miércoles, 13 de mayo de 2020








LA ILUSIÓN


Luz María Sánchez Rovirosa


“Que nadie se acerque a ti, sin que al marcharse se sienta un poco mejor” Teresa de Calcuta.



La ilusión es la esperanza puesta en alguna cosa positiva, tal vez como un sueño, un sentimiento de alegría o un proyecto que ansiamos se realice. Y el ilusionismo (ilusión óptica), es una imagen mental engañosa provocada por la imaginación o por la interpretación errónea de lo que perciben nuestros sentidos. Cuestiones muy diferentes, pero al final ambas son ilusiones.

Hoy y desde hace largos años, la pobreza en México sobrepasa por mucho lo que la razón permite. Es aberrante ver y ser testigos y tal vez cómplices, como se han invertido millones de dólares y euros y también de pesos, en armas, drogas y banalidades (corrupción), que solo sirven para provocar y acrecentar la grave patología de la depredadora raza humana, totalmente comprobada en la reacción de la naturaleza ante el encierro del “animal racional”.

Así que parados hoy ante estas temerarias disyuntivas para regresar (en cascada) a la vida “normal”; nos queda claro que tendremos que hacer un mejor esfuerzo para repensar qué es exactamente lo que de hoy en adelante queremos en nuestras vidas, pero más significativamente qué porvenir es el que queremos dejarles a los que vienen detrás, para que con todo el derecho que les corresponde tengan acceso a una vida mucho mejor, es decir, a una vida de calidad.

Sabemos muy bien que pasamos por momentos en los cuales no podemos controlar las circunstancias, pero definitivamente sí podemos controlar nuestra actitud para asumir nuestra responsabilidad en cuanto a las disposiciones de quienes (nos guste o no) tienen las riendas por ley de esta situación.

Y por si no lo hemos entendido esta tribulación no es personal. Ciertamente que a unos nos afecta más que a otros en todos sentidos: social, económico, edad, condición de salud, incluyendo desde luego el aspecto político, por eso no debemos echar más leña al fuego, porque después de la quemazón quizá estén algunos más contentos por haber roto los paradigmas, pero desafortunadamente sin haber pensado en los demás de los demás.

De esta crisis tenemos que surgir recordando (pero siempre), que la vida es frágil y fugaz, y por lo mismo debemos salir más humanos, más sensibles al sufrimiento, más compasivos, más conscientes de lo que realmente es importante en la vida.

Así que parados frente al horizonte que nos depara el destino, tenemos que ver y asimilar que no podemos seguir viviendo en un mundo de lujuria y envilecimiento, porque eso es lo que quiero o eso es lo que me conviene. Tenemos la obligación de ilusionarnos, y que aun cuando el renacimiento sea doloroso, el camino a tomar será el que nos lleve al “Bien Común”. ¡Vale la pena reflexionarlo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario