TRILOGÍA
POLÍTICA
Luz María Sánchez
Rovirosa
“Levántate una y otra vez hasta que los corderos se conviertan en leones”.
Hoy compartiré con quienes me prestan el favor de su lectura, un artículo
dividido en una trilogía muy importante, tanto para el estado de Guerrero como
para el puerto de Acapulco y el país.
Empezaremos por el acertado y justo reclamo que hace como organización de
profesionistas independientes, El Colegio de Contadores Públicos del Estado de
Guerrero de la forma por la cual llegó Alfonso Damián Peralta, como titular de
la Auditoría General del Estado (AGE).
Teniendo como una de sus acciones principales, el rendimiento de las
cuentas y la transparencia de las finanzas del estado, es imposible aceptar el
abuso irracional de poder y la ambición desmedida de los políticos y
representantes populares, tal es el gobernador con licencia Ángel Aguirre
Rivero, quien en contubernio con un “selecto” grupo de legisladores del
Congreso local para nombrar al titular de dicha dependencia; violando el
procedimiento de elección, y no cumpliendo con los requisitos que señala la Ley
Número 1028 de Fiscalización Superior y Rendición de Cuentas del Estado de
Guerrero, así como la 116, fracción II, párrafo 5 de la Constitución General de
la República.
Más que obvia la falta de ética de los involucrados, al –imponer- como
titular de la AGE, a un funcionario y militante del PRD, quien hasta entonces
fungía como sub secretario de Administración y Finanzas de la Secretaría de
Educación de Guerrero (SEG), y que puso su renuncia (horas antes del registro
de la imposición), con la venia del diputado Bernardo Ortega Jiménez,
presidente de la Comisión de Gobierno del Congreso local.
De esta irregularidad, se desprenden graves responsabilidades, como hacer
omiso el estado de Derecho que nos rige por medio de las leyes del estado de
Guerrero en México; amén de ser una de las principales causas de la evasión
fiscal, por la falta de confianza de los contribuyentes en el manejo de los
recursos públicos; ya que es imposible que una misma persona sea juez y parte.
Pasando al segundo punto, enorme en importancia también, la soberbia e
ignorancia de Luis Walton Aburto, se manifiesta día con día (y cada vez más
grave), en este atribulado puerto de Acapulco, hoy convertido en un pueblo
fantasma, sin liderazgo y agobiado por una arrasadora impunidad que no tiene
nombre.
En cada ocasión que se le ocurre abrir la boca, muestra su verdadera
condición de ser un gobernante (¿?) perversamente alejado de la frustrante
realidad (con la que él ha contribuido) de los acapulqueños y turistas. Tan mal
está la situación en el puerto, que por doquier (a nivel nacional e
internacional), aparecen artículos muy preocupantes, sobre la inseguridad que
impera en este destino turístico de sol y playa.
La ceguera del alcalde llega a tal extremo, que es incapaz de codificar en
sus neuronas, que Acapulco está catalogado en los primeros lugares de
inseguridad y violencia de la república, añadiéndole los actuales problemas y
múltiples hechos violentos de alto impacto, vinculados con el crimen
organizado.
Y las preguntas me asaltan: ¿Qué esperamos de un alcalde que no conoce ni
de lejos sus responsabilidades, pero mucho menos sus límites como autoridad?
¿Qué esperamos de un presidente municipal que nos ha dejado sin policías y sin
seguridad en manos de la delincuencia, que comete sus fechorías y sus asaltos a
plena luz del día en completa impunidad? ¿Qué esperamos de un alcalde que no
nos proporciona los servicios que pagamos con nuestros impuestos? ¿Qué podemos
esperar del edil que no escatimó dejar a una persona sin su empleo y su
sustento por “chismes de lavadero”? ¿Qué esperamos de una persona que se brinca
sin escrúpulos la delgada línea entre la autoridad, el abuso y el tráfico de
influencias?
Y el tercer punto que es obligado, sobre la detención del ex alcalde de
Iguala José Luis Abarca Velázquez y su esposa María de los Ángeles Pineda
Villa, quienes están acusados (entre otras cosas), de ser los autores
intelectuales del asesinato de 6 personas y la desaparición de 43 estudiantes
de la Escuela Normal Rural “Isidro Burgos” en Ayotzinapa, el pasado 26 de
septiembre, en Iguala.
Desafortunadamente y sin poder (todavía) formar un criterio relevante sobre
esta grave y penosa situación, esperamos que las –autoridades competentes- no
se demoren mucho con la información, para poder esclarecer a mi humilde opinión
lo más importante, que es el paradero de los 43 estudiantes, y para que las
manifestaciones que hoy se realizan con los ojos abiertos para tratar de
resolver el desorden en que se ha convertido el –nuevo gobierno del PRI-, no se
vuelvan a cerrar, aun cuando muchas veces, nos causen incomodidad. ¡Vale la
pena reflexionarlo!
Indudablemente los tres temas interesantes, el primero porque con ello se pretende tapar las irregularidades del hoy gobernador con licencia, violanto los procedimientos establecidos.
ResponderEliminarEl segundo, por la importancia que representa para el estado Acapulco como la más importante fuente de recursos para el Estado, y una de las imagenes de México en el mundo, que desgraciadamente hace ya varios lustros que esta en una picada impresionante sin que nadie le ponga un alto.
Por último los 43 estdiantes, a 2 días de la detención de la pareja de Iguala no se tiene una respuesta a la incógnita del paradero de estos jóvenes, que realmente debería ser la preocupación de todos los niveles de gobierno.
Lamentable situación que vive nuestro hermoso País, inmensamente rico pero pesimanente gobernado.