miércoles, 10 de enero de 2018

LA REVANCHA






LA REVANCHA

Luz María Sánchez Rovirosa


“Hay que estar atentos a los presagios de los triunfos, porque en estas cosas políticas siempre hay escenarios que no están previstos; y un partido ganador puede perder porque en él hay mucha ambición y mucha venganza”. Anónimo.


La política en México como una forma de actividad social, tiene por sobre todas las cosas las campañas electorales, es decir, ese espantoso teatro que durante toda nuestra vida día y noche a través de los medios de comunicación chayoteros y tendenciosos, taladra conciencias con signos de manipulación cada vez más irrespetuosos y peligrosos.

En la actualidad en todo el país, nos encontramos inmersos nuevamente en el círculo vicioso y hoy escandaloso de las precampañas, tiempo alargado de las indeseables campañas (como tal), tiempo de dinero perdido tirado a la basura, con un costo altísimo para los mexicanos. Tiempo de las descalificaciones, mentiras, humillaciones y grotescas transas entre partidos y candidatos.

El porvenir del país es más que preocupante y el costo de los descréditos entre partidos y su jerarquía, son muestras devastadoras del muladar político, social, cultural y por supuesto económico en el que están batiendo al pueblo de México.

Hablar de un proceso electoral en una caricatura de democracia como la nuestra, no es nada fácil, sobre todo porque ha tenido como antecedente, la cínica sofisticación del fraude como una insignia ante el mundo. Hay partidos que por falta de ética y de pudor hacen lo posible y hasta lo imposible, por mezclar los “nuevos” procesos con las mismas irregularidades de otras campañas y otras elecciones que le anteceden, entiéndase específicamente el PRI y sus rémoras.

Hoy con mucho asombro nos percatamos de algo insólito y de verdad malevo en la larguísima historia del tricolor, que se ha ido develando a lo largo de estos seis años de un gobierno supuestamente nuevo, pero incapaz, incoherente, patético, tétrico mortal e interminable.

El precandidato del PRI a la presidencia de México, José Antonio Meade Kuribreña, hizo hace unos días una chocante y estrambótica pero mamarracha afirmación, cuando soltó que “por primera vez en la historia de México, se tiene un gobernador que tortura, que miente y que cuadruplicó la inseguridad”, aludiendo claramente a Javier Corral (gobernador de Chihuahua).

Y desde Querétaro anunció “a quienes mienten, a quienes traicionan les decimos que vamos a ganar”. “Está comprobado que se le entregaron mil millones de pesos adicionales a su presupuesto y sentenció “desde aquí (Querétaro) les decimos que vamos por la revancha”.

Esta precoz verborrea que sale de la boca de Meade, se da porque Javier Corral, interpuso una denuncia a una “presunta” represalia por parte del gobierno federal, debido a la lucha que mantiene en contra de la corrupción; y señaló que las acciones adversas tomadas por el ejecutivo Enrique Peña Nieto, solo son “en perjuicio del pueblo de Chihuahua”.
   
Según la versión del actual gobernador de Chihuahua es, que la administración federal canceló programas sociales y dejó de dar recursos económicos al Gobierno a su cargo; y les untó en la cara, “No quieren detener a César Duarte (su antecesor), pero nos detienen los recursos que necesitamos”.
 
Así mismo afirmó que cuando se le preguntó al Secretario de Hacienda José Antonio González el motivo por el que dejaron de depositar los recursos de Chihuahua, les respondió, que era por la investigación contra el PRI. Por último Corral recalcó “No nos van a doblegar, no vamos a negociar esta investigación, ni por 700 mdp; ni por todo el presupuesto de Chihuahua”.


Y su servidora diría “amén”. Ojalá lo sostenga, porque entonces hay que preguntarle al insípido Meade ¿Quiénes son verdaderamente los gobernantes que torturan y mienten y que no cumplen (nunca) con el bien común; pero al parecer sí cumplen sus amenazas y sus revanchas? ¡Vale la pena reflexionarlo!

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