¿ESTÁ
ORGANIZADO EL CRIMEN Y DESORGANIZADA LA SOCIEDAD?
Luz María Sánchez Rovirosa
“Algunas veces vivimos nuestras vidas
encadenados, sin saber que nosotros tenemos las llaves” The Eagles.
La organización es un
sistema diseñado para lograr metas y objetivos por medio de recursos humanos, o
de la gestión de su talento. La organización está compuesta por subsistemas
interrelacionados que cumplen funciones determinadas y especializadas.
Una breve descripción de
organización, para introducirnos a la aparición del crimen (hoy organizado), que
ha venido cambiando en la medida que el mundo ha evolucionado. Desde la
antigüedad el crimen, ha sido contemplado como parte de la sociedad y
considerado irremediable; porque una sociedad exenta de delincuencia, es prácticamente
imposible.
En la actualidad los
criminales son vistos de una manera muy diferente a lo que tradicionalmente se le
consideraba al delincuente, un sujeto enfermo y anormal, que ahora ha pasado a
ser parte importante del sistema gobernante de las vidas de los países, sobre
todo en aquellos en los que se vive bajo su sombra.
Es por esto la marcada
diferencia que se presencia de las actividades criminales de hoy, en
comparación a las llevadas antiguamente (aun cuando no han desaparecido del
todo) de manera individual. En la actualidad se observa una forma de
criminalidad organizada, tal como si fuera una empresa.
El incremento de la
actividad criminal organizada, con fuerte capacidad económica, siempre ejerce
su poder por medio de la violencia, así como la manipulación y corrupción en
amplios sectores del sistema social y político, sobre todo los productivos;
cada día de manera más sofisticada y dramática.
Estas organizaciones manejan
un abanico de delitos, como el de las armas, drogas, información confidencial,
dinero de origen desconocido (ilícito), tráfico de personas, de órganos
humanos, de obras de arte, de animales exóticos y en extinción (pieles, marfil,
carey, etc.), que son vidas y bienes cuyo intercambio por dinero, ha generado
un amplio y cada vez más ambicioso sector de la economía (de México) y mundial.
Entre las principales –actividades-
que les producen jugosas ganancias (ilegales) están el tráfico de drogas, tráfico
de armas, tráfico de personas y de órganos, fraudes bancarios y los delitos
contra la sociedad, como el secuestro y la extorción.
El sistema criminal, se
caracteriza por su elevada complejidad apoyado con tecnología de punta, siendo ya
ampliamente considerado como una industria o empresa criminal, y si bien estas
asociaciones criminales son consideradas como tal por la ejecución de actos punibles,
realmente su definición se concentra en la rentabilidad económica, siendo el
delito solamente el instrumento para la consecución de sus fines materiales y
de poder.
Si analizamos con
detenimiento y comparamos a las organizaciones criminales y a las empresas (en
cualquier rubro), podremos apreciar que no existen muchas diferencias, pues para
ambas su fin esencial es obtener el máximo de su rentabilidad; y si observamos
bien, podemos ver como muchas -empresas legales- (innumerables ocasiones) ejecutan
acciones ilegales para incrementar sus ganancias, (principalmente) evasión de
impuestos, sobornos, contabilidad clandestina, etc., y entonces podemos
encontrar empresas perfectamente constituidas y aparentemente nobles, que además
de –sus actividades- lavan dinero.
Este panorama que no es nada
halagüeño, nos permite hacer una reflexión sobre las posibles alternativas para
la lucha contra el crimen organizado, que sin lugar a dudas son un reto para la
sociedad actual, que amerita hacer un gran esfuerzo en todos los órdenes de la
actividad social, cultural, religiosa, legal, política y gubernamental.
La delincuencia organizada,
no es el resultado de uno o un par de sujetos peligrosos y anormales, hermanos
o líderes del abecedario y las galaxias; sino una actividad de muchas, pero
muchas personas altamente capacitadas y especializadas, que están dispuestos a
utilizar cualquier medio (asesinar) para obtener más riqueza y poder, ayudados
por su mejor aliada que es la corrupción y que invita a todo aquel que por la
tentación del dinero fácil, cae rendido a sus pies.
Pero el gran peligro del
crimen organizado, es que tiene como su gran cautiva a la sociedad entera, ya
que desafortunadamente se ha llegado a
un estado de incredulidad tal, que cualquier noticia que pudiera llegar a ser
positiva y alentadora para un pueblo de México que necesita por lo menos un
fierro ardiente para agarrarse, por el contrario siembra duda, decepción y
desolación hacia las autoridades y sus formas de escupirnos en la cara -sus
logros-. ¡Vale la pena reflexionarlo!
La conclusión es precisa: "La sociedad está cautiva". Dentro de los enormes organigramas, diagramas de flujo, etc. de las empresas criminales, están claramente delineadas las actividades y responsabilidades de sus socios en el gobierno y la iniciativa privada. ¿Cómo defendernos de corporaciones delictivas de tan amplio espectro?
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