AIRE FRESCO
Luz María
Sánchez Rovirosa
“Si cada ser humano diera una
oportunidad... ¡sólo una oportunidad!... a los demás, todos seríamos felices”.
Como rémora de
nuestras vidas, una vez más como rehiletes, giramos y giramos alrededor de la
política. Casi siempre estamos sumergidos en selecciones internas y
contubernios, pre campañas, campañas y elecciones, para elegir a –nuestros
gobernantes-, de cualquier nivel.
Para alcanzar la
madurez política, los mexicanos, debemos poner mucho cuidado en el significado
de la palabra democracia; esto es importante, porque al elegir, debemos de
tener cuidado en las propuestas (si es que existen), de cada uno de los hombres
que se pelean el destino de nuestras vidas.
La democracia
debe pensarse en un sentido amplio, es decir más allá del voto y las urnas, y de
todas las argucias electorales. El artículo 3º de la Constitución Mexicana,
considera a la democracia no solamente como una estructura jurídica y un
régimen político, sino como un sistema de vida fundado en el constante
mejoramiento económico, social y cultural del pueblo, (Fracción II, a), y
supone la igualdad de oportunidades para todos e involucra cuestiones
fundamentales en la vida de un ser humano, como son: empleo, salud, vivienda,
educación y alimentación.
Y es justo en
este sentido, que la sociedad debemos reflexionar profundamente, ya que “supuestamente”
hoy se está dando mucha publicidad a la transparencia, para la realización de
los procesos electorales que están en puerta.
Pero
quedándonos en el plano local, por ejemplo: ¿Qué sucede políticamente en este
momento en Acapulco? ¿Qué expectativas nos plantean los partidos para el puesto
de presidente municipal de este desvencijado puerto?
¿Qué candidatos
podrían responder efectivamente a las añejas expectativas y justos reclamos de los
ya cansados ciudadanos? ¿Qué candidatos tienen primordialmente en su haber las
necesidades básicas de dignidad de vida, condiciones de ética, honestidad,
justicia y libertad que se requieren como base de su realización; y no de
cautividad de las -reglas e ideologías de sus partidos-?
Pero
aterrizando en la precaria realidad, de verdad da escalofrío, comprobar, la
inmundicia política que existe y que cada día se extiende más, especialmente en
el puerto de Acapulco, en esta rebatinga por lograr las candidaturas.
Siempre se
presentan las mismas personas tratando de ocupar (nuevamente) un puesto, a
pesar de no haber hecho, ni tener la más mínima intención de hacer nada por el
puerto. Los partidos saturados de gente de –diferentes corrientes-, que hoy con
el acostumbrado ardor, delirio, vehemencia, pasión, etc. más los obsequios con
que pretenden comprar las conciencias, es decir, el voto; se manifiestan ya
enloquecidos por gozar primero las mieles del dinero de la campaña y después
del triunfo, si es que lo obtienen.
Y atónita me
pregunto: ¿Existirá entre todos los suspirantes (conocidos) que se quieren
sentar o ya se han sentado en la silla preferencial del Ayuntamiento de
Acapulco, una persona que en sus cinco sentidos nos presente una expectativa
novedosa e interesante para liberar el peso de las cadenas que nos atan y nos
jalan al subdesarrollo?
Por el momento
entre los de siempre, su descendencia, hermanos, primos, tíos, amigos y
lambiscones, los brinca charcos, etc., no se vislumbra en el horizonte perdido
más que (como de costumbre), los que simplemente siguen buscando el poder y la
ambición.
¿Qué podremos
hacer como sociedad para salir de esta ya eterna pesadilla que nos agobia en
Acapulco? Aire fresco, renovador, sin smog. Necesitamos voltear a ver nuevas
caras y nuevas propuestas, porque las hay.
Hoy les digo
sinceramente, basta de anhelar lo revolcado de Zeferino Torreblanca Galindo, y pongo
como ejemplo a Pedro Kuri Pheres, empresario acapulqueño. Vamos a acercarnos y a
conocerlo, tenemos y debemos de darle la oportunidad, a pesar de no tener
experiencia política, pero tampoco tiene vicios, ni malas intenciones; y que
bien podría sustancialmente incrementar la credibilidad y la confianza del
pueblo, tan necesaria como indispensable, para el avance de la democracia y del
bien común. ¡Vale la pena reflexionarlo!
Sin duda tu análisis y reflexión encaja en mi percepción sobre la política local y las necesidades de Acapulco.
ResponderEliminarY no manifiesto coincidencia contigo por la mención de mi persona, un gesto que agradezco humilde y honestamente, sino porque esa viciosa espiral que aludes donde estamos inmersos todos los ciudadanos en cada época electoral debe cambiar.
Y reitero: sólo soy un ciudadano más con fe, esperanza y disposición de dar un golpe de timón en el rumbo de nuestro Acapulco.