jueves, 29 de diciembre de 2016

LA ILUSIÓN, EL ILUSIONISMO Y EL AÑO NUEVO 2017





LA ILUSIÓN, EL ILUSIONISMO Y EL AÑO NUEVO 2017

“Que nadie se a tan rico como para poder comprar a otro, ni nadie tan pobre como para verse forzado a venderse” Rosseau.


Luz María Sánchez Rovirosa


Entre un lento y rápido devenir, hemos sido testigos del paso de este año y de este gobierno nacional (priísta), que desde su inicio hasta el día de hoy, ha estado saturado de actitudes aberrantes y de graves equivocaciones, lo que lo ha convertido en un gobierno aterrador.

Hoy menos que nunca se puede hablar bien o medio bien, de las “cacaraqueadas” Reformas Estructurales (entre ellas la energética) como una panacea para México, porque desafortunadamente en este momento estamos sintiendo en “carne viva”, lo que desde un inicio de este endeble gobierno, no era visible para la ilusionada pero temerosa sociedad, que hoy casi al declinar el 2016, está completamente atrapada entre la ilusión y el ilusionismo.

La ilusión es la esperanza puesta en alguna cosa positiva como un sueño, un sentimiento de alegría, un proyecto que de verdad deseamos que se realice y que se cumpla. Y el ilusionismo, es una figura mental engañosa provocada por la imaginación o por la interpretación errónea de lo que perciben los sentidos; y que en muchas ocasiones es la percepción contagiosa de otras personas. Muy diferentes, pero al final, ambas son ilusiones.

Quizá en el impasse en que nos encontramos, las comparaciones con el pasado no sea lo más sano; sin embargo, cuando nos abruma una incertidumbre y un desasosiego temerario, consecuencia del negro horizonte que nos depara el inicio del “nuevo” año, tendremos por fuerza que hablar (en muchas ocasiones), de la ilusión y del ilusionismo.

El 2017 dará inicio en un par de días y hasta este momento, nos ofrece un negro panorama político, económico y social. Lo prometido por el presidente Enrique Peña Nieto en la costosa (por sus  consecuencias) Reforma Energética, como era de esperarse, no se cumplió, y apenas cruzando la delgada línea del año que se va y del que llega, como por acto maléfico, se liberan las tarifas de los combustibles.

“Junto con pegado” y por obvias razones se ve venir el bajo crecimiento económico del país (ya trágico en estadísticas). También nos ha pegado muy duro el alza en las tarifas eléctricas (con muy malos servicios); y como consecuencia de todo esto, nos remata el aumento en alimentos (el transporte de carga que fleta a los diferentes estados de la república, los productos básicos), sin faltar el transporte público. Con esto el nefasto gobierno atiza un golpe mortal a la economía familiar, ya que también va a dificultar las inversiones (vía tributos) y por ende la creación de nuevos empleos.

Así que por mucha ilusión que nos hagamos de tener una vida mejor (haciendo hasta lo imposible por lograrlo), los más de 60 millones de mexicanos que sobreviven y cuyos ingresos no son suficientes para comprar una canasta básica, como siempre, serán los más afectados; aun cuando la mayoría de la población resultará impactada por el aumento del 14.2% al 20.1% a los combustibles, anunciado por la Secretaria de Hacienda y Crédito Público, lo que nos lleva al costo de la Magna Premium y diésel a 15.99, 17.79 y 17.05 pesos por litro, correspondientemente, a partir del 1 de enero de 2017.


Ahora, para entender la desilusión, comentaremos que la energía es prácticamente lo que mueve el desarrollo económico de México y del mundo y ella está relacionada con toda la esencia de la vida cotidiana. La energía no es sólo hablar de petróleo (como crudo), o hablar de PEMEX (como empresa), o hablar de la CFE, ingenuamente como la electricidad. La energía es simple y sencillamente hablar de todo, de los usos y consumos que afectan o privilegian la vida de nuestro país.

Así que después de tanta lujuria política y supuestos y envilecidos intentos de transición; en la actualidad, nuevamente con un gobierno del PRI encaramado (desgraciadamente) en la silla de “Los Pinos”; el cambio, la democracia y toda ilusión, es un lujo que no se puede uno dar, porque no ha lugar la oportunidad, ya que el ilusionismo político que tan bien manejan los manipuladores, indecentes, obscenos, escabrosos, inmorales, hediondos, inmundos, sórdidos, mezquinos, y lo que le sigue, gobiernos tricolores, han devastado a México en una vida que nunca ha estado encaminada al bien común. ¡Vale la pena reflexionarlo!


P.D. Con sinceros sentimientos y de corazón, deseo con toda la ilusión y la fe puesta en Dios (como cada quien lo vea y lo sienta), que este año 2017, traiga para todos ustedes y sus queridas familias, un cúmulo de bendiciones, paz, amor, armonía, pero sobre todo mucha salud. Feliz Año Nuevo.

jueves, 8 de diciembre de 2016

"EL PARQUE DE LA REINA", LA JUSTICIA SOCIAL, EL DIF Y EL ALCALDE








“EL PARQUE DE LA REINA”, LA JUSTICIA SOCIAL, EL DIF Y EL ALCALDE

Luz María Sánchez Rovirosa

“Los hombres son tan simples y unidos a la necesidad, que siempre el que quiera engañar encontrará a quien le permita ser engañado”. Maquiavelo.


Antes de iniciar con el tema de hoy, quisiera hacer un comentario a manera de reflexión (por llamarlo de algún modo) de un “extraño evento”, que se llevó a cabo hace un par de días en la playa conocida como Tamarindos, donde aproximadamente dos mil personas (todas vestidas de blanco), se reunieron alrededor de un gurú o con más “cliché” maestro espiritual, cuyo nombre Sri Sri (título) Ravi Shankar Ratnam, que no Ravi Shankar quien fuera un gran músico, virtuoso de la Cítara (Sitar). Vale la pena no confundirse.

El caso es que el cenáculo tuvo como fin, una plática, respiración y meditación (propios del yoga), para que los acapulqueños y los guerrerenses unidos y en conjunto, trabajen por la paz y el bienestar del pueblo, ante los graves hechos de violencia que azotan de tiempo atrás nuestra entidad.

“El líder humanitario hindú o indio”, fue recibido por el gobernador del estado Héctor Astudillo Flores y su esposa Mercedes Calvo, presidenta del Sistema DIF Guerrero, con su mensaje denominado “Guerrero por la Paz”.

En su mensaje de bienvenida y con la presencia del “casi casi” Ex Arzobispo de Acapulco (gracias a Dios) Carlos Garfias Merlos, Astudillo Flores señaló que ante la presencia de tan distinguido y querido visitante, hacía un llamado público, para que todos logremos construir la paz, que tanto necesitamos en Guerrero y en el país.

Y uno se pregunta: ¿Allá en el Nirvana donde levita este gurú, no se habla de justicia social y de equidad, para que todos tengamos oportunidades de desarrollo con trabajo y dignidad? ¿Cuánto nos costó como ciudadanos cautivos de los tributos con el sudor de nuestra frente, traer a tan distinguido huésped, para pretender hacer volar la imaginación y no darnos cuenta de la agobiante realidad? ¿Qué experiencia santificante, además del momento orgásmico mental vivido, dejó al pueblo de Acapulco asistente, pero no practicante asiduo de esos rituales? Ay Don Héctor con todo respeto como dice el refrán: “No hay que gastarse la pólvora en infiernillos”, la paz en Guerrero, por ahí, no va.
   
Pasando al siguiente tema muy desconcertada también, estos días se está llevando a cabo en la Paza Cívica de la Heroica Escuela Naval Militar, popularmente llamada Parque de la Reina, la célebremente conocida “Semana de la Familia DIF”, otrora efectuada en el Zócalo de Acapulco.

La plaza o parque, tiene vida propia, allí hay espacio para todo tipo de actividades de recreación y convivencia sana, que se ven seriamente entorpecidos por la saturación de todo tipo de programas, acontecimientos, homenajes, reuniones políticas, actos de campaña, celebraciones, terminaciones, con un extenso etcétera de ocurrencias, sin tener en cuenta que dicho lugar a la orilla del mar, para empezar, no cuenta con servicios sanitarios.

El grave problema de esta engorrosa situación, es que como dice el refrán: “Quien tiene más saliva, traga más pinole”, y obviamente (en este caso) la salivación excesiva, viene de la petulante autoridad municipal y de la paramunicipal, ambas en materia fiscal, Personas Morales, quienes en su momentáneo paso por ellas, erróneamente creen que el parque es de su propiedad.

De quién es ese bellísimo lugar, francamente lo ignoro, se lo rifan entre La Armada, el municipio, el gobierno del estado, que en los tenebrosos tiempos de Aguirre Rivero dejó plasmado en el piso de la plaza principal, su logotipo. Vaya Dios y usted a saber, pero lo que sí es seguro es que el lugar es público, y si van a seguir haciendo sus eventos que están en su derecho, pues en igualdad de condiciones por favor, en lugar de desplazar a quienes prodigan sus servicios todos los días, como son las clases fitness, les den facilidades y alternativas de acomodo, ya que este trabajo (para ellos), es parte importante de su sustento.

Esto aquí y en China se llama Justicia Social y el respeto a la dignidad y a los derechos humanos como parte del bien común son parte de ella. Así que estimado presidente municipal Evodio Velázquez Aguirre, ojo, cuando usted era niño-puberto (hoy adolescente), su servidora ya escribía en este Diario.


¿Qué podemos esperar de un alcalde que desdeña y confunde la justicia social con el respeto? Aun así, y en lo que a su servidora respecta, sinceramente le agradezco la atención de su tiempo para escuchar arrogantemente y con la ceja levantada, la petición de su servidora de “Justicia Social”, para el grupo de zumba del que como integrante, formo parte. Ahora a esperar que se cumpla su mandato y que como usted lo mencionó, sus colaboradores no se tiren la bolita. ¡Vale la pena reflexionarlo!   

jueves, 10 de noviembre de 2016

INSÓLITO





INSÓLITO

Luz María Sánchez Rovirosa


“Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto cambiaron todas las preguntas”. Mario Benedetti.


La palabra insólito” proviene de “in”, prefijo latino de privación y del latín “solitus”, que significa lo acostumbrado. Es por ello que algo insólito es lo que rompe con lo usual, con lo común y lo cotidiano, dejándonos asombrados y perplejos.

Lo insólito es algo que rompe con los cánones establecidos, lo que logra llamar la atención por lo novedoso; pudiendo ser positivo o negativo y encierra en su círculo gran cantidad de actos y eventos.

Muchas conductas o acciones que al principio resultan o parecen insólitas, cuando se vuelven costumbre dejan de serlo. En el caso que hoy nos atañe, lo insólito sería, que la insólita y grotesca forma sobre el arribo de Donald Trump a la Casa Blanca (a través de la incitación al odio, al encono, a la aversión, a la abominación, etc.), se volviera costumbre.

Aterrizando en una espeluznante realidad mañanera, tras una jornada electoral dramática en Estados Unidos, el republicano Donald Trump, abatió de manera contundente a su rival demócrata Hillary Clinton; por lo cual se convierte en el presidente número 45 de ese país, después de este insólito y desagradable desenlace, de una de las campañas, más largas y hostiles que se hayan visto y vivido en la historia de los sobrinos del “Tío Sam”.

Lo hecho, hecho está, sin tener objeción alguna para refutar este nefasto resultado. Ni sus asquerosos vicios sexuales, ni su falta de ecumenismo, ni los insultos consuetudinarios a demasiados seres humanos en todo el mundo, ni sus polémicas declaraciones públicas (sin ningún pudor), llenas de xenofobia y odio a lo diferente y etiquetado; ni el rechazo de su propio partido (que él propició), ni el empuje del “establishment político y financiero tan fuerte en EU; ni la mismísima prensa, pudieron detener la desenfrenada carrera de este desquiciado tren llamado Trump.

Adentrándonos en nuestro entorno geográfico, este insólito triunfo, pone a México aún más cerca del “ojo del huracán” de lo que ya estaba después de la también insólita y estúpida visita del magnate a esta nación; y provoca que “todas” las alertas de México suenen, empezando obviamente, porque las relaciones diplomáticas entre ambos países (en todos los sentidos), serán difíciles, abrumadoras, con un preocupante incremento de rigidez y tensión, iniciando por la tremenda dupla peso-dolar.

Mucho más que el –famoso muro-, que supone una payasada poco probable de Trump, por la “insólita” cantidad de dinero que costaría el proyecto y la construcción (aun cuando estemos bajo amenaza de absorberlo financieramente), tenemos que fijarnos en los planes que definirán que continúe con sus funestas consecuencias.

Para México, más que todo ese ruido, lo delicado (y tal vez otras ciudades y partes del mundo), serán los embates a nuestra vulnerable y corrupta economía, vía la pérdida de empleos, sobre todo en manufactura, que provocará (todavía más), una crisis laboral agravada por otra de las amenazas del desquiciado hombre, que es la deportación y regreso de los migrantes a nuestro país.

Con esta decisión (ya tomada desde campaña), México estaría perdiendo demasiado dinero de las divisas por las remesas familiares enviadas por los aproximadamente 11 millones de mexicanos indocumentados; que hoy definitivamente ya no tendrían la oportunidad de convertirse en ciudadanos norte americanos; si Donald Trump con el Congreso (casi en su totalidad) Republicano, logra abrogar la ley de protección a los ilegales.

Esto sin entrar en detalles al rechazo de Trump a los acuerdos comerciales que él asegura no favorecen a EU, más todo lo firmado en Los tratados Internacionales, sobre todo el Acuerdo de Asociación Transpacífico y el Tratado de Libre Comercio, avalado por 11 países.


A pesar de lo negro del panorama, es imposible predecir si Donald Trump cumplirá sus con sus promesas. Pero sin duda alguna, si se hacen realidad a corto, mediano y largo plazo; para bien o para mal, marcará insólitamente al mundo durante los próximos cuatro años. ¡Vale la pena reflexionarlo!  

miércoles, 19 de octubre de 2016

"OPORTUNIDAD DE RENACER"









“OPORTUNIDAD DE RENACER”

Luz María Sánchez Rovirosa

¿Qué pasa por la mente de una mujer, en el momento en que le dicen que tiene cáncer de mama? Luzmaría Sánchez Rovirosa.

Cuando uno escucha por primera vez la palabra cáncer asociada a un diagnóstico propio, y de pronto te enteras que lo tienes, suena como a sentencia de muerte, y de verdad sientes que ves la muerte. Escuchar esa voz, es horrible, es como si el mundo se derrumbara frente a ti en un instante, y de repente comienzas a girar en un espiral de dolor, y uno se pregunta ¿pero yo qué hice? No es posible que esto me suceda a mí. ¿Por qué si todavía tengo ganas de vivir, si todavía necesito vivir?

Así, hace 12 años, en ocho días mi vida cambió. Simplemente estaba aterrada, sin fe, ni esperanza, sintiendo que tenía a un enemigo dentro de mí que podía llegar a causarme la muerte, y sin embargo ¿con qué armas enfrentaría la terrible batalla, si no sabía nada de él?

Esta experiencia marcó mi vida en un antes y un después, la que me llevó a tener un curso acelerado de extra madurez, la que me obligó a generar todo un replanteamiento de lo que yo hacía, de cómo era mi vida, de cómo me estaba proyectando, y de lo que quería hacer conmigo misma, con mi familia, con mi entorno y con mi futuro; así que parada en esa línea, miré dos opciones: Vivir por lo que decían las estadísticas o vivir por las ganas de vivir.

Y aquí estoy, muchos años después de iniciar un largo recorrido por un camino de búsqueda, porque antes de este diagnóstico, sentía que tenía el mundo en mis manos, y ahora sí que sé, que nunca será así, porque aprendí que cada vez que ese mundo cambia, la experiencia, la madurez, y el crecimiento de tu vida, cambian también.

Entendí que aún tenía mucho por aprender de mí, de todas las personas que estaban a mi alrededor, de mi familia, de mis amigos, y por supuesto de mi vida espiritual; y también entendí cómo Dios me estaba dando la oportunidad de mirarme en un espejo, para identificar que la esencia, ese ser maravilloso que hay dentro de cada persona, es la fe en Él, (como cada quien lo vea y lo sienta), esa fe que nos permite superar todo lo que nos proponemos; y así me di cuenta también, porque Dios es infinitamente bueno, que las únicas barreras que limitan nuestro propio crecimiento, son las que nos ponemos nosotros mismos.

Esta experiencia extrema, reafirmó mi seguridad y mi autoestima, de que lo importante no es la belleza externa, o un cuerpo perfecto, ropa de marca, accesorios “costosos” para lucir; o tu propiedad material; sino tú, en tu interior; y esa valía, me ayudó a aceptar con gusto, aun cuando no sin sufrimiento y dolor, mi “nueva” imagen corporal (momentánea), sin pelo, sin cejas ni pestañas, hinchada, ojerosa y amarilla; pero lo más importante, es que me ayudó a sentirme completa y contenta, sin la mitad de mi seno izquierdo. Aprendí a respetarme, a aceptarme y a quererme a mí misma, por lo que yo era, por lo que yo soy.

Supe que se puede ser sobreviviente de cáncer, y que esto es tu elección, pero sobre todo, la seguridad de que Dios tenía como tantas otras veces, sus ojos puestos en mí y en ese momento en mi enfermedad, me permitió tener menos efectos negativos, ante los difíciles y dolorosos tratamientos que me realizaron durante 18 meses. La fortaleza interior que te da saber que Dios está contigo, nos permite superar las situaciones difíciles y duras; y esta fe en Él, sabiendo que es el único que puede ayudarte, fue lo que me hizo seguir adelante.

Y así, me ensoñé en lo importante de poder disfrutar con mi familia, más momentos de felicidad para afianzar sus cariños, pero sobre todo, incorporé mi vida en la paz espiritual, en la verdad, en donde existe coherencia y congruencia en nuestros actos, acorde a nuestros principios morales y la fe católica que practicamos mi familia y yo. Pero ante todo, esta gran lección, me enseñó a perdonar y a no tener resentimientos.

Por eso, después de tantos años, cuando vuelvo la hoja atrás y examino lo que viví y lo que aprendí, doy gracias a la vida y recuerdo la mano extendida de mi esposo, de mis hijas, de mis nietos, de mi yernos, de mi mamá y desde el cielo mi papá y mi hermana, de mis otros hermanos, de mis sobrinos, de mi familia política, de mis amigos, de todas las personas que oraron con tanta fe y pidieron por mi salud y por mi vida, especialmente el padre Pedro Torres García; por tanto cariño y generosidad que encontré en mi alrededor, en mis médicos, su ética, en las personas que me apoyaron en los diferentes y difíciles procesos de rehabilitación; y entre todo, el torbellino de mi vida, de mi íntima vida, gracias amor, de mi paz interior. Sí Señor, “Gracias a la vida que me ha dado tanto”, pero sobre todo, “Gracias Dios mío” que me has dado tanto, para aprender y para crecer, para encontrar en tu amor, lo que nos hace grandes, para que los problemas se vuelvan pequeños.

Hoy en día, después de 12 años de haber lidiado con el cáncer, de salir de ese hoyo negro de mi vida, me dedico a trabajar en mi hogar, tengo el privilegio de escribir en este espacio editorial para compartir mis opiniones; y hoy como ayer, he podido disfrutar de todas las cosas que han apasionado toda mi vida: el flamenco, el tango, la pintura, la música, la zumba; y hoy como ayer, sigo amando.

“Yo tuve cáncer, pero el cáncer no me tuvo a mí”. Una vez más, hago público este breve testimonio, platicándoles mis vivencias del alma, porque estoy convencida, de que uno de los propósitos de mí vida es poder seguir sirviendo a los demás, compartiendo mis humildes conocimientos y mi experiencia. 

Todo el mes de octubre, especialmente el 19 (ayer) Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Mama, hay que teñirnos de rosa; comprando cualquier producto que tenga impreso el “Lazo Rosa” en su empaque. Contribuyamos con un granito de arena en la medida de nuestras posibilidades, para apoyar a quienes lo necesitan. “Enlacémonos”.


Hay que poner mucho empeño en practicarse la autoexploración, visitar al médico y realizarse los estudios adecuados periódicamente (hoy los practican gratuitamente). La prevención es un gran paso contra el cáncer, y el cáncer de mama detectado a tiempo, no es una sentencia de muerte, sino una Oportunidad de Renacer. ¡Qué no SENOS olvide! ¡Vale la pena reflexionarlo!

miércoles, 5 de octubre de 2016

"EL QUE ESTÉ LIBRE DE CULPA..."








“EL QUE ESTÉ LIBRE DE CULPA…”

Luz María Sánchez Rovirosa


“El primer signo de la corrupción en una sociedad que todavía está viva, es que el fin justifica los medios” Georges Bernanos.


Nos dice el Evangelio de San Juan (8, 1-11) que: “En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos y al amanecer se presentó de nuevo en el templo, donde la multitud se le acercaba; y él, sentado entre ellos, les enseñaba. Entonces los escribas y fariseos le llevaron a una mujer sorprendida en adulterio, y poniéndola frente a él, le dijeron: "Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. Moisés nos manda en la ley apedrear a estas mujeres. ¿Tú que dices?" Le preguntaban esto para ponerle una trampa y poder acusarlo. Pero Jesús se agachó y se puso a escribir en el suelo con el dedo. Pero como insistían en su pregunta, se incorporó y les dijo: "Aquel de ustedes que no tenga pecado, que le tire la primera piedra". Se volvió a agachar y siguió escribiendo en el suelo. Al oír aquellas palabras, los acusadores comenzaron a escabullirse uno tras otro, empezando por los más viejos, hasta que dejaron solos a Jesús y a la mujer, que estaba de pie, junto a él. Entonces Jesús se enderezó y le preguntó: "Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Nadie te ha condenado?" Ella le contestó: "Nadie, Señor". Y Jesús le dijo: "Tampoco yo te condeno. Vete y ya no vuelvas a pecar".

Como toda interpretación de la Biblia (Palabra de Dios), al tratar de aterrizarla en el contexto actual, es muy complicado, ya que cada persona es diferente, y puede tener distintos puntos de vista sobre el mismo tema, incluso, muchas veces a propia conveniencia.

Sale a colación este pasaje de La Buena Nueva, ya que hace un par de días el presidente Enrique Peña Nieto, al inaugurar La Semana Nacional de Transparencia 2016, señaló que al hablar de corrupción, no hay nadie que pueda aventar la primera piedra “porque este tema que tanto lacera, lo está en todos los órdenes de la sociedad y en todos los ámbitos. No hay alguien que pueda atreverse a arrojar la primera piedra, todos somos parte de un modelo que hoy estamos desterrando y deseando cambiar, para beneficio de una sociedad que es más exigente y que se impone nuevos paradigmas”.

Ahora bien conjuguemos el verbo corromper. Yo, tu, el, ella, nosotros, vosotros, ustedes y ellos. Amables lectores piensen en quién o quiénes gusten (familia, amigos, servidores, doctores, barrenderos, trabajadores de cualquier índole, etc.), y como dijeran (en algunas localidades) de mi tierra adoptiva: “toditos semos corruptos”. ¿Estaremos entonces muy bien representados por el presidente Peña Nieto, o si se atrevió a lanzar esta muy grave acusación (sin fundamento) sobre los mexicanos, sin excepción, será porque él sí está libre de culpas?

Si lográramos entender correctamente la narrativa de Juan en este -pasaje no revelador-, ya que el evangelista no comenta qué estaría escribiendo Jesús (sin levantar la cabeza) en el polvo, mientras las personas acusaban de adulterio a la mujer. Seguramente nos llamaría la atención ese misterio y quizá pudiéramos entrever, que si los acusadores se fueron escabullendo uno a uno, tal vez sería porque lo escrito en el polvo, les “recordó” sus propios pecados. Cuando se quedan solos Jesús y la mujer, ella le agradece su gesto, más no se disculpa, porque se sabe culpable, aun cuando ya nadie la acusaba, ni la condenaba.

¿Cuál es la esencia de este pasaje que Peña Nieto no entiende, quizá porque fue uno de los que no leyó en su adolescencia (FIL-2012), y ha sido la razón por la cual nos escupió a la cara a todos los mexicanos, un estigma tan delicado?

Es tan simple, como poner atención, pero al ejecutivo no le gusta leer, y a decir de Adela Micha, que ser inculto no es problema para un presidente, en su ignorancia revuelta con su soberbia, no ha comprendido que efectivamente el único hombre libre de culpa que ha existido es Jesús, a pesar de que cargó con todos los pecados de la humanidad, y a pesar de ello, Él no condenó a la mujer adúltera. Lamentable. ¡Vale la pena reflexionarlo!


P.D. No quiero terminar (por hoy), sin externar públicamente al Arzobispo de Acapulco, Carlos Garfias Merlos, unas preguntas que me tienen muy agobiada: ¿Cómo se hace para dialogar con los delincuentes? ¿Cómo se puede dialogar con las personas que están fuera de la ley de los hombres y de la ley de Dios? ¿Los podrá convencer el Arzobispo con su ejemplo de vida y de su ascesis?   

miércoles, 21 de septiembre de 2016

MÉXICO ESTRANGULADO










MÉXICO ESTRANGULADO

Luz María Sánchez Rovirosa


“Aún estamos muy lejos de que nuestro sistema financiero beneficie cotidianamente a la inmensa mayoría de los mexicanos” Agustín Carstens. (23/septiembre/2013)


¿Qué pensará Carstens en 2016, si seguimos estando cada vez más lejos del bienestar y cada día más inseguros de vivir, con un peso humillado y un dólar soberbio, estrangulándonos una vez más? Así que ante este panorama, tenemos la obligación de preguntarnos: ¿Cómo es que hemos llegado hasta aquí?

Para no irnos tan lejos en la historia, mencionaremos específicamente, algunos de los -deslices económicos del PRI-. Brevemente, como un raspón, comenzamos con el gobierno del maligno Luis Echeverría, que basó su economía al amparo de préstamos millonarios que terminaron en un considerable aumento de la deuda pública, con el fatal desenlace de una depreciación del peso de –tres dígitos-, con el consecuente deterioro de la economía del país y de su gente.


Este político esquizofrénico, corrió con “suerte”, pues como caído del cielo –y de repente- el precio del petróleo subió como la espuma, llegando a México como una tabla de salvación para una deteriorada economía que deambulaba por caminos inciertos. Sin embargo, y como era de esperarse, sucedió lo inevitable cuando la desmedida ambición priísta se percató de las generosas ganancias que se obtenían del crudo; y desafortunadamente lo que se debería haber usado con respeto, sigilo y prudencia para enderezar la nación y detonar el bien común, fueron dilapidadas (para variar) en un profundo mar de corrupción.

Tal reza el refrán: “La suerte es como la espuma, tan pronto sube, tan pronto se esfuma”, y sucedió que en 1972, los precios del petróleo cayeron –tan brutalmente como hoy-; trayendo consigo nuevamente la desgracia e incertidumbre económica al pueblo de México, con un considerable aumento de la pobreza y la marginación.
Como consecuencia la deuda (externa), se incrementó en más de 20 mil millones de dólares, así que la devaluación hizo acto de presencia otra vez, y el gobierno (sin piedad) nos plantó una estocada nacionalizando la Banca, y haciendo responsables a los banqueros de propiciar la tragedia financiera de México.

Seguimos como testigos fehacientes a López Portillo, a quien le fue ¿imposible? defender –“el peso como perro”-; así que cuando le llegó el turno a Miguel de la Madrid, la inflación volaba a la deriva por los cielos y el endeudamiento alcanzó niveles muy peligrosos; para los cuales como –solución a corto plazo-, se solicitaron préstamos al Fondo Monetario Internacional (FMI), con la consigna de privatizar empresas públicas, para pagar dichos créditos.

Sin embargo con la llegada del satánico Carlos Salinas de Gortari, estas –vicisitudes económicas- dieron un giro de 180 grados con su política “antiinflacionaria”, que logró quitar dos ceros al peso frente al dólar; por ello el incipiente (pero maléfico) neoliberalismo, llenó de aliento y de confianza a una sociedad tan necesitada de noticias buenas.

Con la llegada del TLC, la popularidad de Salinas se elevó, ya que nos hizo creer que -andábamos pisando el primer mundo-. Sin embargo Salinas envanecido cometió muchos errores (por la maldita ambición), que provocaron el desplome de la –frágil recuperación económica-, hundiéndonos de nuevo en una severa crisis que todavía se agravaría aún más por el llamado “error de diciembre” (efecto tequila), durante el inicio del mandato de Ernesto Zedillo. Vale la pena recordar, la intervención del presidente Bill Clinton, quien con una línea de crédito por 20 mil millones de dólares, le permitió a México garantizar el cumplimiento de sus compromisos financieros. Por supuesto que no se me olvida el FOBAPROA; pero esa, es otra historia.

Así que aterrizando (después de dos sexenios panistas) a la realidad fatal del regreso del “tricolor”, en la cual nuevamente los mexicanos estamos lamentando otra caída “histórica” del peso ante la divisa de nuestros vecinos del norte. La desvalorización de la moneda mexicana ha llegado hasta la terrorífica cifra de 20.27 pesos por un dólar (centavos más, centavos menos); y esto va a provocar sin duda alguna, cambios significativos primeramente ante la economía global (también bastante deteriorada), en la propia, y por supuesto en los bolsillos y en la vida de los mexicanos.

¿Y ahora “quién podrá defendernos” si llegara Donald Trump a gobernar el mundo, desde la oficina Oval de -La Casa Blanca-
Hacia dónde, o hacia quién tenemos que voltear, si el gobierno de Enrique Peña Nieto, quien por demasiadas razones es francamente repudiado; tanto que ante la delicada situación nacional de ingobernabilidad y desequilibrio económico; también se ha creado una asombrosa estructura que sostiene peligrosamente a dos Méxicos completamente diferentes. ¡Vale la pena reflexionarlo!

jueves, 8 de septiembre de 2016

"DESPUÉS DEL NIÑO AHOGADO, EL POZO TAPADO"








“DESPUÉS DEL NIÑO AHOGADO, EL POZO TAPADO”


Luz María Sánchez Rovirosa



“Nada se ha visto más ridículo desde que Calígula nombró cónsul a su caballo” Anónimo.



La noticia bomba (porque ya explotó) es la inminente salida (¿renuncia?) de Luis Videgaray Caso, como titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, después de la desventurada, tétrica, cruel y patética visita de Donald Trump a México, a –su explícita sugerencia-.


Crisis financiera, pero sobre todo crisis de confianza y el repudio de la mayoría del pueblo de México, han hecho posible el exilio de este malévolo personaje (esperamos) del paisaje y los horizontes de este bello, pero atribulado país.
Uno se puede imaginar, los momentos de berrinche y de horror que debe estar pasando este petulante personaje de la historia de nuestra Nación (para que entienda cómo sufren los mexicanos), y aun cuando Enrique Peña Nieto se adjudica la total responsabilidad de tan funesta decisión, es bien  sabido que el origen de ella, salió no de la inteligencia (hoy muy cuestionada) del “itamita” Videgaray; sino de su ambición desmedida por ganarse la señal verde, que lo pusiera sin la amarilla, en el sendero presidencial 2018.


Es muy común que cada ser humano se procure una imagen. Cada persona la crea cuando se está convencido de que esa vestimenta le sienta bien; sin embargo, es muy común también que de quienes estamos “rodeados”, tengan otra percepción muy diferente de ese convencimiento de la personalidad manifestada; incluso esos “roedores” detectan con mucha más rapidez nuestros errores, esos errores que tan frecuentemente uno, no suele reconocer.


Sale a colación brevemente el tema de los errores, porque en estos momentos, se le vinieron encima como balde de agua helada a Luis Videgaray, los más graves y desastrosos desaciertos que ha tenido como parte del gabinete privilegiado y consentido del presidente Peña Nieto: la invitación a Donal Trump a México (con las graves consecuencias conocidas) y el paquete económico 2017, con el cual se espera un tirante ajuste al gasto público, para lograr un déficit fiscal equivalente al 2.5% del Producto Interno Bruto (PIB), y que hoy llegará a San Lázaro, en medio de una total debacle financiera, revolcada por la Reforma Fiscal, aprobada en 2013.


Y en los quehaceres de la política, estos errores suelen salir muy caros. Luis Videgaray Caso (gran amigo y hombre de confianza del ejecutivo), se queda sin cumplir su más preciado deseo de ser presidente de México, que en este caso es a lo que menos importancia hay que dar, además porque se lo tiene bien merecido; así como el ridículo y bochornoso momento (que continúa) que nos hizo pasar como mexicanos, ante su estupidez, insensatez, torpeza y pedantería, aceptada por el presidente Peña Nieto.


Aquí lo relevante es la peligrosa y comprometida relación diplomática (internacional), que ha quedado después de este desatino que ha sido duramente criticado por el mundo. Los temas bilaterales son muy serios, existen importantes tratados internacionales de vital importancia firmados, que se debaten entre homólogos, entre jerarquías igualitarias, entre países con gobiernos autónomos ¿Cómo se le pudo ocurrir a Videgaray semejante aberración; y cómo y por qué la aceptó Peña Nieto con tal docilidad? ¿Habrán entendido que como resultado de su irresponsabilidad, han fortalecido a Trump como candidato, ayudándole con este -estúpido plus- a su campaña?
Y sí que lo entendió, porque ahora como dice el refrán: “Después del niño ahogado, el pozo tapado”; el Ejecutivo hizo el anuncio oficial de  la –renuncia aceptada- del ex secretario de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), y señaló que su relevo será, el hasta hoy Secretario de Desarrollo Social José Antonio Meade Kuribeña. Ya veremos.

    
Y estas preguntas son necesarias ¿Cómo se determinan a las personas idóneas para poner en sus manos la estabilidad y la armonía de un país, o para ser favoritos del presidente ungido o del (de los) partidos? ¿Cómo influye y qué injerencia tienen (ya en funciones) la patología o perturbaciones de los hombres y mujeres elegidos?


¿Por qué el pueblo de México se deja llevar por las apariencias, y no pide cordura a “esta” clase política inmadura e inculta, ante las señales de peligro que una y otra vez nos mandan?



Sin pecar de necia, fanática y obcecada, me ha causado una profunda tristeza, ser testigo de la manera tal vil y tan ruin con que -el gabinete de lujo- de Enrique Peña Nieto y el “nuevo” PRI, han ofendido y han permitido que personas ajenas ofendan a México, este país de ensueño, pródigo y a pesar de todos los pesares, agradecido. ¡Vale la pena reflexionarlo! 

miércoles, 31 de agosto de 2016

LA PETULANCIA Y LA SOLEDAD DEL CUARTO INFORME







LA PETULANCIA Y LA SOLEDAD DEL CUARTO INFORME

Luz María Sánchez Rovirosa

“Lo bueno casi no se cuenta, pero cuenta mucho” Enrique Peña Nieto.

Es importante que el pueblo aprenda a razonar, que no es cierto que las administraciones y los gobiernos cambian con el cambio de los políticos o de los partidos; la única transformación posible, es que quien llegue al poder trabaje como se debe, es decir con honestidad, en un Estado de Derecho.

Lo que se presume para un buen gobierno no es sólo la legitimación emanada de las urnas; gobernar implica capacidad, confianza y credibilidad, que se ganarán por medio de la generación de mecanismos suficientes y adecuados para canalizar todas las demandas de la sociedad, en la respuesta pronta y eficaz a ellas, que se derivan de las promesas de campaña.

Pero ¿Qué sucede cuando al paso de los años se siente y se nota por todos lados la inestabilidad en el sistema político y ante todo ese descontrol democrático ante la ingobernabilidad orillada por la corrupción y la impunidad? ¿Qué puede hacer una sociedad contrariada, que está sumida en un clima de violencia permitida por la injusticia social: atracos de todo tipo, crímenes organizados y no, narcotráfico, reclamos públicos, marchas de protesta, manifestaciones, paros, secuestros de instituciones, plantones, discursos, opiniones?

Las elecciones del 2012 con el regreso del “nuevo PRI” parecía que marcaba un –verdadero cambio-, a 12 años de un gobierno de alternancia representado por el Partido Acción Nacional (PAN), que trajo al país un muy mal sabor de boca, tras las fatales experiencias de una –guerra sin cuartel- que dejaron violencia e inseguridad a su paso, sobre todo más acentuadas en la administración inmediata, con Felipe Calderón.

Ante este escenario y con los primeros y ambiciosos aciertos de Enrique Peña Nieto, parecía que viviríamos en una perpetua –luna de miel- entre el reciente gobierno y México. Pero infortunadamente demasiado rápido, los primerizos índices de aprobación se desbalancearon, con la languidez de las “cacaraqueadas” reformas estructurales: Energética, Fiscal, Educativa, etc., que produjeron (y siguen produciendo) un gran desgaste y descontento entre la población y la opinión pública, tanto nacional, como en el mundo entero.

Con el “rápido y furioso” trayecto de graves acontecimientos como Ayotzinapa, Tlataya y tantas, demasiadas violaciones a los Derechos Humanos, de “sopetón” desaparecieron de la boca del ejecutivo las palabras –inseguridad y violencia-, como si en su vocabulario no existieran o como si nada estuviera pasando en el país; aunado a la cínica corrupción gubernamental como –La Casa Blanca-, Malinalco, el departamento de Miami, el “plagio” de su tesis, más lo que se acumule, simple y sencillamente pasó a ser del –salvador que estaba moviendo a México hacia la prosperidad-, a un hombre incapaz de gobernar sin corrupción e impunidad, y que lo tiene hoy repudiado y sumido en el más bajo porcentaje de aprobación, en la historia de México.

Y ahora nos sale (ver para creer), con la burda y desvergonzada noticia de la invitación que le hizo a Donald Trump, candidato por el Partido Republicano a la presidencia de Estados Unidos de América, para visitar México, y quien durante toda su campaña, ha mostrado y sigue mostrando, una profunda xenofobia por los mexicanos (tanto por los que viven dentro y fuera de sus fronteras), humillando al pueblo en todas las formas indignantes posibles.

Las preguntas rezumban y suenan: ¿Para qué o con qué motivo o motivos lo quiere Enrique Peña Nieto en México; si aún no tiene una envergadura para que lo presente como una visita (quizá obligatoria) de Estado? ¿Será que el presidente de La República Mexicana, tampoco conoce la dignidad?


Rumbo al petulante 4º Informe de Gobierno, nos percatamos de cuan solitario, impopular e ineficaz es este gobierno que hoy se encuentra en su peor momento. Con el lema de que “Lo bueno casi no se cuenta, pero cuenta mucho”, quiere relevar su pésimo actuar otro año más. Pero no se da cuenta, que los aciertos cada día son menos y que el nivel de injusticia social, pobreza, marginación y desigualdad, cada día cuenta más. ¡Vale la pena reflexionarlo!   

jueves, 18 de agosto de 2016

¿EL CASTILLO OLÍMPICO?








¿EL CASTILLO OLÍMPICO?

Luz María Sánchez Rovirosa

“El dinero del viaje de mi novia, salió de mi bolsillo” Alfredo Castillo. ¿Y el dinero que entra a su bolsillo, no es de nuestros impuestos?


La primera documentación que se tiene de los Juegos Olímpicos, data del año 776 a.c., en la localidad griega Olimpia, en la Península Mediterránea del Peloponeso.

Al parecer, la idea original partió de un hombre llamado Oxilios, pero éstos empezaron a llevarse a cabo por iniciativa del rey Ifitos de Élida, poco después de que éste llegara a un acuerdo con sus rivales, el rey de Esparta, Licurgo y Clístenes rey de Pisa, para garantizar paz y armonía durante el evento. Según la tradición, el texto de este acuerdo, fue grabado en un disco de piedra y guardado celosamente en el Templo de Hera.

Pasado el tiempo, la esencia de los juegos (a pesar de los intereses de entonces), siguió siendo la misma, es decir, un evento atlético-deportivo y cultural, donde el único premio a la victoria, era una corona de ramas de olivo; y la ayuda material a los atletas ganadores, por parte de los poderosos de la época.

Al seguir el paso del tiempo la historia nos cuenta que en 1960, se introdujeron las medallas de oro, plata y bronce, como premio a los ganadores de los primeros, segundos y terceros lugares, en las diferentes disciplinas oficiales que participan (hasta el día de hoy) en Las Olimpiadas.

La meta del Movimiento de los Juegos Olímpico u Olimpiadas, es la reunión de los atletas y deportistas de “todos” (si es posible) los países del mundo, en una celebración de sana convivencia y competencia; contribuyendo de esta forma a la construcción de la paz y de un mundo mejor, a través de la educación de los jóvenes en la cultura del ejercicio y del deporte, sin discriminación de ningún tipo (raza, religión, política, cultura, etc.); solo con el afán de lograr un espíritu de entendimiento, de amistas, solidaridad y justicia.

La de arriba, es una sencilla y breve introducción para llegar hoy hasta Río de Janeiro, Olimpiadas Brasil 2016, en donde nuestros atletas participantes, han puesto su empeño, su esfuerzo y su amor en sus diferentes disciplinas, -y todos y cada uno de ellos-, son merecedores de todo nuestro apoyo, respeto y admiración, simplemente por el hecho de haber calificado para estar compitiendo allá.

Los mexicanos (espectadores), sabemos que en nuestro país hay una institución llamada CONADE (Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte), que atiende las necesidades del deporte en toda la extensión de esa palabra, y que como en todas las demás secretarías, direcciones, coordinaciones, etc., cuenta con un presupuesto (emanado de nuestros impuestos), para su cabal funcionamiento.

En el tema que hoy tocamos, Las Olimpiadas Brasil 2016, los atletas participantes que se han preparado intensamente en las diferentes disciplinas del deporte que participan en dichos juegos, tienen que ser valorados y clasificados por los respectivos comités locales de cada país, que se subordinan y se guían por medio de las estrictas reglas impuestas por el Comité Olímpico Internacional, para hacer válida su intervención.

Pero aterrizando en la cruda realidad, las preguntas surgen ¿Por qué hemos tenido una aportación en estos Juegos Olímpicos, tan desangelada y decaída? ¿Por qué no hemos podido obtener excelentes, buenos o mejores resultados en el desempeño de nuestros atletas? ¿Cuál es el verdadero motivo de este nuevo fracaso de nuestro país ante el mundo?

Como toda institución, La CONADE, tiene un titular hoy llamado Alfredo Castillo Cervantes, un  patético “handyman” (mil usos) bizarro, amigo y cómplice de Enrique Peña Nieto en el siniestro caso de la pequeña Paulette; que ha ocupado cargos de seguridad (¿?) en La PGR, así como Comisionado de Seguridad en Michoacán, pero siempre inmerso entre los pérfidos velos del escándalo.

Simplemente vale recordar que en 2015, La CONADE, o más bien Alfredo Castillo, desconoció 10 disciplinas olímpicas -“supuestamente” por habérsele detectado irregularidades presupuestales-, y obviamente el recorte financiero para las susodichas, no se hizo esperar. Esta perversa acción fue de tal magnitud, que El Comité Olímpico Internacional, tuvo que intervenir ante la catástrofe deportiva para México, en vía de las Olimpiadas.

Los tragos tan amargos, penosos e injustos que han pasado los atletas mexicanos que fueron a Río, por falta de apoyo de la Institución, con el aval del gobierno Federal, como no llevar a sus instructores (importantísimo), sin uniformes o estos incompletos, sin apoyo para hospedaje y viáticos, sin servicios médicos, y un sinfín de etcéteras.

Lo que es seguro, que hoy La CONADE (bizarra) -obligada a brindar apoyo a los deportistas y atletas profesionales y amateurs de México-, bajo el manto infernal del siniestro Alfredo Castillo, simple y sencillamente, en lugar de ayudar, damnifica.


El problema que los mexicanos tenemos y debemos de entender, es que el desencuentro, nerviosismo y la pérdida de la autoestima de los deportistas de nuestro país, de ninguna manera es por falta de talento, sino por la humillación, la ignominia, el desdén, el desprecio, el agravio y el nulo apoyo de parte del gobierno, para que puedan desarrollar totalmente sus habilidades, mientras que los rayos y centellas de la corrupción relumbran en la “Luna de Miel” del maligno Alfredo Castillo en Río. Lamentable. ¡Vale la pena reflexionarlo!     

miércoles, 20 de julio de 2016




“EL PERDÓN HISTÓRICO”


Luz María Sánchez Rovirosa


“No sé perdonar qué quieres que te diga, si yo nunca te he dicho una mentira. No sé perdonar, que te perdone Dios”…..J. Cantoral


Cuando nuestra conciencia despierta y comienza a funcionar, podemos darnos cuenta sin duda, que cada vez que cometemos una falta, la conciencia nos lo empieza a reprochar; en tal caso, lo que procede inmediatamente, es confesar la falta y pedir perdón (con la certeza de no volverlo a hacer), para que la misma, pueda ser descargada.

La conciencia es tan sensible, que normalmente nos está amonestando cada vez que hacemos algo desagradable o incorrecto, que agrede o lastima a nuestro prójimo; pero hay veces que por soberbia, por poder, por ambición, incluso por maldad, nos cansamos de obedecerla, y entonces buscamos y encontramos mil argumentamos contra ella, pero a favor de nosotros. Este cotidiano fenómeno se repite una y otra vez, hasta que logramos doblegarla y adormilada y sumisa nos deja de hablar. Este fenómeno sucede cuando la persona obra mal, pero está convencida que lo está haciendo bien.

Sale a colación este sencillo y breve comentario sobre “el perdón”, ya que hace un par de días, el presidente Enrique Peña Nieto, fue, sigue y seguirá siendo noticia relevante, ante un extraño -acto de contrición- en su discurso al presentar la nueva Ley Anticorrupción, frente a los mexicanos, en torno al escándalo de la llamada Casa Blanca. 
Cientos de comentarios han surgido alrededor del inesperado suceso, por supuesto los contrarios y muchos que no lo son, calificaron la acción,  como cínica y vacía, ya que en su reclamo aseguran que “no basta pedir disculpas sino rendir cuentas”. 
Los que le otorgan al Ejecutivo sus favores, califican “el perdón histórico”, como un acto responsable y sincero, y lo tomaron como un “parteaguas” para el resto de su administración bastante dañada por la inseguridad, la injusticia, la violencia, la corrupción y la impunidad. 
Qué maquiavélico subterfugio llevó al presidente a pedir perdón (¿?), por una situación por demás bochornosa. ¿Habrá pensado si al hacerlo será digno por quienes ofendió a ser perdonado? ¿Estará en sus planes de reconciliación, reparar el daño moral y financiero que dejó tatuado en México semejante pecado (entre otros) de abuso de confianza y de poder?   
Ahora bien, al pedir perdón ¿a qué se estaba refiriendo? ¿Al error de haber adquirido esa propiedad; a la mentira de decir que la pagó su esposa con sus –antiguos honorarios como actriz-, cuando la compra-venta  se llevó a cabo justo con fuertemente cuestionado Grupo Higa; o por tratar de quitarse de encima un lastre que le ha traído consecuencias negativas tanto a su gobierno, como a su partido que ya está pagando las facturas?

Para entender el contexto de la situación, vale la pena releer una vez más el pedazo del contrito discurso de Peña Nieto: Principalmente acepta haber cometido un error, pero enfatizó “No obstante que me conduje conforme a la ley, este error afectó a mi familia, lastimó la investidura presidencial y daño la confianza en el Gobierno. En carne propia sentí la irritación de los mexicanos. La entiendo perfectamente, por eso, con toda humildad, les pido perdón”.

Entre la cantidad de las diversas reacciones, qué conclusión podríamos sacar, porque es obvio que dentro del discurso para anunciar la promulgación de la Ley Anticorrupción, -no podía silenciar ese “distinguido” acto de corrupción-.
Así que para suavizar la letanía y salirse de su propia trampa, simple y sencillamente lo embarró, porque pedir disculpas no es tan difícil, pero reparar el daño (no solo a su familia, al gobierno y a él mismo) sino al pueblo que lo puso en ese lugar, sí; empezando por el dramático y patético despeñadero que le está haciendo tanto daño al país; y que buscan desesperadamente detener antes del 2018. ¡Vale la pena reflexionarlo!   

sábado, 9 de julio de 2016

ABC, 78 MESES







ABC, 78 MESES

Luz María Sánchez Rovirosa

“Frente a la dificultad y a la tragedia, siempre puedo elegir interpretar lo que me sucede como una desgracia, como un desafío, como una catástrofe y transformarme en víctima; o puedo mirarlo (después de subir la espiral de la aceptación), como una oportunidad de crecer y transformarme en protagonista de un verdadero cambio para ayudar a los demás”.


78 meses se cumplieron de la más grave tragedia infantil de México. Por si no lo recuerdan, este hecho sucedió en Hermosillo, cuando un incendio provocado (¿?) en una bodega propiedad de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público del Gobierno de Sonora, se propagó hasta las instalaciones de la Guardería ABC, estancia infantil subrogada por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) a particulares; siniestro en el cual, perdieron la vida 49 niños (entre seis meses y cuatro años) y más de sesenta pequeños quedaron con heridas y quemaduras muy delicadas, que hoy son marcas indelebles de un profundo dolor y una gran injusticia.

En aquellos momentos y con las primeras indagaciones (que por parte del gobierno hasta allí llegaron), arrojaron de inmediato que la guardería carecía de salidas de emergencia, no contaba con extinguidores y prácticamente no cumplía con las normas básicas y obligatorias de seguridad para este (y cualquier) tipo de instalaciones que brindan servicios a la comunidad.

Y desde entonces año tras año; desde aquel día de horror, personas y grupos se solidarizan con los padres de los pequeños y se manifiestan por medio de marchas, pancartas, velas encendidas, globos volando al cielo, ayunos, cantos, y por supuesto muchas lágrimas de dolor, de ese dolor que se guarda en el silencio de los inocentes.

Esta rebeldía atrapada, de un pueblo mudo por el temor a la censura y a la represión por decir lo que siente y lo que piensa, un pueblo que no se puede armar de valor y tomar el lugar que le corresponde; ese mismo lugar en igualdad, desde donde los poderosos, los que mandan, los que deciden; nos señalan, nos humillan y nos desdeñan, y no hay algo más triste, que ver el poder, la ambición, la impunidad, la soberbia y el desinterés, por encima de la moral y la agonía.

Mientras el pueblo (no escogido) sufre y sufre mucho, también cada día va perdiendo más la confianza en los gobernantes, en quienes legislan nuestros tormentos (las leyes) y en quienes las imparten; porque la confianza es un privilegio que se gana, que se fortalece con actos de honestidad, congruencia y generosidad y cuando se pierde porque la dignidad ha sido consuetudinariamente mancillada, es muy difícil recuperarla.

La indignación argumentada y la desconfianza de las personas que han sufrido tragedias con sus seres queridos como Ayotzinapa, los secuestrados, asesinados y desaparecidos (por causa de la indiferencia, la incapacidad, la impunidad y de la injusticia gubernamental), y los grupos sociales que apoyan estas causas, tienen y deben seguir avanzando sin tropezar, hacia el reclamo de lo que les pertenece: la justicia.

La tragedia de Hermosillo ha provocado duelo y rabia, y no hay nada que apacigüe ni el sufrimiento, ni la furia reprimida de los padres, familiares y amigos de los pequeños, que año con año recorren las calles cargando las fotografías, los recuerdos, la impotencia, la impunidad, la injusticia, y eternamente las preguntas sin respuestas.

Cansados y con la paciencia impuesta por las circunstancias, estos padres han visto desfilar a todos los involucrados en el asesinato y daños irreparables de sus hijos, que aun cuando han sido señalados de responsabilidad por la justicia; ella misma, les ha permitido caminar impunes hacia nuevos horizontes de privilegios, sin que nada ni nadie los detenga.

Que confortable resulta esto para los que mandan, para los que apabullan, para los que abusan, para los que explotan. Qué fácil es encadenar las manos y los pies de la humanidad, con la anuencia de la prudencia.

Más en este caso, quizá existe la prudencia, pero no las ataduras (ni existirán), y vale la pena reflexionar que tantas lágrimas derramadas, nunca serán suficientes para devolverles a sus hijos; pero si harán que el horror que sufrieron (hasta la muerte), no les pase a los de los demás.

Una de las lecciones que nos deja la tragedia de la Guardería ABC, es que el cuidado de los inmuebles de estancias, guarderías, asilos, casas de reposo, escuelas, etc., en buen estado, no sea solo para los privilegiados, y ese es uno de los más graves problemas de la “nueva” Reforma Educativa ¿Cómo van a evaluar y exigirle a los maestros una docencia de calidad, si no tienen ni lo indispensable que requiere la enseñanza.


-El delito de asesinato- de la Guardería ABC, prescribió a los cinco años, y hoy ya nada hay que perseguir legalmente; pero sí, a los demonios que seguramente tendrán en su conciencia, al no poder apagar –el silencio de los inocentes-; de estos pequeños que no se merecían ser víctimas de una aberrante, impune e injusta tragedia permitida. ¡Vale la pena reflexionarlo!