LA
ILUSIÓN, EL ILUSIONISMO Y EL AÑO NUEVO 2017
“Que nadie se a tan rico como para poder comprar a otro, ni nadie tan
pobre como para verse forzado a venderse” Rosseau.
Luz María Sánchez
Rovirosa
Entre un lento y rápido
devenir, hemos sido testigos del paso de este año y de este gobierno nacional
(priísta), que desde su inicio hasta el día de hoy, ha estado saturado de
actitudes aberrantes y de graves equivocaciones, lo que lo ha convertido en un
gobierno aterrador.
Hoy menos que nunca se puede hablar bien o medio bien, de las
“cacaraqueadas” Reformas Estructurales (entre ellas la energética) como una
panacea para México, porque desafortunadamente en este momento estamos
sintiendo en “carne viva”, lo que desde un inicio de este endeble gobierno, no
era visible para la ilusionada pero temerosa sociedad, que hoy casi al declinar
el 2016, está completamente atrapada entre la ilusión y el ilusionismo.
La
ilusión es la esperanza puesta en alguna cosa positiva como un sueño, un
sentimiento de alegría, un proyecto que de verdad deseamos que se realice y que
se cumpla. Y el ilusionismo, es una figura mental engañosa provocada por
la imaginación o por la interpretación errónea de lo que perciben los sentidos;
y que en muchas ocasiones es la percepción contagiosa de otras personas. Muy
diferentes, pero al final, ambas son ilusiones.
Quizá
en el impasse en que nos encontramos, las comparaciones con el pasado no sea lo
más sano; sin embargo, cuando nos abruma una incertidumbre y un desasosiego
temerario, consecuencia del negro horizonte que nos depara el inicio del
“nuevo” año, tendremos por fuerza que hablar (en muchas ocasiones), de la
ilusión y del ilusionismo.
El 2017 dará inicio en un par de días y hasta este momento, nos ofrece un
negro panorama político, económico y social. Lo prometido por el presidente
Enrique Peña Nieto en la costosa (por sus
consecuencias) Reforma Energética, como era de esperarse, no se cumplió,
y apenas cruzando la delgada línea del año que se va y del que llega, como por
acto maléfico, se liberan las tarifas de los combustibles.
“Junto con pegado” y por obvias razones se ve venir el bajo crecimiento
económico del país (ya trágico en estadísticas). También nos ha pegado muy duro
el alza en las tarifas eléctricas (con muy malos servicios); y como
consecuencia de todo esto, nos remata el aumento en alimentos (el transporte de
carga que fleta a los diferentes estados de la república, los productos
básicos), sin faltar el transporte público. Con esto el nefasto gobierno atiza
un golpe mortal a la economía familiar, ya que también va a dificultar las
inversiones (vía tributos) y por ende la creación de nuevos empleos.
Así que por mucha ilusión que nos hagamos de tener una
vida mejor (haciendo hasta lo imposible por lograrlo), los más de 60 millones
de mexicanos que sobreviven y cuyos ingresos no son suficientes para comprar
una canasta básica, como siempre, serán los más afectados; aun cuando la
mayoría de la población resultará impactada por el aumento del 14.2% al 20.1% a
los combustibles, anunciado por la Secretaria de Hacienda y Crédito Público, lo
que nos lleva al costo de la Magna Premium y diésel a 15.99, 17.79 y 17.05
pesos por litro, correspondientemente, a partir del 1 de enero de 2017.
Ahora, para entender la desilusión, comentaremos que la energía es
prácticamente lo que mueve el desarrollo económico de México y del mundo y ella
está relacionada con toda la esencia de la vida cotidiana. La energía no es
sólo hablar de petróleo (como crudo), o hablar de PEMEX (como empresa), o
hablar de la CFE, ingenuamente como la electricidad. La energía es simple y sencillamente
hablar de todo, de los usos y consumos que afectan o privilegian la vida de
nuestro país.
Así
que después de tanta lujuria política y supuestos y envilecidos intentos de
transición; en la actualidad, nuevamente con un gobierno del PRI encaramado (desgraciadamente)
en la silla de “Los Pinos”; el cambio, la democracia y toda ilusión, es un lujo
que no se puede uno dar, porque no ha lugar la oportunidad, ya que el
ilusionismo político que tan bien manejan los manipuladores, indecentes,
obscenos, escabrosos, inmorales, hediondos, inmundos, sórdidos, mezquinos, y lo
que le sigue, gobiernos tricolores, han devastado a México en una vida que
nunca ha estado encaminada al bien común. ¡Vale la pena reflexionarlo!
P.D.
Con sinceros sentimientos y de corazón, deseo con toda la ilusión y la fe
puesta en Dios (como cada quien lo vea y lo sienta), que este año 2017, traiga
para todos ustedes y sus queridas familias, un cúmulo de bendiciones, paz,
amor, armonía, pero sobre todo mucha salud. Feliz Año Nuevo.
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