miércoles, 11 de febrero de 2015

PECULADO Y LAVADO





PECULADO Y LAVADO

Luz María Sánchez Rovirosa

“Cuanto más corrupta una sociedad, más numerosas sus leyes”. Edward Paul Abbey.

Inicio la presente colaboración, para dar mi más sincero pésame a los familiares y amigos de Don Mario Vázquez Raña, fundador de Organización Editorial Mexicana, en la cual me desempeño como editorialista hace más de 20 años. QEPD.

Con cargos por el desvío de 287 millones de pesos del erario público del estado de Guerrero derechito a sus cuentas bancarias; Carlos Mateo Aguirre Rivero, hermano del gobernador con licencia Ángel Heladio Aguirre Rivero, fue detenido junto con cinco personas más, el día pasado martes en ese estado.

La Procuraduría General de la República (PGR), presidida por su titular Jesús Murillo Karam, solicitó una orden de aprehensión contra estas personas, por el delito de lavado de dinero, misma que otorgó el juez Quinto de Distritos de Procesos Penales Federales, en el estado de México.

Se precisó por medio de la Agencia de Investigación Criminal de la PGR, que el desvío millonario, se realizó a través de tres empresas que son: Constructora Travesa SA de CV; Comercializadora 2003 SA de CV y Comercializadora Topacio SA de CV, a las cuales se transfería el dinero, para posteriormente traspasarlo a las cuentas personales de dichas personas, quienes no tenían contrato de –prestación de servicios o comerciales-, con el gobierno de Guerrero.

Estos son algunos de los pormenores de la grave acusación que pesa hoy sobre la familia Aguirre Rivero y sus –amigos y cómplices-, y que por obvias razones, tiene severas consecuencias de la desmedida ambición de estos nefastos personajes, y que fungían como eje de la ruleta que giraba alrededor del ya muy próximo proceso electoral, del cual el “aguirrismo” -en las izquierdas-, lo había tomado como suyo, desde la grotesca preparación de campaña del Junior del clan, Ángel Aguirre Herrera para el puesto de alcalde de Acapulco.

Toda esta serie de datos son reveladores de la putrefacción, desde el punto de vista humano, ético y espiritual, de quienes dirigían y dirigen el destino del estado de Guerrero, para los cuales no parece tener ninguna importancia la palabra –peculado-, que describe el aprovechamiento para beneficio privado y propio de los bienes públicos del estado; o el –lavado de dinero-, que es la forma de encubrir el origen de los fondos que fueron obtenidos mediante actividades financieras ilegales.

Además del impacto financiero y de crecimiento que despliega la corrupción, del cual podemos ser testigos tanto en cifras como en vivencias y experiencias, y por las cuales nos damos cuenta, como han declinado nuestros índices de integridad y de dignidad, como país, estado y ciudad.

A esta situación, tendríamos que añadirle la corrupción con la que parece que estamos ya suficientemente familiarizados, y que revienta en el valor público tan depreciado, manifestado en las obras mal construidas o inútiles, o en la lamentable falta de cumplimiento de los servicios públicos y/o programas sociales, que suelen afectar como de costumbre a los que menos tienen.

Y a estos elevados costos, tendríamos que anexar el impacto político, con el consabido desprestigio de sus instituciones y autoridades y la falta de credibilidad en ellas; que en el límite de la tolerancia, obliga la exacerbación del pueblo, fenómeno radical, que hoy nos está asfixiando tanto en Guerrero, como en el país.

Ya es tiempo que nuestro rumbo cambie. Es tiempo que hoy se aclare esta fatídica situación y se saque de la mente de muchas personas –con cultura o sin ella-, que el poder político es sinónimo de privilegio, para erradicar las lacras, como en este caso el ex gobernador, su hermano y sus familiares y allegados, para que sirva como ejemplo a los que vienen detrás, y se entienda una cosa es cometer errores políticos o de gestión, y otra muy diferente es robar, porque la realidad de estos graves costos derivados de la corrupción y la impunidad, sin duda alguna, siempre los absorbemos los mexicanos.

Pero a pesar de todo, hoy quiero despedirme con un pensamiento de Samuel Fielden que dice: “Yo creo que llegará un tiempo en que sobre las ruinas de la corrupción, se levantará la esplendorosa mañana del mundo emancipado, libre de todas las maldades, de todos los monstruosos anacronismos de nuestra época y de nuestras caducas instituciones. ¡Vale la pena reflexionarlo!    

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