“AL
BUEN ENTENDEDOR, POCAS PALABRAS”
Luz María Sánchez
Rovirosa
“¡Triste época la nuestra! Es más fácil desintegrar un átomo que un
prejuicio”. Albert Einstein.
El día de hoy, este
editorial tocará sutilmente dos importantes temas políticos de actualidad. El
primero de ellos dedicado a enfocar los nuevos horizontes en cuestión de
elecciones del Partido de la Revolución Democrática (PRD), ante la declinación
voluntaria como candidato al gobierno del estado de Guerrero, Armando Ríos
Piter también conocido como el “Jaguar”.
Con sorpresa, porque
era algo que, aun cuando Carlos Navarrete (Dirigente Nacional de ese partido)
dijera lo contrario, no se veía venir; ya que muy a pesar de las personas que
trataron de desvirtuar su imagen con el delicado caso Iguala-Ayotzinapa, no lo
consiguieron.
En conferencia de
prensa el senador Armando Ríos Piter, señaló muy claramente los motivos para
tomar la abrupta decisión de abandonar la contienda, y entre ellos dejó muy
claro que el grupo de los “Chuchos”, le habían pedido que para apoyarlo –con
todo-, tendría antes que pasar –la aduana- del gobernador con licencia Ángel
Aguirre Rivero, recientemente reaparecido en el escenario político.
Ríos Piter señaló
que los dirigentes del partido, en especial Jesús Ortega, le sugirieron ponerse
de acuerdo con Aguirre Rivero a fin de que su mandato e injerencia, siguieran intactos
en el gobierno del estado, es decir, -el poder tras la silla”, sobre todo, garantizándole
la impunidad; cosa que el senador rechazó de manera tajante, ya que él
considera que el ex ejecutivo estatal está inmerso en el grave deterioro de
Guerrero a raíz de los hechos de Ayotzinapa, y puntualizó que a pesar de que el
PRD tiene serios problemas internos, no cambiará de partido.
Pero ¿Quién es en
realidad Armando Ríos Piter? Un político egresado de Harvard, sofisticado,
ambicioso e inestable, pero con 15 o 16 años de combinada experiencia. Con
menos de 40 años de edad, tiene en su haber tres años como priísta, cinco como
panista y ocho como perredista. Trabajó con Ernesto Zedillo, con René Juárez,
Vicente Fox, Florencio Salazar Adame, Zeferino Torreblanca, y hoy baila a un
ritmo muy particular del poder legislativo como senador.
¿Exactamente cuáles
son sus convicciones políticas? Pues hoy nos ha dejado atónitos, dándonos un
claro ejemplo de ellas al rechazar la maléfica imposición de la dirigencia del
apagado Sol Azteca, y dejándoles a los inspirados suspirantes, un macabro
legado de ilegalidad. La pregunta obligada sería: ¿Quién dice “yo” a sabiendas
que el pueblo sabe de las perversas intenciones del PRD, de deslindar a Ángel
Aguirre Rivero de este grave problema que no solo ha puesto en entre dicho al
estado de Guerrero, sino a todo México, ante el mundo.
Pasando al siguiente
punto que se enreda con el de inicio, el puerto de Acapulco, es uno de los
destinos turísticos y balnearios naturales más antiguo conocido de México, que
en los últimos años (especialmente en 2014), se ha visto sumergido en hechos
violentos por el control de la zona, que mantienen prácticamente en –guerra-
varios carteles del narcotráfico.
La violencia en
Acapulco se ha magnificado, por la negligencia de las autoridades
(específicamente la anterior y la actual), que está –aparentemente- dirigida
por el actual presidente municipal Luis Walton Aburto, quien se ha destacado
por padecer el síndrome del avestruz, afección que con otros extraños síntomas,
hace que esta especie de ave muy grande, hunda su cabeza en la tierra, para
alejarse del ruido y desaparecer, pero deja afuera el resto de su cuerpo.
Hoy el todavía
alcalde de Acapulco, está a un paso de pedir licencia, para iniciar la ruta que
–supuestamente- lo llevará a la recientemente denominada “Casa del Pueblo”,
léase “Casa Guerrero”.
Para lograrlo, el
edil sí accedió pasar la aduana del terror de Aguirre Rivero, con quien se
reunió recientemente en la Ciudad de México, según sus declaraciones, con el
propósito de seguir contribuyendo a la unidad de los guerrerenses (¿?).
Al final de la
presión recibida por parte de los periodistas para obtener la información de lo
platicado en dicha reunión, Walton Aburto declaró: “yo no soy ministerio
público”
Y como dice el
refrán “al buen entendedor, pocas palabras”, Luis Walton Aburto, sí está
dispuesto a cubrir la responsabilidad que Ángel Aguirre Rivero, tiene en la
desaparición forzada de los 43 estudiantes y anexas del dramático caso
Ayotzinapa. ¡Vale la pena reflexionarlo!
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