PRI Purificado
Juan López
Las tensiones internas del PRI, provocadas
por la discrepancia de intereses políticos, muestran un escenario propio de
pleito y revancha. El Congreso debiera ser la Arena de la discusión con argumentos
civilizados, propios de una fracción minoritaria opositora. No un corral de
tuteos infamantes.
El PRD y sus aliados son la mayoría
parlamentaria. Pueden hacer uso de esa condición, ser incluso arbitrarios y
majaderos, y solventar por sí solos, todos los acuerdos simples del Congreso.
El PRI, bueno, mejor dicho Figueroa Smutny
facilita perder, en la integración de Comisiones y Jurisdicciones, posiciones
como la Presidencia de la Mesa Directiva, que se la abrogó la “izquierda”, sin
que los tricolores tuvieran la suficiente fuerza moral para retenerla.
No hay mejor inconveniencia, para una pugna
democrática, que la división interna entre sí mismos.
Claro que no lo sabe, por ello es
obligatorio decirle a Smutny que, cuando Alejandro Magno salió a conquistar el
mundo, la única recomendación que le hizo su padre Filipo II, fue: “Divide y
vencerás”.
Dividir la hegemonía del PRI en el Congreso,
debilitarlo. Si éste es el propósito ulterior del muchachito, magníficamente
bien lo está logrando.
El poder corrompe. La oposición purifica.
Esta es una tesis política. Smutny no sabe
sino de jugarretas y patrañas.
Peleando por frivolidades. Discerniendo
travesuras de menores. Alegando minucias no es como un partido abre surcos en
la sociedad.
No será posible para el PRI obtener
jerarquía política respetable y responsable con diputados como Rubén Figueroa
Smutny. Lo conveniente para el Partido no es sólo que se vaya Cuauhtémoc
Salgado, sino que en su despedida lo acompañe el rijoso Junior. Si el malcriado
muchacho solicita licencia definitiva, que el suplente reivindique el cargo,
comportándose como un político ecuánime, formal y decente.
Los problemas de Guerrero son mayores:
violencia, migración, inseguridad, desempleo, fuga de capitales, pobreza. Ante
esta realidad social no podemos permitir que un diputado se la pase injuriando,
chismeando, de párvulo burlón distendiendo la armonía dentro del PRI.
La diferencia política, moral, ocupacional,
entre este Figueroita y aquel don Rubén Figueroa Figueroa es tan distinta como
el día de la noche.
Ayer el gobernador Ángel Aguirre se dolía de
las injustas apreciaciones de cierta prensa, ciertos empresarios, algunos Caballos
de Troya que injurian nuestros cotidianos sufrimientos. A ellos agreguemos a
ciertos “legisladores”, cuyo deleite personal es el relajo, la mofa y
escarnecer en su curul a sus correligionarios políticos.
Es asunto de profilaxis, higiene,
desinfección, que Figueroa Smutny abdique de su asiento en el Congreso del
Estado.
Es demasiado grande su curul para una
humanidad tan indigna como la suya.
Verdaderos políticos de Guerrero deben tomar
su lugar en las instituciones públicas de la Entidad. No vándalos ni herederos
de apellidos nefastos, que trastabillan en la magnificencia del poder legislativo.
PD: “Un charlatán puede arruinar a un
régimen democrático”:
Aristóteles.
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