jueves, 21 de abril de 2016

EL DECÁLOGO









EL DECÁLOGO

Luz María Sánchez Rovirosa


“La violencia es el último recurso del incompetente” Isaac Asimov.


Para juzgar la situación actual, hay que empezar por entender el comportamiento de la política económica y social (para no ir más lejos) desde el gobierno de Felipe Calderón (PAN), hasta nuestros días con Enrique Peña Nieto (PRI) y poner en una balanza sus luces y sus sombras en relación a la cruenta guerra contra el  narcotráfico y el crimen organizado desde que se abrió “La Caja de Pandora”; y hoy específicamente la intervención ante la ONU, del Ejecutivo mexicano, con un –trillado decálogo- (como tantos otros) para tratar de “controlar” este flagelo que nos tiene sumidos en un abismo, iniciando con su postura de luz verde en la legalización de la mariguana, para su uso médico y de investigación.

Justo el dar luz verde para clarificar la legislación mexicana en dicha materia; no tiene por qué hacernos suponer que en México se vaya a emprender realmente un viraje en sus esfuerzos, por controlar el tráfico ilegal de drogas (en plural); y vale mucho la pena reflexionar profundamente, en cada uno de -los 10 mandamientos- presentados en estos días ante la ONU.

¿Por qué el pensamiento tan escéptico sobre lo mismo de siempre? Solo basta mirar sin disimulo la cruel realidad: somos testigos de cómo se escapan, se dejan en libertad, caen y vuelven a caer los líderes de los grupos, carteles o bandas de narcotraficantes, y vemos como en un cerrar y abrir de ojos, nuevamente se reagrupan alrededor de otros guías o emergen como “La Medusa” unos nuevos, de nuevos grupos o grupúsculos.

En el mismo orden de ideas lo que resulta preocupante también y a grado extremo (porque no está incluido en el decálogo), es ver como “muchos” funcionarios (incluyendo los de primer nivel), -antes discretos-, con tal cinismo se han corrompido; al igual que la Gendarmería, la Policía Federal, Estatal, Municipal, Turística (o como se llamen dichas agrupaciones); además del gran miedo que se nota (de una forma o de otra) le tienen a los enfrentamientos y a las balas de los asesinos, ya que siempre o casi siempre llegan tarde a la acción, que no es premeditada.

¿Qué sucedió? ¿Qué falló en el cálculo de las autoridades? En un país con un gobierno tan frágil y vulnerable como el nuestro, una política de intervención antidrogas agresiva tiende a exacerbar y multiplicar la violencia, ya que las grandes organizaciones criminales de México tienen una gran capacidad de represalia cuando son atacadas o amenazadas, al grado de fragmentarse, lamentablemente dispersando geográficamente los focos de violencia.

Esta debilidad y su incapacidad para el combate de las drogas frente al crimen organizado, tiene su raíz en la corrupción y la impunidad que impiden el desarrollo económico y social, es decir, el bien común, tanto así, que cada día un extenso grupo de personas en situación de pobreza, tome la opción de emplearse con el crimen organizado como única vía para mejorar su condición, incrementando la violencia.

Hoy los empresarios (por lo menos en Acapulco) deciden armarse en virtud de -no tener ninguna seguridad, de tener seguridad-. Y entonces nosotros los rasos una y otra vez nos preguntamos: ¿Cuándo nos toca?, porque este círculo vicioso de –violencia por violencia-, parece que no se va a cerrar nunca.

¿Será que México está condenado a seguir repitiendo las políticas equivocadas del pasado? Desde la ONU las alternativas además de la legalización de la mariguana (médico-científico) son un demagógico decálogo en el cual sin duda alguna al gobierno de Peña Nieto le convendría verdaderamente equilibrar y atender la razón de que el que el abuso de las drogas (demanda-consumo), es tanto un grave problema de salud pública, así como de justicia criminal.


Todas las drogas son una tragedia para quienes las consumen y para su entorno familiar; pero el criminalizarlas indiscriminadamente hasta el grado de desatar una guerra que no ha parado, ha sido una desgracia y un desastre de grandes magnitudes para la política, la sociedad y la economía de México. ¡Vale la pena reflexionarlo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario