jueves, 26 de octubre de 2017

¿PREPARANDO MALETAS?






¿HACIENDO MALETAS?


Luz María Sánchez Rovirosa


“Hay quienes se espantan con la mortaja; pero se abrazan del muerto”. Refrán Popular.



Vamos a empezar el artículo de hoy, haciendo mención de la palabra “preocupación”; que según referencias del diccionario significa: “Estar en un estado de inquietud y temor producido por una situación problemática”. Independientemente que se centra el interés, sobre el asunto que causa la preocupación.


Obviamente que toda preocupación surge por alguna razón de importancia, que lleva a las personas a pensar que algo (negativo) pueda suceder anticipándose a los hechos, dada la importancia y lógica de los indicios que se nos muestran.


De lleno en el tema de hoy, vale la pena preguntarnos la razón del por qué (no todos), nos estamos preocupando (y mucho) de manera anticipada por los fuertes rumores y (repetidas) menciones sin visos de descartar; que el alcalde de Acapulco Jesús Evodio Velázquez Aguirre, pronto (diciembre) dejará el Ayuntamiento, para arroparse en el fuero de una senaduría, sabedor de todos los desperfectos y barbaridades que ha cometido en detrimento del puerto y alrededores, durante su gestión, empezando por el mal y dudoso manejo que ha hecho de los recursos públicos.


Estamos muy preocupados porque si este “supuesto” se convierte en realidad: Primero ¿en manos de quién dejará a Acapulco? ¿Con qué recursos podrá gestionar el “nuevo inquilino (a) para seguir ¿trabajando? en los deplorables servicios que dejaría aventados, como son de limpia, de alumbrado público, bacheo, obras inconclusas, ambulantes, el fracasado turismo; ecología, la pésima atención en servicios de salud y del abastecimiento de agua (CAPAMA), considerados como atentados a la vida digna de los acapulqueños?


Y ¿Cuánto nos demoraríamos en hablar sobre el tema “Seguridad”, sin duda un flagelo que golpea fuertemente al puerto de Acapulco, siendo considerada (con razón) como la segunda ciudad más violenta del mundo, en la cual triste y peligrosamente día a día se incrementan más los delitos criminales de todo tipo que tienen a Acapulco sumido en la violencia, en la desesperación y por supuesto en la preocupación de que esto siga perturbando tan gravemente la vida de la comunidad?


Si resulta cierto que la corriente política “Nueva Mayoría” del partido del Sol Azteca (PRD) a la cual pertenece Evodio; con toda la falta de ética, responsabilidad y pasándose por alto al electorado que lo favoreció para ocupar el cargo, recientemente lo destapó estando en funciones ¿Se podrá creer en la paz de los sepulcros?


Si Evodio Velázquez Aguirre se encuentra haciendo sus maletas para emprender el vuelo como una “ave de carroña”, entonces ya basta de esa resistencia protagónica, de berrinches y alardeos, de absurdas y estúpidas actitudes y declaraciones carentes de sentido común. Que se vaya, que se lleve a su espantosa y corrupta comitiva y que ya no nos afecten más.


Lamentable lo que nos sucede, porque aun cuando Evodio se vaya por un túnel oscuro, es intransigente que lo haga con semejante impunidad, que nada tiene que ver con el ejercicio de la justicia, que no conoce.


Con mucha preocupación, tenemos que ver que este (otro) caso, no se nos vaya a saltar la línea que separa lo tolerable de lo intolerable, porque las acciones cometidas por este gobierno, de ninguna manera son permisibles, ya que vulneran los principios que protegen la integridad del ser humano.



Así que dentro de esta lógica elemental, jamás un gobierno puede soslayar delitos y crímenes cometidos contra el pueblo que gobierna y que permite que se conviertan en una costumbre más. La impunidad destruye la confianza del pueblo, que se vuelve con mucha preocupación testigo, de la “legitimidad” de las conductas equivocadas. ¡Vale la pena reflexionarlo!  

jueves, 19 de octubre de 2017

¡REMEMBRANZA EN ROSA!


¡REMEMBRANZA EN ROSA!


Luz María Sánchez Rovirosa


“Gracias a la vida, que me ha dado tanto….” Violeta Parra.



¿Qué pasa por la mente de una mujer en el momento en que le dicen que tiene cáncer de mama?


Cuando uno escucha por primera vez la palabra cáncer asociada a un diagnóstico propio, y de pronto te enteras bien que lo tienes, suena a sentencia de muerte, y de verdad sientes que ves la muerte. Escuchar esa voz, es horrible, es como si el mundo se derrumbara frente a ti en un instante y de repente comienzas a girar en una espiral de dolor, y uno se pregunta ¿Pero yo qué hice? No es posible que esto me suceda a mí ¿Por qué? si todavía tengo ganas de vivir, si todavía necesito vivir.


Así en ocho días mi vida cambió. Simplemente estaba aterrada, sin fe, ni esperanza, sintiendo que tenía un enemigo dentro de mí, que podía llegar a causarme la muerte, y sin embargo ¿Con qué armas enfrentaría la terrible batalla si no sabía nada de él?


Trágica y desconcertada, empecé a lidiar con frases como “uno nunca sabe, disfruta lo que tienes hoy en día, ten fe y sólo concéntrate en que todo va a salir bien. Y de verdad fueron estos comentarios los que calaron mis sentimientos y me llevaron a pensar, que aceptar la incertidumbre de un pronóstico de vida no es nada fácil, pues yo hablaba en aquel entonces de vivir por lo menos 70 años, y en esos momentos, ni siquiera sabía si iba a seguir viviendo.


Esta experiencia marcó mi vida en un antes y un después, la que me llevó a tener un curso acelerado de extra madurez, la que me obligó a generar todo un replanteamiento de lo que yo hacía, de cómo era mi vida, de cómo me estaba proyectando y de lo que quería hacer conmigo misma, con mi familia, con mi entorno y con mi futuro. Así que parada en esa línea miré dos opciones: Vivir por lo que decían las estadísticas o vivir por las ganas de vivir; transformar mis pensamientos y mis sentimientos para no darle lástima a nadie; para decirme “yo puedo”, “soy capaz de lograrlo”, “voy a salir adelante” y créanme, tomé con infinita y profunda convicción la decisión de vivir y repetirme una y otra vez “YO TENGO CÁNCER, PERO EL CÁNCER NO ME TIENE A MI”.


Entendí cómo Dios me estaba dando la oportunidad de mirarme en un espejo para identificar que la esencia, ese ser maravilloso que hay dentro de cada persona, es la fe en Él, (como cada quien lo vea y lo sienta), esa fe que nos permite superar todo lo que nos proponemos; y así me di cuenta también, porque Dios es infinitamente bueno, que las únicas barreras que limitan nuestro propio crecimiento, son las que nos ponemos nosotros mismos.


Esta experiencia extrema, reafirmó mi seguridad y mi autoestima, de que lo importante no es la belleza externa, o un cuerpo delgado y perfecto o tu propiedad material; si no eres tú, en tu interior; y esa valía me ayudó a aceptar con gusto, aun cuando no sin sufrimiento y dolor, mi “nueva” imagen corporal momentánea: sin pelo, sin cejas ni pestañas, hinchada, ojerosa y amarilla; pero lo más importante es que me ayudó a sentirme completa y contenta sin la mitad de mi seno izquierdo. Aprendí a respetarme, a aceptarme y a quererme, por lo que yo soy.


Todos estos sentimientos, pero sobre todo, la seguridad de que Dios tenía como tantas otras veces sus ojos puestos en mi humilde persona y en ese momento en mi enfermedad, me permitió tener menos efectos negativos, ante los difíciles y dolorosos tratamientos que me realizaron durante muchos, muchos meses.


Por eso, cuando vuelvo la hoja atrás y examino lo que viví y lo que aprendí, doy gracias a la vida y recuerdo la mano extendida de mi esposo, de mis hijas, de mi nieta, de mi familia, de mi familia política, de mis amigos, de todas las personas que oraron con tanta fe y pidieron por mi salud y por mi vida, por tanto cariño y generosidad que encontré en mi alrededor, en mis médicos, su ética, en las personas que me apoyaron en los diferentes y difíciles procesos de rehabilitación. Sí Dios mi Padre “Gracias a la vida que me ha dado tanto”, pero sobre todo, “Gracias Dios mío” que me has dado tanto, para aprender y para crecer, para encontrar en tu amor, lo que nos hace grandes, para que los problemas se vuelvan chiquitos. Pero ante todo, esta gran lección, me enseñó a perdonar y a no tener resentimientos.



Hoy, no es la primera vez estoy frente a ustedes platicándoles mis vivencias del alma, y lo sigo haciendo porque estoy convencida, de que uno de los propósitos de mi vida es poder servir a los demás, compartiendo mis humildes conocimientos y mi experiencia, para decirles que: “El Cáncer de Mama detectado a tiempo, no es una sentencia de muerte, sino una oportunidad de renacer”. “Que no senos olvide” ¡Vale la pena reflexionarlo en rosa!

miércoles, 11 de octubre de 2017

¿IN-DEPENDIENTE?





¿IN-DEPENDIENTE?

 Luz María Sánchez Rovirosa

 “Los días se van y el pobre calendario, se siente adelgazar de modo extraordinario” Gabilondo Soler “Cri Cri.

Inicio mi artículo, externando mi sensible pésame a los amigos de este Diario, especialmente a Lic. Lucila Peláez (Directora), y de corazón a Sonia Amelio; por la partida a La Casa del Padre, de nuestro querido y respetado compañero de Página Editorial por muchos años, Don Luis de la Hidalga. Descanse en Paz.

Los días pasan y pasan cada vez más veloces. Los movimientos estratégicos pero chocantes de los partidos políticos para las próximas elecciones del 2018 (especialmente para presidente de México), más la novedad, lo que está de moda, es decir, los candidatos (In) dependientes, o sea, los aspirantes de toda estirpe, linaje o alcurnia política para adornar Los Pinos, ya están pululando a la vuelta de la esquina.

En el diario escuchar y leer criterios, polémicas, perspectivas,  indirectas, etc., de lo que ya es un hecho: las próximas elecciones; debemos, tenemos que prepararnos para elegir con criterio el perfil de cada candidato (a), pensando primero en la mujer o en el hombre, no en el partido o en las ataduras.

La primera pregunta que surge: ¿Será el 2018 un año político para todo el país, o solamente será asunto de la “clase política” con sus volátiles programas y esquizofrénicos proyectos, en busca de clientela para que los apoyen con sus votos? ¿O será un quimérico año en el cual la sociedad ya no será ni sumisa, acomodaticia, o espectadora ante las diferentes “cuestiones” de los partidos políticos y/o de sus candidatos in dependientes?

Como resultado de una de las tantas reformas en materia electoral (ya viva esta figura), en las próximas elecciones del 2018, los ciudadanos electores podrán otorgar su sufragio a los candidatos independientes (que llenen los requisitos jurídicos), es decir, ciudadanos que (supuestamente) no militan en ningún partido político y que buscan un puesto de representación popular; llámese presidente de la República, senadores, diputados, ejecutivos estatales, alcaldes, -y lo que se acumule-.


Aquí hay que poner atención que no estamos hablando de capacidad, solo de posibilidad, sin embargo, los candidatos independientes (pueden) y podrán ser (de alguna manera) la respuesta que buscan miles y miles de ciudadanos que no encuentran afinidad, ni se identifican con las diversas “corrientes” políticas de los (demasiados) partidos.


Los candidatos partidistas dependientes, co-dependientes o in-dependientes, tienen que sentarse en la realidad del país, de que los problemas sociales como la pobreza, el hambre, el desempleo, la violencia, la inseguridad, la falta de atención en salud, en educación, etc., no son simplemente datos de estadística, de orden económico o jurídico, sino signos de nuestro tiempo; es la presencia de estructuras de injusticia que nos grita que la sociedad ya no puede permanecer indiferente y permisiva, ni siquiera neutrales ante esta situación.

Por esta razón, hay que recordar que la democracia no es la emisión del voto en las urnas por los ciudadanos, pero quizá sí empieza por ahí. La democracia es la actitud saludable, no sobornable de esa participación de la sociedad; es lograr vigilando y exigiendo (por derecho propio), que esos proyectos y programas políticos propuestos (con nuestro dinero), no se queden en simples promesas, ni en las bolsas ajenas.

Ahora bien, el profesional político-candidato (de cualquier razón social), se podría definir como la persona que entiende perfectamente que la política es una actividad organizada y concreta, destinada a lograr el bienestar común; y que se dedica a construir delicadamente esa compleja trama que liga al ciudadano con las instituciones gubernamentales, es decir, la relación estrecha entre el consenso y la representación.


No se trata solamente de la elección formal (2018), que nos cuesta mucho esfuerzo y mucho dinero, sino de escoger a una mujer o a un hombre idóneo (a), que en primer lugar no se vaya a embolsar el dinero que tanta falta nos hace; pero sobre todo, necesitamos un hombre o una mujer, que no continúe sacrificando la nutrición, la salud y la educación de los niños y de los jóvenes, para crear más tarde, una sociedad de seres manipulables y dóciles a las imposiciones y a las dictaduras. ¡Vale la pena reflexionarlo!