¿HACIENDO MALETAS?
Luz María Sánchez Rovirosa
“Hay quienes se espantan con la mortaja; pero se abrazan
del muerto”. Refrán Popular.
Vamos a empezar el artículo de hoy, haciendo
mención de la palabra “preocupación”; que según referencias del diccionario
significa: “Estar en un estado de inquietud y temor producido por una situación
problemática”. Independientemente que se centra el interés, sobre el asunto que
causa la preocupación.
Obviamente que toda preocupación surge por
alguna razón de importancia, que lleva a las personas a pensar que algo
(negativo) pueda suceder anticipándose a los hechos, dada la importancia y
lógica de los indicios que se nos muestran.
De lleno en el tema de hoy, vale la pena
preguntarnos la razón del por qué (no todos), nos estamos preocupando (y mucho)
de manera anticipada por los fuertes rumores y (repetidas) menciones sin visos
de descartar; que el alcalde de Acapulco Jesús Evodio Velázquez Aguirre, pronto
(diciembre) dejará el Ayuntamiento, para arroparse en el fuero de una
senaduría, sabedor de todos los desperfectos y barbaridades que ha cometido en
detrimento del puerto y alrededores, durante su gestión, empezando por el mal y
dudoso manejo que ha hecho de los recursos públicos.
Estamos muy preocupados porque si este
“supuesto” se convierte en realidad: Primero ¿en manos de quién dejará a
Acapulco? ¿Con qué recursos podrá gestionar el “nuevo inquilino (a) para seguir
¿trabajando? en los deplorables servicios que dejaría aventados, como son de
limpia, de alumbrado público, bacheo, obras inconclusas, ambulantes, el
fracasado turismo; ecología, la pésima atención en servicios de salud y del
abastecimiento de agua (CAPAMA), considerados como atentados a la vida digna de
los acapulqueños?
Y ¿Cuánto nos demoraríamos en hablar sobre el
tema “Seguridad”, sin duda un flagelo que golpea fuertemente al puerto de
Acapulco, siendo considerada (con razón) como la segunda ciudad más violenta
del mundo, en la cual triste y peligrosamente día a día se incrementan más los
delitos criminales de todo tipo que tienen a Acapulco sumido en la violencia,
en la desesperación y por supuesto en la preocupación de que esto siga
perturbando tan gravemente la vida de la comunidad?
Si resulta cierto que la corriente política
“Nueva Mayoría” del partido del Sol Azteca (PRD) a la cual pertenece Evodio;
con toda la falta de ética, responsabilidad y pasándose por alto al electorado
que lo favoreció para ocupar el cargo, recientemente lo destapó estando en
funciones ¿Se podrá creer en la paz de los sepulcros?
Si Evodio Velázquez Aguirre se encuentra
haciendo sus maletas para emprender el vuelo como una “ave de carroña”,
entonces ya basta de esa resistencia protagónica, de berrinches y alardeos, de
absurdas y estúpidas actitudes y declaraciones carentes de sentido común. Que
se vaya, que se lleve a su espantosa y corrupta comitiva y que ya no nos
afecten más.
Lamentable lo que nos sucede, porque aun
cuando Evodio se vaya por un túnel oscuro, es intransigente que lo haga con semejante
impunidad, que nada tiene que ver con el ejercicio de la justicia, que no
conoce.
Con mucha preocupación, tenemos que ver que
este (otro) caso, no se nos vaya a saltar la línea que separa lo tolerable de
lo intolerable, porque las acciones cometidas por este gobierno, de ninguna
manera son permisibles, ya que vulneran los principios que protegen la
integridad del ser humano.
Así que dentro de esta lógica elemental,
jamás un gobierno puede soslayar delitos y crímenes cometidos contra el pueblo
que gobierna y que permite que se conviertan en una costumbre más. La impunidad
destruye la confianza del pueblo, que se vuelve con mucha preocupación testigo,
de la “legitimidad” de las conductas equivocadas. ¡Vale la pena
reflexionarlo!