¿MESA QUE MÁS APLAUDA?

¿MESA QUE MÁS APLAUDA?

Luz María Sánchez Rovirosa

"Cuando la verdad se expone sin credibilidad, se siembra la duda sobre su veracidad". Rodríguez Jiménez.

Hace algún tiempo ya, en el mes de julio de 2012, los ciudadanos que deseábamos recuperar el puerto de Acapulco del saqueo del PRI con Manuel Añorve Baños, salimos a votar. Así que con fuerte convicción en –sus promesas- y con el slogan que llevaba de bandera en su campaña “Recuperemos Acapulco”, no fue una sorpresa para nadie, que el candidato de ex Convergencia hoy Movimiento Ciudadano, ganara en esa ocasión de manera arrolladora la elección.

Pero ante este triunfo y después de que pasó la algarabía natural, en el inter de ser “proclamado” Alcalde de Acapulco, hasta su toma de protesta de la silla del H. Ayuntamiento; el pueblo de Acapulco hubiéramos tenido que mirar obligatoriamente, esa transición con preocupación, lo que desafortunadamente no fue así.

Nos descuidamos como ciudadanos, al aceptar un improvisado equipo, que se manifestaba incapaz de zurcir con mucho cuidado un Ayuntamiento deshilachado y lleno de agujeros, es decir, un Ayuntamiento en la quiebra.

Y para acabarla y como era de esperarse, a este suplicio se añadió la  caballada perredista que hizo acto de presencia en la coalición y en la campaña, que por supuesto nos cobró su cuota de poder por haber cobijado en la izquierda (¿?) a Walton.

Aterrizando a la actualidad Luis Walton, quien dejó tirado un Ayuntamiento sumido en graves problemas; se lanza -como si no tuviera memoria-, en pos del trono de Casa Guerrero. Qué pretenderá con esta estrategia, ahora que ha quedado como un candidato no carismático, sin imagen, impopular y gris; y con un mensaje en el que nos dice que volvamos a creer en Guerrero. Muy preocupados nos preguntamos. ¿Cómo le hacemos para creer en sus mentiras otra vez?

Para concluir por hoy, en este tema, vale la pena mencionar que Luis Walton le está apostando a la poca memoria de algunos ciudadanos, ya que no se necesita ser vidente, para darse cuenta que ya estamos inmersos en la premeditada y terrible estigmatización de las encuestas, que en estos momentos algunas de ellas, lo mantienen impuesto como puntero, con lo cual, prácticamente están engañando y engatusando a la gente. ¿Nos tendríamos que sentar en la mesa de los huesos para aplaudirle a Walton?

Pasando a otro tema ¿Qué es un conflicto de intereses? Este se presenta, cuando un funcionario o servidor público, deba actuar en algún asunto en el que tenga interés particular y directo en su regulación, gestión, control o decisión, o lo tuviera su cónyuge o sus parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad, su socio o socios de hecho o de derecho; si así fuera, existe la obligación legal para que el funcionario se declare impedido. 

Es meritoria la mención de esta situación, ya que el martes pasado, el presidente Enrique Peña Nieto, nombró a Virgilio Andrade Martínez como Secretario de la Función Pública (SFP), con el encargo inmediato de investigar si hubo –conflicto de interés- en la adjudicación directa de contratos por obra pública a Juan Armando Hinojosa Cantú propietario de Grupo Higa y Roberto San Román Dunne, dueño del Grupo que lleva su apellido, ya que el mismo presidente, su esposa y el Secretario de Hacienda, adquirieron propiedades que edificaron dichas constructoras, obviamente a precios –podríamos llamarlos económicos-.

El salario ofrecido a Andrade Martínez “especialmente” por dicho encargo, asciende a 206 mil pesos en términos generales, amén de –jugosos- bonos y canonjías. Es de relevar que Virgilio Andrade es amigo de tiempo atrás de Luis Videgaray; amistad con olor a mecenas, puesto que el Secretario de Hacienda, ya lo había acomodado con anterioridad en la consejería del Instituto Federal Electoral (IFE) y en la Cofermer, Comisión Federal de Mejora Regulatoria, a principio de esta administración priísta. 

Y uno anonadada, atónita, estupefacta se pregunta ¿Cómo será posible que una relación de amistad laboral que ya de por sí presume –conflicto de interés-, vaya a investigar el resonado caso del –conflicto de interés- por la “casa blanca” y anexas? Solo ellos lo saben. Con razón en la mesa de la prensa, no hubo aplausos. ¡Vale la pena reflexionarlo!