafina y el gas, se usan como combustibles para el transporte, la calefacción y la generación de energía eléctrica; también se utiliza para elaborar las materias primas de las industrias como plásticos, productos farmacéuticos, fibra sintética, etc. Su nombre proviene del latín –petroleum- que significa aceite de piedra.

El petróleo se fue formando por siglos de la degradación bacteriológica de organismos acuáticos vegetales y animales, que vivieron hace cientos de millones de años en mares y lagos, y se le conoce desde la antigüedad por las filtraciones que aparecían (y aún aparecen) en la superficie; y las emanaciones de gas que repentinamente se inflamaban.

Sale a colación el comentario anterior, a modo de breve prólogo sobre el “oro negro”, ya que en medio de una trágica y lenta agonía, vemos a México todavía luchar contra los demonios que manejan los gobiernos y que amasan fortunas abusando del poder y de las bondades de los beneficios de la gente buena y de la pródiga naturaleza de este país.

Sin embargo esa máquina que ellos mismos han echado a andar (por largos años); ha  generado tal dinámica de encono social, que llegará el momento (ya no tarda) que les será imposible de controlar.

Viene junto con pegado nuevamente, el tema petróleo, ya que hace un par de días le explotó el gas en la cara vía Odebrecht y sus propinas, a Emilio Lozoya Austin, quien fungiera como ex director de Pemex en el inicio de este aterrador gobierno, y se supone compinche personal y muy cercano a Peña Nieto.


En breve: Odebrecht es un conglomerado de origen brasileño, dedicado a los negocios de ingeniería y construcción; y tiene participación también en la manufactura de productos químicos y petroquímicos. Fue instituida como compañía en 1944 por el señor Norberto Obredecht. Este enorme y poderoso grupo, tiene presencia en Sudamérica, América Central, Las Antillas, Norteamérica (México), África, Europa y Medio Oriente. (Wikipedia).


La relación de nuestro país con dicha empresa, data de los años del PAN (Partido Acción Nacional) con Felipe Calderón. Pero esa (corrupta) conexión, se hizo más estrecha a principios del 2012, cuando prácticamente iniciaba la carrera presidencial Enrique Peña Nieto; y que entre sus “corredores” de confianza, por supuesto se encontraban este nefasto y controvertido individuo llamado Emilio Lozoya (a quien ya se le destapó su cloaca); y el mismísimo sicalíptico Javier Duarte quien también metió la cola con esta compañía, llevándose obras a Veracruz, a su bolsillo y al de su tenebrosa esposa (cuando estaba al frente del estado), y por supuesto ayudando a su “Pastor Atlacomulqueño” a ganar inmundamente la silla de Los Pinos. (Razón por la que no le hacen nada).


Así que para llegar al grano, tres importantes ejecutivos de Odebrecht, bajo juramento ante la ley de Brasil, señalaron que Emilio Lozoya Austin, recibió (en 2012) de su parte -10 millones de dólares-, a cambio de brindarles su apoyo para conseguir contratos de obra pública y de Pemex, ya que se veía venir (ojo) que de ganar Peña Nieto la presidencia de México, el susodicho accedería a un importante puesto; como sucedió.


Como era de esperarse, Lozoya niega categóricamente las imputaciones que le achacan, sobre la solicitud y recepción de propinas, rimbombantemente llamados “sobornos”. Lo que curiosamente tienen toditos bien calladito (empezando por él), es que la empresa Odebrecht, estaba segura (amén de contenta), que el presidente de México sería Emilio Lozoya Austin y no Enrique Peña Nieto.


Aquí las preguntas serían: ¿Por la cara de preocupación y espanto (visible) de Lozoya Austin y el enojo y acartonamiento (visible) de Peña Nieto; tal vez el ex director de Pemex, cuando llevó a cabo –los tratos-, les hizo creer que así sería; o tal vez fue encono al más puro estilo priísta, por quitarle la postura? ¿Alguien sabe, alguien supo? ¡Vale la pena reflexionarlo!


miércoles, 9 de agosto de 2017

VANGUARDIA





VANGUARDIA

Luz María Sánchez Rovirosa


"La herejía de hoy es casi seguramente el dogma de mañana". Mariátegui.


Leyendo como de costumbre las noticias sobre el quehacer político, sobre todo de la entidad guerrerense (sin dejar de lado la importancia de la información nacional e internacional, que mucho nos compete); me llamó la atención la reciente declaración del gobernador Héctor Astudillo, en la cual resalta que Guerrero se colocó a la vanguardia contra la corrupción con la reciente aprobación (Congreso Local) de nueve leyes en esta materia; que el estado avanza y ya no estamos colocados en los primeros lugares de “todo lo malo”; pero que aún faltan cosas por hacer.

Primero vamos a comentar ¿qué significa el término vanguardia asociándolo a la política? Vanguardia en su sugerencia, hace referencia principalmente al arte, es decir, a la estética. Pero es correcto también su uso para aplicarlo al quehacer político, como es en el caso que nos ocupa.

Así que la “vanguardia política”, hace total referencia a un presente que solo puede comprenderse como un futuro mejor, y que la mayoría de las veces llegará antes de lo previsto, es decir, como una aceleración positiva de una actualidad (no tan buena o negativa), y que lo más común es que necesariamente tendrá que ser, prácticamente de inmediato.

Sin duda alguna, la definición en sí (esencia) de la palabra vanguardia, es complicada de comprender, cuanto más será aplicada a la política, como algo que pareciera surreal.

La cuestión es, que el gobernador Astudillo escogió utilizar el adjetivo, para calificar (erróneamente) uno de los más graves problemas que tiene Guerrero (y todo México) que es la corrupción, y que con la aprobación de esas -nueve nuevas leyes- (que la mayoría de la sociedad no conoce), el estado de ninguna manera puede estar a la vanguardia sobre este delicado y grave tema; que más bien parece una amañada estrategia mediática.

La corrupción en el México actual y Guerrero no es la excepción, tiene una historia compleja y sin identidad, ya que la facilidad y la cómoda amplitud que se otorga para violar la ley, ha dado origen a los cada vez más nefastos grupos delictivos, que son producto de un tejido político, económico, social y cultural, que sin duda se ha moldeado bajo el esquema de una supuesta economía en beneficio propio, no para el beneficio del bien común (a base de terroríficos desvíos de recursos que han dejado en la miseria al pueblo, lavado de dinero, enriquecimiento ilícito, peculado, etc.); en la cual se han construido espacios de un poder condensado, donde a todo descaro, los narcotraficantes y políticos conviven ya no tan sutilmente.

Lamentablemente mientras que para algunos privilegiados (entre ellos Héctor Astudillo S.A. de C.V) esta forma de vida (¿?) representó la oportunidad para colocarse en la –cúspide del poder-. Pero para otros (la mayoría) ha sido un cruel desafío para poder sobrevivir y tratar de construirse un futuro mejor; ya que las políticas neoliberales consuetudinarias del PRI, de olvido y abandono, han dejado a su suerte el escaso crecimiento económico y la movilidad social del país a su esfuerzo propio, plagando (en este caso) la historia de Guerrero (y de otros estados del país) de miseria, desigualdades, violencia, exclusiones y arbitrariedades propiciadas por la mismas leyes que según Astudillo, son vanguardistas. Lamentable.

Pasando rápidamente a otro tema, pero siempre entrelazados, tenemos que entender como sociedad, como pueblo, que en estos momentos existe una gran incertidumbre sobre el futuro de México, sobre todo ya casi entrando en la recta final rumbo al 2018.

Algo tenemos que hacer para escoger bien la mejor forma de librar pacíficamente con nuestros desacuerdos políticos, cada vez más tensos, que al final de cuentas, si volteamos a ver la historia, solo nos han traído desatino, angustia y dolor.

Debemos considerar la participación política, como una forma de vida, aquí sí “vanguardista”, y no solo con nuestro importantísimo deber en las urnas. Esta participación que implica y obliga a estar bien informados de cómo funciona el gobierno, quiénes son sus representantes y por qué fueros escogidos (por amistad o por capacidad) y cómo realizan sus funciones; y en la manera de lo posible, aun cuando sean rudimentarios, tener conocimientos de economía, para entender si manejan bien o no nuestro dinero.


La Educación, vuelve a ser el punto de inflexión y la conclusión inevitable es que los grandes y graves problemas de corrupción, injusticia, abuso, impunidad, etc., que tienen a México en el “despeñadero”, sin duda es, porque la sociedad por ignorancia, por desidia, por desinterés, por miedo o por conveniencia, no nos hemos ocupado de “la cosa pública”, y entendiéndolo mejor: “de la Cosa Nostra”. ¡Vale la pena reflexionarlo!

miércoles, 2 de agosto de 2017

"A FUEGO LENTO"





“A FUEGO LENTO”

Luz María Sánchez Rovirosa


“La justicia no consiste en dar a todos por igual, sino a cada uno lo que se merece”. Anónimo.


Que la humanidad ha vivido en guerra es una conjetura cierta. Pero que la humanidad se debata en esta constante, buscando la armonía social y la convivencia, el “orden y la paz”, no puede seguir siendo, desde el punto de vista moral, ético, político, económico y social, una justificación para alcanzar estos fines.

Las consecuencias de la guerra para la vida humana, para el desarrollo sostenible de los pueblos, los atropellos contra la naturaleza, la desolación, el hambre, las enfermedades, la muerte, las epidemias, el impacto psicológico, las  incapacidades y el odio, superan en mucho cualquier justificación que se quiera dar para tranquilizar las conciencias de quienes toman estas decisiones y arrastran a las sociedades en una cadena sin fin de desesperanza; donde derechos humanos, son fácilmente pisoteados.

¿Pero por qué me asomo hoy a las guerras; hablando no solamente de las que se consuman con armas de fuego? Porque como pueblo no hemos podido despegarnos del muro de las lamentaciones que nos impiden empezar a construir y a reconstruir algo mucho mejor, para el futuro de los que vienen detrás.
  
Ante este breve prólogo bélico, aterrizamos en el estado de Guerrero y en el puerto de Acapulco (viendo a éste desde la importancia de ser el más “fuerte” recolector de recursos decentes (para toda la entidad). Estos lugares devastados por la violencia y el crimen que tiene a la sociedad inmersa y completamente desprotegida, en una herrumbrada espiral de violencia y en una cruenta guerra que parece no tener fin; que a las luces se mira auspiciada por los gobiernos (de ayer y hoy), que no han tenido sentido común, y que parecen estar incrustados en ese espantoso quehacer, sin poder o querer despegarse.

Entonces surge la pregunta obligada: ¿Es o no guerra la indecencia ver hasta el cansancio las fotos explícitas en los diarios, de las matazones y los descuartizados? ¿Es o no guerra lo inmoral que es que nuestros hijos y nietos vean como parte del paisaje natural de Guerrero y de Acapulco los anuncios espectaculares con fotos y leyendas explícitas y obscenas de los “servicios sexuales”, más los rótulos en los “traseros” de los camiones? Así mismo ¿Será o no será guerra lo indecoroso ver los pintarrajeados diabólicos que orgullosos ostentan los camiones urbanos? ¿Y será o no será guerra visual y moral ver por todos lados, a los políticos que nos roban por “los siglos de los siglos”, haciéndonos creer que han hecho cosas por el bien común? ¿Es o no guerra que te involucren con la “maña”, solo porque tuviste la mala fortuna y el terror de que se te atravesaran en tu camino? ¿Es o no guerra que salgan de sus casas tus seres queridos y amigos o tú mismo con el temor de que no regresen no regresar? ¿Es o no guerra, la espantosa carencia de supervivencia creciente, que apalea, empobrece y margina?

Caray, con todo respeto, “autoridades” que avalan toda esta fatídica guerra contaminada, nociva y pervertida que nos consume dolorosamente “a fuego lento”; que para hacer bien su trabajo, tendrán que leer algo sobre axiología, que cambie la esencia de su ser. Pobre Acapulco, pobre Guerrero.

Pasando a otro tema local, pero entreverado y bélico también, aun cuando merece un mención completa y aparte, me gustaría hacer un breve comentario sobre CAPAMA, Paramunicipal que se supone se debería encargar del servicio eficiente de la dotación de Agua Potable a los hogares del puerto de Acapulco; pero que desafortunadamente desde lejanos días, ha sido llamada “la caja chica” del Ayuntamiento (sin duda), y que hoy en el gobierno del excelso alcalde Evodio Velázquez Aguirre, se ha convertido en “la caja extra-grande”; transformando a la dependencia en un desgarriate.

Asomándonos a las recordadas e históricas fuentes de abastecimiento de uso colectivo (manantiales) como Palma Sola, La Aguada, Aguas Blancas, y el famosísimo Pozo de la Nación; pasando por la creación de La Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Acapulco (CAPAMA); hasta el 29 de abril de 1994, que con las reformas de la Ley, la institución se convierte en un Organismo Fiscal Autónomo; se transforma (ante nuestras narices) felizmente en el regocijo financiero de los gobiernos en turno (en este caso) de todititos sus familiares, amigos, compadres, etc., dejándola completamente seca y de lado para el servicio a la comunidad. Pero esta, es otra historia. ¡Vale la pena reflexionarlo!  

"A FUEGO LENTO"





“A FUEGO LENTO”

Luz María Sánchez Rovirosa


“La justicia no consiste en dar a todos por igual, sino a cada uno lo que se merece”. Anónimo.

Que la humanidad ha vivido en guerra es una conjetura cierta. Pero que la humanidad se debata en esta constante, buscando la armonía social y la convivencia, el “orden y la paz”, no puede seguir siendo, desde el punto de vista moral, ético, político, económico y social, una justificación para alcanzar estos fines.

Las consecuencias de la guerra para la vida humana, para el desarrollo sostenible de los pueblos, los atropellos contra la naturaleza, la desolación, el hambre, las enfermedades, la muerte, las epidemias, el impacto psicológico, las  incapacidades y el odio, superan en mucho cualquier justificación que se quiera dar para tranquilizar las conciencias de quienes toman estas decisiones y arrastran a las sociedades en una cadena sin fin de desesperanza; donde derechos humanos, son fácilmente pisoteados.

¿Pero por qué me asomo hoy a las guerras; hablando no solamente de las que se consuman con armas de fuego? Porque como pueblo no hemos podido despegarnos del muro de las lamentaciones que nos impiden empezar a construir y a reconstruir algo mucho mejor, para el futuro de los que vienen detrás.
  
Ante este breve prólogo bélico, aterrizamos en el estado de Guerrero y en el puerto de Acapulco (viendo a éste desde la importancia de ser el más “fuerte” recolector de recursos decentes (para toda la entidad). Estos lugares devastados por la violencia y el crimen que tiene a la sociedad inmersa y completamente desprotegida, en una herrumbrada espiral de violencia y en una cruenta guerra que parece no tener fin; que a las luces se mira auspiciada por los gobiernos (de ayer y hoy), que no han tenido sentido común, y que parecen estar incrustados en ese espantoso quehacer, sin poder o querer despegarse.

Entonces surge la pregunta obligada: ¿Es o no guerra la indecencia ver hasta el cansancio las fotos explícitas en los diarios, de las matazones y los descuartizados? ¿Es o no guerra lo inmoral que es que nuestros hijos y nietos vean como parte del paisaje natural de Guerrero y de Acapulco los anuncios espectaculares con fotos y leyendas explícitas y obscenas de los “servicios sexuales”, más los rótulos en los “traseros” de los camiones? Así mismo ¿Será o no será guerra lo indecoroso ver los pintarrajeados diabólicos que orgullosos ostentan los camiones urbanos? ¿Y será o no será guerra visual y moral ver por todos lados, a los políticos que nos roban por “los siglos de los siglos”, haciéndonos creer que han hecho cosas por el bien común? ¿Es o no guerra que te involucren con la “maña”, solo porque tuviste la mala fortuna y el terror de que se te atravesaran en tu camino? ¿Es o no guerra que salgan de sus casas tus seres queridos y amigos o tú mismo con el temor de que no regresen no regresar? ¿Es o no guerra, la espantosa carencia de supervivencia creciente, que apalea, empobrece y margina?

Caray, con todo respeto, “autoridades” que avalan toda esta fatídica guerra contaminada, nociva y pervertida que nos consume dolorosamente “a fuego lento”; que para hacer bien su trabajo, tendrán que leer algo sobre axiología, que cambie la esencia de su ser. Pobre Acapulco, pobre Guerrero.

Pasando a otro tema local, pero entreverado y bélico también, aun cuando merece un mención completa y aparte, me gustaría hacer un breve comentario sobre CAPAMA, Paramunicipal que se supone se debería encargar del servicio eficiente de la dotación de Agua Potable a los hogares del puerto de Acapulco; pero que desafortunadamente desde lejanos días, ha sido llamada “la caja chica” del Ayuntamiento (sin duda), y que hoy en el gobierno del excelso alcalde Evodio Velázquez Aguirre, se ha convertido en “la caja extra-grande”; transformando a la dependencia en un desgarriate.
Asomándonos a las recordadas e históricas fuentes de abastecimiento de uso colectivo (manantiales) como Palma Sola, La Aguada, Aguas Blancas, y el famosísimo Pozo de la Nación; pasando por la creación de La Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Acapulco (CAPAMA); hasta el 29 de abril de 1994, que con las reformas de la Ley, la institución se convierte en un Organismo Fiscal Autónomo; se transforma (ante nuestras narices) felizmente en el regocijo financiero de los gobiernos en turno (en este caso) de todititos sus familiares, amigos, compadres, etc., dejándola completamente seca y de lado para el servicio a la comunidad. Pero esta, es otra historia. ¡Vale la pena reflexionarlo!