LA
ORFANDAD DEL GOBIERNO Y MAMÁ ROSA
Luz María Sánchez Rovirosa
“¿Por qué cuanto más
retrasados estamos, dura más la luz roja del semáforo?” Paul Bernard.
Ya sea por los tipos de
orfandad que existen, o por padres y familiares que por diversas razones no
pueden cuidar a sus hijos, cada día acuden a albergues o casas hogar a internar
a sus hijos, que en no pocas ocasiones, hacen las veces de -hogares sustitutos-.
Existen muchos tipos de orfandad
que permiten catalogar este fenómeno en: huérfanos simples, es decir, niños,
niñas y adolescentes que han perdido a uno de sus padres. Los huérfanos dobles que
son aquellos menores que han afrontado tanto la muerte del papá como de la
mamá. Otro tipo de orfandad se da, cuando los menores pierden a la persona o
personas que estaban (legal o ilegalmente) a su cargo, aun cuando no sean ni sus
padres biológicos, ni sus familiares.
También existen los menores que
se encuentran en situación de calle, porque la violencia intrafamiliar los ha
expulsado de sus hogares; los trabajadores de la calle, que son aquellos
menores que necesariamente tienen que buscar el sustento para la sobrevivencia
de sus familias, y los niños de la calle quienes deambulan de ciudad en ciudad
sin compañía, e incluso en un momento, llegan a convertirse en migrantes.
En México los datos de los
niños que se encuentran desprotegidos, es una causa muy preocupante e incluso de
dar horror; ya que en esta crítica situación, los menores se vuelven más
proclives a sufrir toda clase de explotación.
Uno de los más graves
problemas a nivel nacional, que desencadena severas consecuencias en este tema
(y en otros muchos), es la indocumentación.
Miles de familias mexicanas
por generaciones han carecido de identidad, es decir, no existen. Ciertamente se
pueden contar en un censo o en encuestas como un número más, pero nunca para
acceder a todos los derechos inherentes al ser humano, por la terrible
situación de ser invisibles en el mundo.
Esta grave situación, es
razón suficiente para que los gobiernos en turno, moderen las leyes y hagan flexibles
los trámites del registro civil en cuanto a identidad (acta de nacimiento), ya
que sin ella se enfrentan durante toda su vida con interminables barreras del
orden económico, cultural, social, de salud, de educación, etcétera, que les
impide acceder a los “beneficios” o apoyos sociales que “otorga” el gobierno.
Desafortunadamente, uno de
los principales inconvenientes de este problema, es la escasa información que
existe sobre el tema; de esta forma para la sociedad, la orfandad y la falta de
identidad para atenuar esta situación, simplemente no es visible, hasta que
brotan escándalos como el reciente sobre el albergue la Gran Familia de Mamá
Rosa.
En un artículo publicado en
2010 por el DIF Nacional, se menciona -la casa hogar- en Zamora Michoacán,
llamada La Gran Familia, pero conocida como el albergue de “Mamá Rosa”, la cual
(según la versión), se convirtió en un centro de detención para niños, niñas y
adolescentes, quienes una vez ingresados, les era (casi) imposible abandonar
las instalaciones (supuestamente) hasta cumplir 18 años en el mejor de los
casos.
Rosa del Carmen Verduzco, fundadora
y representante legal de dicho albergue, dice el artículo, enfrentaba (ya entonces)
denuncias por lo menos 20 años atrás, sobre maltrato y abusos cometidos hacia
los menores internados allí, así como por privación de la libertad de casi
todos ellos.
Desafortunadamente dichas
demandas, fueron (hasta hoy) ignoradas por autoridades locales y federales. (www.derechosdeinfancia.org.mx
Agosto 19/2010. La pregunta es, ¿por qué permitieron que el albergue siguiera
funcionando sin vigilancia?
El albergue de Mamá Rosa
(sin detenerme mucho, porque desconozco la profundidad del tema), como tantos
otros, hizo (mal o bien) durante muchos años, lo que le corresponde (como
obligación) a todo gobierno. La buena intención de la señora en su labor, quizá
no se pone en duda. El problema y muy grave ha sido el caso omiso de las
autoridades, ante todas las luces amarillas y rojas que se encendían en ese
lugar (y probablemente en muchos otros semejantes).
Como un Frankenstein, los
gobiernos engendraron a Rosa del Carmen Verduzco (Mamá Rosa), al convertirla en
la única alternativa para las familias irresponsables, desesperadas, pobres e
ignorantes, que no sabían qué hacer con sus hijos, y no encontraron otro lugar
y el apoyo que estaban buscando.
Hoy ese monstruo que los
gobiernos municipal, estatal y federal, veían con disimulo, se les soltó de las
manos (intencionalmente o no). Ojalá no lo conviertan en un -cálculo político-
distractor de los graves problemas del estado de Michoacán (donde estaba
ubicado el albergue) y del mismo país; y sí para que los Derechos de los Niños,
Niñas y Adolescentes (sobre todos los menos favorecidos), se respeten y sean
magnificados ¡Vale la pena reflexionarlo!
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