¿EN QUÉ MOMENTO SE SOLTARON LOS DEMONIOS?
Luz María Sánchez Rovirosa
“Cuando uno no vive como piensa, acaba pensando como vive”. Gabriel
Marcel
Hoy quiero iniciar con una breve reflexión (porque
no quiero dejar de mencionar mi angustia ante lo que está sucediendo en México),
sobre la posición de los opositores, los antagónicos, adversarios incompatibles
etc., que ya en muchas ocasiones (a muchos) nos han quitado el sentido de las
palabras, para expresar alguna razón que nos haga entender, que nos haga
encontrar alguna respuesta a semejante miseria moral, a semejante perversidad.
Entiendo perfectamente que Andrés Manuel López
Obrador, no es una “pera en dulce”, y entiendo también que como ciudadanos
podemos y debemos tener diferencias incluyendo las políticas; pero de eso a que
por que no sea nuestro presidente favorito, tengamos que meterle el pie ante
todas las acciones de gobierno se me hace una acción de podredumbre humana,
ante una grave situación que pone en riesgo al país, no nada más a nuestros
gustos, caprichos y deseos individuales.
Un
porcentaje del pueblo de México (políticos y fieles) tienen sus mentes ocupadas
en la idea fija de la partida de quien consideran como un elemento nocivo para
el país, más que nada, como única opción de ser la posible solución a sus gustos
y preferencias; sin tener en cuenta que los demás de los demás, ya nos dimos
cuenta que para y por ello están trabajando, aun cuando otros muchos están
durmiendo en sus laureles (como siempre), ausentes de este importante pero
demoniaco proceso que salta a la vista.
Pero vamos ya a acercarnos al
tema que hoy nos ocupa y entrelazando la historia que se cuenta y la que casi
no se cuenta, entre espionaje y guerra, hace ya muchos años nació la empresa
Petróleos de México (PEMEX), con un clarísimo decreto que establecía, que la
industria petrolera no podía ser adquirida, poseída o explotada por
particulares y mucho menos por extranjeros. Y la historia que sí se cuenta dice
que el gobierno de Enrique Peña Nieto aprovechando su investidura, modifico el
decreto (a modo) y encontró -ipso facto- países compradores con quienes México
firmó contratos millonarios. Y entonces nos preguntamos ¿Cuándo se vendió uno
de nuestros patrimonios nacionales y nos embargó el patético coraje: desde
antes o hasta después?
Hoy
tenemos noticias de que nace un sindicato de Pemex llamado “Petromex”,
conformado por un grupo de trabajadores, que buscan retirar el Contrato
Colectivo de Trabajo (CCT), al diabólico y “ratero” grupo sindical de Carlos
Romero Deschamps.
A este
nuevo surgimiento el ejército antagónico ya lo nombró como -un nuevo sindicato
afín a López Obrador- ¿pero realmente se han puesto a pensar si verdaderamente
va a dar la oportunidad de quitarle las desenfrenadas riendas a quien por años
y años han reventado al país dejándolo en el estado que está?
Con
toda conciencia meditemos sobre nuestro pasado y presente y reflexionemos en lo
que se avecina si seguimos así. La tarea de la oposición es cuidar que las
políticas públicas sean para bien de México y para el bien común y no buscar
alternativas que nos opriman a todos, empeñados en regresar al estancamiento de
la barbarie política de triunfalismo fraudulento, demagógico, de promesas
incumplidas con el daño colateral de su colapso social ¿En qué momento se
soltaron los demonios? ¡Vale la pena reflexionarlo!
LOS DEMONIOS SIEMPRE HAN ESTADO SUELTOS PERO EL SEXENIO PASADO FUERON LOS PEORES QUE NOS HAN TOCADO Y DESGRACIADAMENTE NO NOS DIMOS CUENTA A TIEMPO
ResponderEliminarPARA PONERLES UN ALTO