miércoles, 10 de abril de 2019

"DIPLOMACIA INTERNACIONAL"







“DIPLOMACIA INTERNACIONAL”


Luz María Sánchez Rovirosa


“Las cadenas del hábito son generalmente demasiado débiles para que las sintamos, hasta que son demasiado fuertes para que podamos romperlas”. Samuel Jonson.


La Xenofobia es el miedo o rechazo hacia lo extranjero, marcada especialmente a los grupos étnicos y de raza. Su etimología proviene del griego xénos extraño, extranjero y phobos miedo.

Todavía en pleno siglo XXI, es muy común observar como existen demasiadas personas que poseen en su ADN características específicamente discriminatorias por lo cual, no pueden reprimir su falta de escrúpulos, inclusive les es imposible controlar su odio, su desprecio y discriminación a personas distintas a como se consideran ellos o de otros países. Tal es el caso de Donald Trump con México.

Breve explicación, para dar paso al tema de “Diplomacia Internacional”, que ya pasa de ser preocupante a ser aterrorizante. Después de leer con detenimiento las declaraciones del presidente Donald Trump, me queda muy claro que las repercusiones negativas y (sin exagerar) fatales para México, no son palabrerías al aire, sino una amenazante y cada vez más grave realidad.

¿De verdad me inquieta qué actitud irá a tomar el gobierno de México, ante las amenazas y las humillaciones, vejaciones, desprecios e insultos injustos e inmerecidos que diariamente recibimos socarronamente de este patético personaje, ante el anuncio de las fuertes y comprometedoras embestidas financieras que señala para nuestro país, por demás comprometido también con su frontera sur? 
¿Y me intranquiliza más nuestro futuro, porque el gobierno de Peña Nieto junto con el aprendiz Videgaray, dejaron una fatídica herencia la cual permitió a Estados Unidos aprovecharse de México? 
Y uno se pregunta ¿Por qué nuestro país ha vivido centenas de años atormentado entre diferentes luchas y empujones bajo el yugo maldito de los “gringos? Nunca deberían haber permitido que nuestro futuro político, social y económico dependiera de las decisiones que se tomen desde Washington, donde la integridad y la dignidad de los mexicanos es dramáticamente y consuetudinariamente pisoteada. 
El tiempo pasa y seguimos inmersos en esta decadencia humana por costumbre, por ese influjo de conformismo o sumisión que caracteriza al mexicano, esperando tal vez, que la crisis sin precedentes no sea la financiera. Pero cuidado, porque la crisis de valores de una sociedad, por experiencia, siempre cobra factura; y al final agobiados como siempre ignoramos lo qué y quiénes somos, para aceptar lo qué y quiénes dicen que somos, y orillados por la conveniencia o por comodidad estamos perdiendo la capacidad de reflexionar.

¿Pero, por qué ha sucedido esto? Sin duda alguna por la sádica repercusión que hemos tenido de gobiernos tras gobiernos arbitrarios. Pero sorpresa hablando de sadismo, tiranía y locura, hace un par de días el presidente de Estados Unidos dijo: qué si México no detiene la migración, pondrá altos aranceles para los autos que nuestro país ensambla y que exporta hacia esa nación, amén de un gran impuesto fronterizo para quienes quieran vender productos en su país, y si no sucede así, cerrará la frontera. ¿No le creen, entonces quién se atreve a jugar ahorcados con él en el muro?

Hay que preguntarnos si esta extraña actitud nos hace tan felices (individualmente), que nos hemos olvidado del prójimo; y cuál es la razón quizá en la cual participamos de forma pasiva o por inercia, de que no nos importe que los demás pisoteen nuestra dignidad, integridad, nuestro orgullo, nuestro honor, nuestro mérito, nuestro respeto, es decir, nuestra vida. ¡Vale la pena reflexionarlo!



miércoles, 3 de abril de 2019

¿EN QUÉ MOMENTO SE SOLTARON LOS DEMONIOS?





¿EN QUÉ MOMENTO SE SOLTARON LOS DEMONIOS?


Luz María Sánchez Rovirosa


“Cuando uno no vive como piensa, acaba pensando como vive”. Gabriel Marcel



Hoy quiero iniciar con una breve reflexión (porque no quiero dejar de mencionar mi angustia ante lo que está sucediendo en México), sobre la posición de los opositores, los antagónicos, adversarios incompatibles etc., que ya en muchas ocasiones (a muchos) nos han quitado el sentido de las palabras, para expresar alguna razón que nos haga entender, que nos haga encontrar alguna respuesta a semejante miseria moral, a semejante perversidad.

Entiendo perfectamente que Andrés Manuel López Obrador, no es una “pera en dulce”, y entiendo también que como ciudadanos podemos y debemos tener diferencias incluyendo las políticas; pero de eso a que por que no sea nuestro presidente favorito, tengamos que meterle el pie ante todas las acciones de gobierno se me hace una acción de podredumbre humana, ante una grave situación que pone en riesgo al país, no nada más a nuestros gustos, caprichos y deseos individuales.

Un porcentaje del pueblo de México (políticos y fieles) tienen sus mentes ocupadas en la idea fija de la partida de quien consideran como un elemento nocivo para el país, más que nada, como única opción de ser la posible solución a sus gustos y preferencias; sin tener en cuenta que los demás de los demás, ya nos dimos cuenta que para y por ello están trabajando, aun cuando otros muchos están durmiendo en sus laureles (como siempre), ausentes de este importante pero demoniaco proceso que salta a la vista.

Pero vamos ya a acercarnos al tema que hoy nos ocupa y entrelazando la historia que se cuenta y la que casi no se cuenta, entre espionaje y guerra, hace ya muchos años nació la empresa Petróleos de México (PEMEX), con un clarísimo decreto que establecía, que la industria petrolera no podía ser adquirida, poseída o explotada por particulares y mucho menos por extranjeros. Y la historia que sí se cuenta dice que el gobierno de Enrique Peña Nieto aprovechando su investidura, modifico el decreto (a modo) y encontró -ipso facto- países compradores con quienes México firmó contratos millonarios. Y entonces nos preguntamos ¿Cuándo se vendió uno de nuestros patrimonios nacionales y nos embargó el patético coraje: desde antes o hasta después?

Hoy tenemos noticias de que nace un sindicato de Pemex llamado “Petromex”, conformado por un grupo de trabajadores, que buscan retirar el Contrato Colectivo de Trabajo (CCT), al diabólico y “ratero” grupo sindical de Carlos Romero Deschamps.

A este nuevo surgimiento el ejército antagónico ya lo nombró como -un nuevo sindicato afín a López Obrador- ¿pero realmente se han puesto a pensar si verdaderamente va a dar la oportunidad de quitarle las desenfrenadas riendas a quien por años y años han reventado al país dejándolo en el estado que está?

Con toda conciencia meditemos sobre nuestro pasado y presente y reflexionemos en lo que se avecina si seguimos así. La tarea de la oposición es cuidar que las políticas públicas sean para bien de México y para el bien común y no buscar alternativas que nos opriman a todos, empeñados en regresar al estancamiento de la barbarie política de triunfalismo fraudulento, demagógico, de promesas incumplidas con el daño colateral de su colapso social ¿En qué momento se soltaron los demonios? ¡Vale la pena reflexionarlo!