viernes, 26 de junio de 2020

DUELE, SÍ QUE DUELE










DUELE, SÍ QUE DUELE

Luz María Sánchez Rovirosa

“Solo quien ha perdido un hijo (a); ha vivido la muerte sin haber muerto”.

Escribo este artículo simplemente, porque quiero externar mis sentimientos y compartirlos con quienes así lo deseen!!!.....Gracias.


La muerte es una parada traumática de nuestro existir, y nunca terminaremos de tomar conciencia de nuestra propia mortalidad y siempre la sentiremos como algo que no debe llegar; a pesar de que no existe en el mundo ni un solo ser humano en el mundo, que no crea en la muerte y cuando esta llega, y cuando lo hace, además de la desesperación, el dolor y la angustia; lo que más repercute en nuestro sentir, es esa situación tan intensa, tan fuerte de ese desprendimiento súbito, de todos los vínculos humanos establecidos durante nuestras existencias.

El dolor es un sentimiento dominante, perverso, rudo, insensato, desatinado; cuando se sufre ante la enfermedad y ante la muerte. Pero al fin, el mismo sufrimiento y el dolor esconden sabias reflexiones en los quebrantos de la vida; y es definitivo que el sufrir y el dolor transforman y erosionan las vivencias pasadas, los recuerdos y las memorias.

Por eso a un mes de tu partida Pablo de mi corazón, me dieron muchas ganas de escribir este artículo en tu memoria, en todo lo que nos dejaste en vida y en todo lo que te faltó por regalarnos de ese noble y alegre carácter que te caracterizaba y esa disposición tuya por ayudar como pudieras. Así, sin más adornos fuiste.

A tu Mamá, mi hermana Mary, quiero decirle que el sufrimiento y el dolor que lleva por tu partida, son los sentimientos que la acompañarán de diferentes formas en el continuo caminar de su vida; algo que solo quien lo sufre, lo siente.

Es bien cierto que para los que nos quedamos, la vida sigue, y aun cuando no se puede vivir con la amargura por siempre, también es cierto que algo cambia; y es ese propio dolor que de tan intenso, agudo, penetrante, tan profundo, te hace entender que para quienes sufren la pérdida de un hijo, es lo que más se parece a la propia muerte.

En cuanto a mí, Pablo querido, no has dejado ese lugar que tenía siempre reservado para ti. Pero también tu ausencia me ha vuelto a dejar un doble dolor, al revivir la partida de tu tía Editha. ¿Qué dolor me dolía más, la ausencia de mi hermana o el dolor de tu Abuelita por la pérdida de su hija?

Tardé mucho tiempo en darme mi tiempo para entender y aceptar desprenderme de ese duro impase. Otros tiempos, otras circunstancias; y hoy regresa a mi vida el dolor de verte abrir tus alas y volar, y el dolor del dolor de tu Mamá.

Pablo de mi corazón, te extraño tanto, aun cuando sé que estás gozando de la presencia del Padre, quien te recibió con los brazos abiertos para arrullarte en ese hermoso y plácido “Sueño Eterno”.

Los quiero mucho Mary, Sergio y Pablo!!!....Luzma….


miércoles, 13 de mayo de 2020








LA ILUSIÓN


Luz María Sánchez Rovirosa


“Que nadie se acerque a ti, sin que al marcharse se sienta un poco mejor” Teresa de Calcuta.



La ilusión es la esperanza puesta en alguna cosa positiva, tal vez como un sueño, un sentimiento de alegría o un proyecto que ansiamos se realice. Y el ilusionismo (ilusión óptica), es una imagen mental engañosa provocada por la imaginación o por la interpretación errónea de lo que perciben nuestros sentidos. Cuestiones muy diferentes, pero al final ambas son ilusiones.

Hoy y desde hace largos años, la pobreza en México sobrepasa por mucho lo que la razón permite. Es aberrante ver y ser testigos y tal vez cómplices, como se han invertido millones de dólares y euros y también de pesos, en armas, drogas y banalidades (corrupción), que solo sirven para provocar y acrecentar la grave patología de la depredadora raza humana, totalmente comprobada en la reacción de la naturaleza ante el encierro del “animal racional”.

Así que parados hoy ante estas temerarias disyuntivas para regresar (en cascada) a la vida “normal”; nos queda claro que tendremos que hacer un mejor esfuerzo para repensar qué es exactamente lo que de hoy en adelante queremos en nuestras vidas, pero más significativamente qué porvenir es el que queremos dejarles a los que vienen detrás, para que con todo el derecho que les corresponde tengan acceso a una vida mucho mejor, es decir, a una vida de calidad.

Sabemos muy bien que pasamos por momentos en los cuales no podemos controlar las circunstancias, pero definitivamente sí podemos controlar nuestra actitud para asumir nuestra responsabilidad en cuanto a las disposiciones de quienes (nos guste o no) tienen las riendas por ley de esta situación.

Y por si no lo hemos entendido esta tribulación no es personal. Ciertamente que a unos nos afecta más que a otros en todos sentidos: social, económico, edad, condición de salud, incluyendo desde luego el aspecto político, por eso no debemos echar más leña al fuego, porque después de la quemazón quizá estén algunos más contentos por haber roto los paradigmas, pero desafortunadamente sin haber pensado en los demás de los demás.

De esta crisis tenemos que surgir recordando (pero siempre), que la vida es frágil y fugaz, y por lo mismo debemos salir más humanos, más sensibles al sufrimiento, más compasivos, más conscientes de lo que realmente es importante en la vida.

Así que parados frente al horizonte que nos depara el destino, tenemos que ver y asimilar que no podemos seguir viviendo en un mundo de lujuria y envilecimiento, porque eso es lo que quiero o eso es lo que me conviene. Tenemos la obligación de ilusionarnos, y que aun cuando el renacimiento sea doloroso, el camino a tomar será el que nos lleve al “Bien Común”. ¡Vale la pena reflexionarlo!

miércoles, 6 de mayo de 2020

PENSAR DIFERENTE







PENSAR DIFERENTE


Luz María Sánchez Rovirosa


“Todos nos hemos considerado mejores que los demás, y lo que es aún peor, hemos excluido de nuestros grupos a todos aquellos que no pensaban igual”. Anónimo.


En estos momentos cuando se viven diferentes cuarentenas o aislamientos y diferentes formas de vivirlo; muchas personas se sienten abrumadas y hastiadas por la cantidad de “información” sobre el Coronavirus, y tengan razón o no, hoy por hoy es imposible dejar de lado el tema de la Pandemia que nos azota, ya que está fuertemente encadenado a supervivencia de la especie humana en el mundo en todos los sentidos, léase: económico, político, social y ecológico.

El que tiene muy poco o no tiene nada, no encuentra escapatoria ante la asechanza del virus agravando su situación con lo que “se supone” que sigue. Así mismo el que tiene mucho o vive en la abundancia, también es un ser humano que, ante lo inminente, sabe y sabe muy bien, que en algún momento el dinero no va a servir, para salvar una vida atrapada en esta condición. Y los de en medio (la mayoría) merecen atención en un artículo especial.

Voy a referirme brevemente a un desagradable y penoso episodio que en días pasados sucedió en el Hospital de las Américas, ubicado en Ecatepec, Estado de México; el cual familiares de los enfermos allanaron por la fuerza, y entre gritos, llantos y empujones, fueron encontrando en su camino, una serie de terribles anomalías en el protocolo del Covid-19; principalmente el trato sin respeto, precaución y cuidado de los cadáveres, que inundaban apilados (en bolsas negras) pasillos y espacios abiertos del nosocomio.

Menciono este asunto, que me va a llevar al punto de inflexión de este artículo, y es que después de lo sucedido, y cuando la situación es aprovechada por los medios de comunicación, incluyendo las redes sociales, le dan la voz (justamente) a los familiares (casi siempre) que lideran este tipo de manifestaciones, y es cuando cualquier persona que presuma de tener sentido común, puede sufrir de un ataque cardiaco al escuchar los disparates (malintencionados o no), pero al fin disparates, que salen de la boca de estas personas cautivas de una histeria compulsiva.

La ignorancia básicamente, es la falta de conocimientos en uno o muchos temas. Es la falta de instrucción o preparación de estudios y enseñanzas escolares desde lo más elemental. Pero existe la ignorancia voluntaria, que es la ignorancia del que sabe y que puede ser un vínculo peligroso de la información veraz y oportuna para las sociedades de todo el mundo.

Se atiende y se entiende que, en medio de la desobediencia e insensatez ante las disposiciones generales establecidas por nuestro bien, existan “leyendas urbanas” tan increíbles como obscenas, que no pocas personas defienden como una “falsa” verdad.

Pero que la información y las noticias tantas y tantas veces no tengan medios que las sustenten, no debe ser permitido. Muy lamentable que, en tan dolorosa situación, la intolerancia al que piensa diferente, haya prevalecido más que la opinión inteligente, incluyendo a personas importantes y serias. ¡Vale la pena reflexionarlo!

miércoles, 29 de abril de 2020

"LA INICIATIVA PRIVADA"





“LA INICIATIVA PRIVADA”

Luz María Sánchez Rovirosa


 “Si no peleas para acabar con la corrupción y la pobredumbre, acabarás formando parte de ella”. Joan Baez.


Vamos a introducirnos en el tenebroso tema de los impuestos. Los impuestos son contribuciones que se “imponen”, por lo mismo, nunca han sido del agrado de los ciudadanos pagarlos; ya que, desde muchos, muchos ayeres, han sido injustos para la mayoría de los ciudadanos, especialmente para los “cautivos” (la mayoría), y para los más desamparados.

A través de la historia, gobernantes y gobernados realizaron un “pacto social” en el que tácitamente el pueblo acepta entregar una proporción (de acuerdo) a sus ingresos y/o sus bienes, para que estos recursos recaudados fueran utilizados por el gobierno para el “Bien Común”, es decir, para todos (en este caso) los mexicanos sin excepción, en inversiones para el desarrollo del país en áreas de gasto social, salud, educación, infraestructura, etc.

El caso es que en estos momentos tan graves por los que pasa el mundo debido a la Pandemia por Coronavirus, la población (casi) entera se ha tenido que replegar a un confinamiento domiciliario. Y las empresas, sobre todo las medianas y pequeñas, y “changarros familiares de la esquina”, han tenido que cerrar sus puertas y dejar a sus empleados “al garete”, por falta de liquidez para seguir soportando sus egresos, sin ingresos.

Así que, para pronto, las asociaciones de empresarios tipo Coparmex y demás yerbas (en todos los rubros comerciales), que albergan dichas empresas, se han atrincherado para la defensa de sus agremiados, pero sobre todo la propia en la cancelación o condonación o privilegios de los tributos en estos momentos económicamente tan difíciles.

Eso me parece y es de justicia, el grave problema de esta situación, son las grandes empresas que sí tienen el capital para sustentar esta adversa situación y pagar como se debe sus impuestos, a lo que no están acostumbrados, debido a las facilidades que anteriores gobiernos les otorgaron con los llamados “Privilegios Fiscales, que son beneficios inexplicables para unos cuantos.

Sin ser especialista (ni nada por el estilo) en este intrínseco tema, sé que en términos fiscales mexicanos “cancelar” impuestos significa dejar de cobrar una deuda fiscal, porque los deudores no tienen cómo ni con qué saldarla. No así la “condonación”, que es el perdón de impuestos, multas y otros créditos fiscales para apoyar a sectores de la economía, que necesiten ser ayudados; tal cual se solicita en este momento.

Ahora bien, los “privilegios” fiscales, es cuando le sale lo “emotivo” al SAT, y le da todo tipo de oportunidades a empresas riquísimas, para que por un ladito y por el otro, ejemplo los Paraísos Fiscales, encuentren todo tipo de filtros, que les permitan evadir los altísimos tributos según sus capitales; con algunas “condicionillas”, para que toda la Hacienda Pública, se pueda hacer de la vista gorda.

Así que mirando “como el chinito”, amén de todos los problemas políticos, sociales y económicos que nos esperan tras la “Consumación de la Pandemia de Covid-19 (Coronavirus), todo mi ser me grita que se quiere quedar en casa, porque no quiere volver a “la normalidad”. ¡Vale la pena reflexionarlo!

miércoles, 15 de abril de 2020

REFLEXIÓN ¡QUÉDATE EN CASA!



REFLEXIÓN: ¡QUÉDATE EN CASA!



Luz María Sánchez Rovirosa



“Como un mar, alrededor de la soleada isla de la vida, la muerte canta noche y día su canción sin fin”. Rabindranath Tagore




Estamos viviendo una etapa crepuscular en nuestras existencias. Tiempos agitados, angustiosos, de incertidumbre, de miedo, de dolor. Tiempos difíciles, duros y terriblemente crueles. Tiempos que nunca nos imaginamos que podrían existir.

Hoy la vida en México es diferente, es otra. En los inicios del 2020, el Coronavirus era para nosotros un reverendo desconocido, que empezábamos a escuchar como en una o varias historias de horror ocurridas en la lejana China.

¿Quién iba a pensar entonces, que ese maligno desconocido se nos fuera a acercar tanto y tan rápido hasta verlo y sentido trascender? Sin embargo, todavía hay muchas personas incrédulas de su real existencia. Se les respeta el escepticismo, porque sí es difícil de aceptar que, algo tan malo y que salió de repente de la nada, esté haciéndonos tanto daño y tenga de cabeza al mundo.

Por lo pronto en estos momentos la conciencia nos habla y nos muestra de lleno la crudeza de un destino que no veíamos en el horizonte de México y de todo el planeta. Pero hoy el Coronavirus nos ha pegado de lleno, y sin saber aún “de a cómo nos va a tocar”, ya estamos sufriendo las consecuencias de su mal, algunos con nuestras vidas confinadas, pero otros luchando cara a cara contra él; y otros más que ya han perdido la batalla.

La muerte constituye una parada traumática y definitiva de nuestro existir, y nunca acabaremos de tomar conciencia de nuestra innata mortalidad y siempre sentiremos la muerte como algo que no debe llegar; a pesar de que no existe en el mundo nadie incrédulo ante la muerte, cuando esta hace gala de su presencia; que aparte de la desesperación, el dolor y la angustia; lo que más repercute en nuestro sentir, es esa situación tan intensa, tan fuerte, de ese desprendimiento súbito, de todos los vínculos humanos establecidos durante nuestras existencias.

Por eso este enigmático y malévolo “personaje” (Coronavirus) que se ha metido en nuestras vidas sin permiso, sin avisar, está partiendo los corazones de muchas familias desde que te atrapa y te rasga las vías respiratorias (donde él cobra su fuerza), desde entonces y tal vez mucho antes, te aísla, te confina, te atormenta física y mentalmente, pero ciertamente, la crueldad más grande de este virus que nos espanta con su poder endiablado en las cifras y en las estadísticas del mundo entero, no sea el de la espantosa forma de morir que “obsequia”; sino esa muerte en soledad, sin la bendita compañía y despedida de tus seres queridos, familiares y amigos.

Dureza extrema para los que se van, para los que se quedan, para los que lo enfrentan y vuelven y también para los que no vuelven. La humilde opinión de su servidora a manera de conclusión, es que estamos viviendo una tragedia que, dentro de sus cruentas alertas en todos los sentidos, nos da la oportunidad que aún dentro del miedo, está la unión, esa unión hoy en el pensamiento positivo, en las buenas vibras, pero sobre todo en la FE de las creencias religiosas, que es siempre lo que nos hace más fuertes ante lo que tememos, ante lo desconocido que tanto nos asusta. ¡Quédate en casa! ¡Vale la pena reflexionarlo! 

miércoles, 8 de abril de 2020

PANDEMIA FASE 3 VS FOBAPROA FASE 2






PANDEMIA FASE 3 VS FOBAPROA FASE 2


Luz María Sánchez Rovirosa


“En la Tierra hay suficiente para satisfacer las necesidades de todos, pero no tanto como para satisfacer la avaricia de algunos”. Gandhi.


No tengo ni la menor duda, que la diferencia de este gobierno con los anteriores es dimensional, y que personas acostumbradas a las canonjías han sido seriamente afectadas en sus intereses particulares; y me atrevo a afirmar que de allí nace el manipuleo que envenena con el odio a la psicología social; sentimiento que tiene la gran capacidad de contagio y que nos hace vulnerables a convertirnos en seres dañinos (como el Coronavirus) muchas veces sin escrúpulos que, fácilmente prenden la mecha y se retiran cuando ya no pueden controlar el incendio.

Hoy estamos viviendo una dramática situación de salud, política, financiera y social en el mundo y por supuesto México no es la excepción. Por ello nos acercamos con sutileza a la “ciencia de la economía”, que trata de explicar el funcionamiento de los sistemas financieros, para empresas y particulares, atendiendo los problemas que existen en su ejercicio y proponiendo soluciones.

La economía según expertos en el tema, se divide en dos ramas: Macroeconomía y Microeconomía. La macroeconomía en palabras accesibles para los que tenemos dificultad con los números se aplica en considerar y trabajar con la economía en su conjunto con la infinidad de gamas que esto conlleva; y es aquí, que los gobiernos tienen que trabajar para el “bien común”.

La microeconomía, se enfoca en el comportamiento de las empresas, los empleados y los consumidores, y es en este punto donde se produce con todas sus variables (inversión, empleos, productividad y por supuesto el cumplimiento con los impuestos), la economía de cada país del mundo; no señalando la economía informal y el mercado negro, actividades ilegales, pero que participan en las economías de todos los países del mundo sin excepción.

Hoy en México en medio de la grave crisis del Coronavirus, acercándose a la etapa pico (tercera) en contagios y consecuencias, se encarama un “estira y encoge”, entre el gobierno y la iniciativa privada (IP), que de verdad pone los pelos de punta, y tan inédita y preocupante es la pandemia, como la economía del país que maneja el gobierno de López Obrador.

Dramática situación para quienes viven al día, muchos hoy desempleados sin sueldo de los empresarios ricos, que piden auxilio al estilo Fobaproa. Un acontecimiento político y financiero escandaloso y terrible de nuestra historia, en el cual el “poder” del país, hizo que el pueblo pagara (y sigue pagando), los errores y excesos de la “melcocha Gobierno-IP”. ¿Se acuerdan? ¡Vale la pena reflexionarlo!   


miércoles, 1 de abril de 2020

¿QUÉ VA A SER DE MÉXICO?






¿QUÉ VA A SER DE MÉXICO?


Luz María Sánchez Rovirosa

“La vida es una oportunidad, benefíciate de ella. La vida es belleza, admírala. La vida es un sueño, alcánzalo. La vida es un juego, juégalo”. La vida es un desafío, enfréntalo”.  Madre Teresa de Calcuta.

El día de hoy daré inicio a este artículo con la conclusión. Así vemos que los grandes males que padecemos se deben a que, como sociedad, como pueblo, no nos hemos preocupado de la cuestión pública más que en las urnas, en los intereses privados o individuales y en la crítica.

El bien común exige que cada persona incorporada en una sociedad, según su preparación y su capacidad participe de algún modo en la política, lo cual implica luchar con integridad y con prudencia contra la injusticia y la opresión, contra la intolerancia y el absolutismo de un solo hombre o de un solo partido, con críticas, pero también soluciones.

La situación caótica en la que vivimos inmersos los seres humanos, es una muestra de lo frágiles e indefensos que estamos los ciudadanos (cada uno) en nuestro lugar de origen; y todo se deriva de la facilidad con que nos pensamos dependientes de los derechos y beneficios personales que, desafortunadamente frenan la equidad y la justicia que hoy más que nunca tanto necesita el país.

Ante una crisis del tamaño de La Pandemia del Coronavirus, un alto porcentaje de los seres humanos todavía no se instalan en la dramática realidad, en la cual puedan distinguir y diferenciar lo real de lo imaginario; a varios días ya (según cada nación), de un resguardo impuesto, de un “Quédate en casa”, que nos sirve para disminuir y amortiguar los contagios propios y que tan fáciles se dan de este coronavirus y sus consecuencias en todos los ámbitos.

Pero con el necesario encierro en nuestros espacios de residencia, vienen pegados mil y diferentes síntomas o síndromes, que también ponen en peligro (como el Covid 19) nuestra existencia. Empezando por la ansiedad del cómo obtendré mi ingreso económico del cual dependemos con la familia para vivir, sobre todo en las personas (que son muchas) que no tienen asegurado un empleo con su retribución.

La pérdida de confianza y valía en uno mismo frente a semejante doble desafío: enfermedad y vacío; ese vacío que lleva a la infelicidad, a la culpa, a la tristeza, a la depresión, a la desesperación de llegar a no entender lo bueno, lo malo; lo que quiero y lo que no quiero. Síntomas que agravan la hendidura en el tejido social, ante la impotencia de ser tal vez escogidos por el virus; y la impotencia de corregir los estados financieros y el estatus de nuestras vidas, que ya desde ahora, nos destrozan.

Siempre ante una situación que nos afecta viene la duda y la incertidumbre más llana, más plena: ¿Qué vamos a hacer mañana cuando todo esto pase? ¿Qué vamos a hacer ante la paralización de cualquier actividad que permite obtener los recursos para subsistir? Es muy probable que mañana amanezcamos sin habernos infectado, pero también es muy probable que mañana amanezcamos más debilitados social, financiera y humanamente. Y entonces: ¿Qué va a ser de México? ¡Vale la pena reflexionarlo!

miércoles, 25 de marzo de 2020

EL MIEDO






EL MIEDO

Luz María Sánchez Rovirosa


“El ánimo que piensa en lo que puede temer, empieza a temer en lo que puede pensar”. Francisco de Quevedo.



En estos duros momentos, es imposible deslindarse del proceso de la Pandemia llamada Covid-19, en donde está el jaque principalmente la salud y la vida de la humanidad; topándonos de frente con un terrorífico escenario del cual el futuro del mundo es la víctima.

Cualquier tipo de enfermedad es considerada como un estado donde haya un deterioro de la salud del organismo humano y todas y cada una de ellas, implican un debilitamiento del sistema natural de defensa de las personas. Incluso cuando las causas son desconocidas, siempre serán indicadores los procesos fisiológicos, incluso mentales que se alteran.

El caso del Coronavirus no solamente está afectando, deteriorando e incluso causando la muerte de las personas, sino que este terrible desafío sanitario, viene acompañado de una crisis política, económica y social; ya que la facilidad del contagio, obliga a la distancia personal y al sacrificio (por indicaciones), de cerrar negocios conllevando a la pérdida de empleos, con las gravísimas consecuencias que esto implica en el mundo.

En estos momentos en los cuales todos sin excepción danzamos dentro de un círculo vicioso al que no se le ve (por el momento) salida; ya que todos los sectores de la economía mundial, están siendo fuertemente afectados y expuestos a que el riesgo de los problemas de liquidez, terminen con problemas graves de solvencia con sus dramáticas implicaciones.

Razones sobran para que hoy la humanidad sienta miedo, ese miedo ante lo inexplicable, ante lo desafiante, ante el peligro, ese miedo que durante muchos años se forjó de formas manipuladas y maquiavélicas para espantar al pueblo y obligarlo a la sumisión, escondiéndose bajo reacias corazas, frente a los caóticos sucesos políticos, sociales y financieros que nos platica la Historia Universal.

Pero hoy y ante esta crisis (al unísono) mundial, el miedo adopta rostros inéditos. Ya no son los temores acostumbrados, hoy el miedo es letal, porque vemos con mucha tristeza como se van (y ya se están) cada día, a ir reduciendo nuestros beneficios sociales, tanto como se incrementará la falta de empleo pisoteando nuestro poder adquisitivo, empujando fuerte y llevando a la aceleración de la pobreza y la marginación.

Miedo de no poder sobrevivir en medio de severos conflictos políticos, a las recurrentes crisis para tratar de salir adelante. Y entonces, cuando nos asalte un miedo real de caminar por nuestras calles, es cuando nos volveremos ciudadanos de pueblos fantasmas.

Y al final, exactamente ¿A qué le tenemos miedo cada quién, la palabra coraje se queda corta para describir los sentimientos de frustración que me produce ver cómo y a pesar de la seriedad de esta grave situación, las personas todavía no entienden que, para salir adelante, tenemos que pensar en el bien común? “Y la verdad de las verdades”, yo también tengo miedo. ¡Vale la pena reflexionarlo!




miércoles, 18 de marzo de 2020

¿YA TE CAYÓ EL 20?










¿YA TE CAYÓ EL 20?

Luz María Sánchez Rovirosa

“Es fácil eludir nuestras responsabilidades, pero es imposible eludir las consecuencias de haber eludido nuestras responsabilidades”. Anónimo.

Cada ser humano carga consigo dentro de su corazón una ley. Por esta razón, con su inteligencia y voluntad puede distinguir el bien y el mal, lo justo y lo injusto, lo permitido y lo prohibido.

Esta ley se llama conciencia, y es una luz interior que nos señala el camino en el que se debe marchar para encontrar la felicidad y el equilibrio de cada persona y de la sociedad. Desafortunadamente muchas veces, esa luz se oscurece con lo que está definido como pecado; dentro del cual, se encuentran entre otros, la desobediencia el orgullo, soberbia; las pasiones, etc.

Llegamos a este punto de inflexión, porque el mundo y nosotros con él, está pasando un momento muy difícil; incluido nuestro país, que muestra un grave deterioro político, financiero, pero sobre todo social, que ha hecho que los otros se agudicen de tal forma que se han vuelto críticos.

Aterrizamos con la atención que se merece, en la llegada a México del temido Coronavirus a través de la confirmación de los (hoy casi cien casos) confirmados en nuestro territorio; lo que vemos con preocupación, porque es un nuevo reto que se está presentando en el peor momento posible; justo en medio de una fuerte crisis sanitaria, de los ya desgastados pronósticos financieros y de los previsibles impactos económicos muy desfavorables para la nación.

El Covid-19 hace acto de presencia en nuestro país, dentro de un círculo de ignorancia, d negatividad, de incredulidad en un alto porcentaje de la sociedad (incluyendo la pensante), de que este grave suceso de salud colectiva sea una realidad.

Como una reflexión ante la indiferencia de tanta gente ante lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS), llamo “Pandemia”, hare un breve y ligerito comentario sobre la historia de La Caja de Pandora en la mitología griega, que narra la fascinante historia de Pandora y su caja, y de cómo sucedió la aparición de los males en el mundo. (Recomendada para leer).


Razón de ello es como comúnmente en la actualidad ante tantos daños en el mundo, solemos manifestar que una vez más la Caja de Pandora se abre, dando paso a los desastres naturales, las guerras, las epidemias, la corrupción, tanta violencia e injusticia y tanto crimen contra la humanidad.


Y oculta hasta el fondo de la caja, se encontraba el único bien: la esperanza, a quien Pandora no le permitió salir de la caja, cerrándola nuevamente dejándola atrapada para siempre. Sirva el ejemplo de la Caja de Pandora para preguntarnos: ¿Por qué somos tan despiadados, tan ignorantes y tan manipulables, y que al igual que Pandora no permitimos con nuestras actitudes que la esperanza salga de su cautiverio y nos permita la oportunidad de poder tener una mejor vida para todos sin excepción? Ojalá más temprano que tarde, a todos “nos caiga el 20”. ¡Vale la pena reflexionarlo!



miércoles, 11 de marzo de 2020






HUMANOS VS MONUMENTOS Y/O PAREDES


Luz María Sánchez Rovirosa


“Del fanatismo a la barbarie sólo media un paso”. Denis Diderot.


Los Monumentos, centros históricos o en su caso paredes (como los han llamado después de la marcha del pasado 8 de marzo), son los lugares emblemáticos y representativos de cada país en el mundo. Estas edificaciones son un distintivo que distingue el carácter histórico y especial que (en este caso), hacen que México sea identificado por su historia, por la riqueza de su cultura, folclor, para que, visitantes se maravillen ante ellos, y especialmente para que los mexicanos podamos sentirnos orgullosos de nuestro origen.

Sin detenerme mucho en un tema “escabroso”: la “conmemoración” del Día Internacional de la Mujer, en la cual como es sabido, sucedió el terrible atropello que sufrieron (algunos) de dichos monumentos o “paredes”, en manos de personas eufóricas y arrebatadas de violencia (la mayoría de sexo femenino), dando como resultado un daño significativo.

Sale a colación el tema, porque me ha llamado mucho la atención, que, entre los artículos y expresiones (válidas) que recibe uno diariamente en las redes sociales, hay especialmente “unos” que hacen referencia o mejor dicho comparación entre la preocupación de muchas personas por los daños a estas edificaciones, que, a las muertes por violencia, que han sufrido miles y miles de mujeres durante “tantos años”.

Quedando terriblemente sorprendida ante semejante pensamiento, ya que, por supuesto no existe, ni existirá punto de comparación con nada en cuanto a humanos se trate, pero con todo respeto, existen personas que son eso exactamente, personas que tienen la figura humana, pero la humanidad no la conocen, y eso no tiene que ver con la “comparación”, tiene que ver con la “barbarie”.

Pero este “caos” que no es exclusivo del gobierno actual, porque es inherente a México desde hace muchas décadas; no solo es problema de autoridades corruptas y negligentes que no permiten avanzar al país hacia una vida digna para todos sin excepción. El problema más grave es que somos una sociedad que “entendemos” la política, según nuestras afinidades, gustos y conveniencia, y entonces (algunos), vemos la barbarie como justificación, llegando a un punto de satisfacción con la destrucción de las “paredes”, pero dejando muy claro que lo que menos nos importa el prójimo.

Y la pregunta surge ¿Quiénes hacen más daño al mundo? ¿Los que se acomodan y se cobijan bajo la perversidad refinada y desde allí pisotean? ¿O quienes desde la exuberancia se manifiestan, es decir, se hacen presentes, pero son ajenos a la desdicha humana fingiendo un papel de buenos ante la “legitimación” de sus hambrientos y roedores vasallos?

¿O la figura de los llamados bárbaros, que, en este caso, sin justificación ninguna por la desbocada violencia en su actuar, arrasan sin miramientos lo que a su paso encuentran, para tratar de desnudar sus hediondos odios mal entendidos, que les quitan hasta la capacidad de ser humanos? No lo sé. ¡Vale la pena reflexionarlo!

miércoles, 4 de marzo de 2020

BABEL







BABEL


Luz María Sánchez Rovirosa


“Solo una conciencia cívica participativa puede sustituir el infantilismo cívico histórico y la corrupción institucionalizada” Carlos Wagner.



El Génesis (origen) primer libro de La Biblia en su capítulo 11, nos habla sobre la Torre de Babel, monumento que empezaron a construir los babilonios con la ambición de que llegara hasta el cielo. Dice el libro del Antiguo Testamento, que Dios castigó la soberbia de los hombres, con la confusión de lenguas.

Desde los tiempos remotos la torre de Babel aparece como símbolo de la ambición y la vanidad humana y como consecuencia, se convierte en la imagen de la confusión y la impotencia que invade al hombre, cuando no puede comunicarse con sus semejantes.

El escrito bíblico, nos da la pauta para introducirnos al confuso y mal entendido mundo de la crítica, esa opinión personal sobre cualquier tema, que siempre debería ser previamente analizada. La palabra crítica viene del griego Kritikós que quiere decir, “capaz de discernir”.

Hoy en día, tenemos la facilidad con las redes sociales de que toda persona que tenga acceso a ellas, tenga la oportunidad y la libertad de debatir los asuntos de interés público y común en el más amplio sentido, ya que en la actualidad y afortunadamente hemos dejado de ser ciudadanos (con voto); pero sin voz.

Desafortunadamente actualmente y estando en el mismo país (en este caso) México, con estas circunstancias de un mundo con tecnologías de punta y fantásticas; curiosamente, todavía se vuelve más grave la confusión y la falta de comunicación, porque aun cuando compartimos el mismo idioma, cada quien habla lo que quiere hablar, y cada quien entiende lo que quiere entender.

Muy consciente estoy, que el gobierno de López Obrador evoluciona con la lentitud propia de la pesada herencia política (aun cuando muchas personas no lo acepten). Y también entiendo y entiendo muy bien, que la popularidad no se gobierna sola, y que los frentazos ante una realidad “ferozmente provocada” por la ciudadanía indispuesta y la oposición sin riendas, han sido fuertísimos y han ayudado y mucho, para hacer casi imposible impulsar el desarrollo equilibrado del país. No dejando de lado los errores cometidos por la actual administración.

La difícil situación por la estamos pasando, es porque en la actualidad el gobierno tiene que lidiar (además de los ya graves problemas que tiene y tenía México), con las rudas zancadillas y las desencarnadas críticas, que se han vuelto cada día más feroces ya que el juicio y/o la crítica, puede y debe expresar inconformidades y defender los derechos sin las limitantes patológicas de la adulación, la sumisión, la envidia, la culpa, el coraje o la venganza, que destrozan las mentes de los más débiles y manipulables.

Estamos envueltos en refriegas, reyertas, desórdenes y confusiones; estamos estancados y no porque seamos incapaces; tenemos los recursos necesarios, pero se han administrado mal y no solo de ahorita; la corrupción y la violencia permean a todos los estratos políticos, sociales y económicos, pero lo más fuerte, es que al gobierno (y lo miro con desconsuelo), lo está maniatando un pueblo “desatado” que exige y aprieta (como nunca), pero que al final, no aporta nada, absolutamente nada para el bien común. ¡Vale la pena reflexionarlo! 

miércoles, 19 de febrero de 2020

OJALÁ




OJALÁ


Luz María Sánchez Rovirosa


“Lo que las leyes no prohíben, puede prohibirlo la honestidad”. Séneca.


Hoy tocaré un tema muy difícil y delicado, ya que resulta polémico por la gran variedad de pensamiento (que no criterios y convicciones) que giran alrededor del Alfa y el Omega en el gobierno actual de México.


Para hablar de las “distinciones” a las que se ha hecho acreedor el presidente López Obrador; por fuerza tengo que retroceder al pasado reciente y no tan reciente aun cuando esto no sea “lo indicado” para muchas personas que no entienden del aprendizaje y las experiencias que ese lapso nos dejó.


Brevemente un ligero paso por los sendos escándalos de tremenda corrupción, las interminables mentiras que nos revoloteaban por todo el territorio geográfico del país, la violencia exacerbada, el crimen organizado enraizado por todos los rincones del país haciéndose notar cada día más como los dueños de México y con una impunidad fuera de toda realidad.


Los escándalos de corrupción tanto de Felipe Calderón como de Peña Nieto, los abusos de poder de ellos y sus “altos” funcionarios a lo largo de sus gestiones, curiosamente son hasta este “vapuleado” gobierno que están siendo cuestionados por las leyes, para dar el comienzo a la nueva era de la no impunidad.

Sin embargo, también percibimos cómo es el terrible golpeteo que realizan las personas contagiadas o pagadas en las llamadas redes sociales o en los medios de comunicación tradicionales, con información exagerada o falsa, en las cuales se desvirtúan las noticias de una manera alarmante, ganando la atención de una extraña sociedad que “espejea” las acciones del presidente, convirtiéndolas en terrorismo.


Sin embargo, que fácil es tirar la pelotita a otro, reventando a México, ya no sé si por imitación, por influencia o por sincera vocación, ya que no hay cuestión que se realice en el gobierno actual que no sea criticada y juzgada con sendas actitudes de “verdugos”; y reconozco sinceramente, que existen muchas de ellas que no son las óptimas.


Y resalto esta lamentable situación para México, que no para López Obrador; y me acerco a una desgarradora verdad que recién sucedió en la Ciudad de México; estoy hablando del crimen “llamado femicidio” de la niña Fátima Cecilia.


Verdaderamente estoy horrorizada con este caso de la pequeña de siete años, quien desapareció de la mano de (hasta hoy) una desconocida, frente a las “narices” de la escuela Enrique Rébsamen (instalaciones Xochimilco), dónde la menor de edad estudiaba. Los pormenores “visibles”, casi todos los conocemos vía medios de comunicación, en especial a través de las redes.


No tengo, ni existen palabras para expresar semejante aberración, es inconcebible, y desafortunadamente no es el primero. Pero, por otro lado, me aterra el ladrido de la feroz sociedad con claros síntomas de rabia patológica. Ojalá una sola persona (en este caso el presidente actual), tuviera el poder de resolver de inmediato una crisis de valores que se ha venido gestando de antaño.


Qué le sigan echando la culpa a López Obrador por este dramático suceso y por todo, es lo de menos; lo de más y más grave, es como esa parte de la pervertida sociedad, está usando este doloroso, lamentable, injusto y monstruoso asesinato de la niña Fátima, para señalar y golpetear otro “error” (según ellos) del presidente López Obrador, en un vil y bajo espectáculo mediático. Esta es mi humilde opinión y así la acato.


Qué triste es esta distorsión que nos agobia, por ignorar lo que somos y valemos y aceptar la manipulación de lo que nos dicen que somos y valemos; ya sea por cobardía, por conveniencia, por comodidad, por resentidos o por ambiciosos.


Y entonces lo que hemos logrado con esta estúpida reyerta anti-presidente López, es perder nuestra capacidad de reflexionar para aceptar lo discordante, lo que nos lleva a jactarnos en lo individual y no por el bien común; terminando parados ante un supuesto desarrollo humano, que solo ha servido para borrarnos lo humano. ¡Vale la pena reflexionarlo!

miércoles, 12 de febrero de 2020

CUANDO ENTRE COCODRILOS TE VEAS







CUANDO ENTRE COCODRILOS TE VEAS


Luz María Sánchez Rovirosa



“Piensa cuánto más dolorosas son las circunstancias de tu ira, que las acciones que la han originado”. Marco Aurelio.



Como nota de último momento; el Fiscal General de la República Alejandro Gertz Manero, confirma que el exdirector de Pemex Emilio Lozoya Austin (prófugo de la justicia), fue detenido en España, acusado presuntamente por “delincuencia organizada, operaciones con recursos de procedencia ilícita y cohecho”. Pendientes esperando más información.


Vamos a dar inicio al artículo de hoy, introduciéndonos al enigmático y fascinante mundo de los “cocodrilos”, especialmente sobre la forma como se alimentan; y que está considerado como uno de los reptiles más grandes del mundo.
Los cocodrilos son animales carnívoros, que capturan a sus presas con certeza, pero con demasiada cautela y ventaja. Cuando éstos prenden a su presa entre sus fuertes dientes y mandíbulas, estas se cierran completamente y no hay poder en la tierra para que se abran antes de acabar con su porción y antes de que se sumerja con ella al agua, ahogándola, para después engullirla. *Los cocodrilos han sido conocidos por ser caníbales, esto quiere decir, que se comen sin piedad, hasta sus propias crías.


Sale a colación este interesante tema ya que recientemente, el ex senador de la República David Jiménez Rumbo, visiblemente “atormentado”, arremetió contra jueces y magistrados partícipes en “su asunto”, tachándolos de corruptos, ya que, en estos últimos días, fue informado que perdió el juicio en el cual el ex gobernador Zeferino Torreblanca Galindo lo demanda (por vía penal), por “daño moral”, ya que el susodicho lo acusó públicamente de haber sido el asesino “intelectual” de Armando Chavarría en ese entonces, diputado local, sin tener absolutamente prueba alguna en su contra.


Penado a pagarle una suma de aproximadamente 6 millones de pesos, más una disculpa pública a Zeferino Torreblanca; Jiménez Rumbo pese a sus “shows” acostumbrados, en esta ocasión no va a tener quien lo ayude, pues es de todos sabido, que es imposible acusar a cualquier persona de un delito, hasta que sea totalmente comprobado con pruebas fehacientes; ya que la alusión a la confesión que le hiciera el difunto (según él) y por la cual Jiménez Rumbo vocifera en contra de Torreblanca, es para “matar” pero de risa a cualquier persona consciente, a cualquier juez y a cualquier tribunal.


Es buen momento para que David Jiménez Rumbo entienda que las cosas no se hacen con semejante margen de error y mucho menos en cuanto a leyes se trate. Mejor que busque como negociar el pago de los 6 milloncitos y le pida su disculpa a Torreblanca, ya que sin temor a equivocarme (porque conozco a Zeferino), el ex gobernador que se quiere sacrificar por el pueblo de Acapulco y ser presidente municipal otra vez, ya cerró las mandíbulas, y no las va a abrir hasta que se lo coma.


Las leyes y la libertad de expresión son muy claras cuando nos dicen que nadie puede ser acusado de ladrón, corrupto, deshonesto, violador, traficante y/o asesino, mientras no se demuestre lo contrario. Para que no se nos suelte la lengua, y cuando vayamos a decir que la burra era parda, sea porque tenemos los pelos en la mano.  ¡Vale la pena reflexionarlo!