“EL TRIÁNGULO DE LAS BERMUDAS”
Luz María Sánchez Rovirosa
“Ningún hombre conoce lo malo, hasta que no ha tratado
de esforzarse por ser bueno. Solo podrás conocer la fuerza del viento, tratando
de caminar contra él” Staples Lewis.
Inicio este artículo confiada en la Libertad de
Expresión, que incluye la libertad de palabra y de prensa, y que en nuestro
país toma forma en nuestra Carta Magna, la cual nos privilegia el poder
expresar con respeto, nuestros sentimientos e inquietudes; nuestros acuerdos y
desacuerdos.
Hago este breve preámbulo por precaución (aun cuando
como Don Filomeno Mata, ya tengo las maletas detrás de la puerta), ya que el
municipio y puerto de Acapulco, se encuentra sumido en una profunda crisis en
todo lo largo y ancho de su territorio y en estos momentos más, ya que estamos
a punto de ver la insólita retirada de Jesús Evodio Velázquez Aguirre, “supuestamente”
libre de culpa. Desorienta, enoja y lastima a los acapulqueños que no han sido filiales
a las malévolas acciones que acompañaron a este nefasto personaje, durante su infortunada
estancia en el Ayuntamiento, que lo dejen salir sin ninguna pena.
Efectivamente, hoy el pueblo de Acapulco tiene su
mente ocupada en la ya muy próxima salida de este nocivo elemento (Evodio) más
que nada, como la única opción de ser la posible solución a sus problemas; y ya
nos dimos cuenta que para y por ello están trabajando en su equipo de
transición; aun cuando otros muchos están durmiendo en sus laureles seducidos
por las mieles que seguirán saboreando, ausentes de este importante pero
demoniaco proceso.
Nos enteramos, porque por supuesto quisieron que nos
enteráramos (aun cuando reiteren “los ungidos” otra cosa), que Evodio Velázquez
Aguirre se reunió con los líderes de las diferentes secciones de los sindicatos
que aglutinan a los trabajadores del Ayuntamiento y de las paramunicipales como
son Capama y el DIF; para otorgar bases. No a quienes se lo tiene merecido,
sino a todos sus amigos, compadres, familiares y hasta la parentela de los “familiares
de los familiares”, con las “tarifas” de sueldos más altas, sin sentir pudor
alguno, por los compañeros que llevan tiempo y esfuerzo haciendo su línea en
las bancas de los mismos.
El alcalde y su esposa prácticamente basificaron a
toda la comitiva que instalaron en el DIF, con puestos de jefes de áreas para
arriba, igualmente a los elementos impuestos en un Ayuntamiento demasiado
saturado en nómina. Desde directores, esposas de los funcionarios con la
categoría más alta: “A”, especialmente en las secciones 19, 56 y 24.
Muchos son los nombres que retumban en este penoso
asunto que tienen carga genética; pero para dar unos ejemplos concretos están:
Alberto Ríos, Marco Antonio Martínez Zúñiga, Alejandra Valenzuela Martínez, Israel
Martínez Ríos (cuñado de Evodio); Susana Adriana Sotelo Camero (basificada
antes de cumplir un año trabajando), Janet Oseguera. Y casos como la esposa del
Dr. Eger Gerardo Gálvez Pineda (íntimo amigo y compinche de Evodio) la doctora
Elba Luz Osorio, a quien basificaron por la dirección de Salud, pero cobraba en
el DIF, en Salud y en el Seguro Popular, es decir en el “Triángulo de las
Bermudas”, donde se perdió todito el dinero que tenía que haber sido para el
bien común.
Otra pareja que obtuvo tal beneficio es la formada por
Martha Elisa de la Peña (DIF), y Román Salazar, director de Alumbrado Público,
quien ha sido señalado de ser especialista en “entregar” obras fantasmas, es
decir, que no existen. Así también a Sheila Merari Morales, quien “tomó” por
así decirlo, dinero de la caja de ahorros y de los donativos de Apadrina un
Niño en el DIF, amén de ser la prepotente esposa del hermano de Perla Edith
Martínez Ríos, es decir, cuñada de ella y concuña de Evodio.
Evodio Velázquez Aguirre, ha sido señalado de graves
actos de corrupción, en los cuales casi siempre estuvieron vinculados la
mayoría de sus siniestros allegados en un Ayuntamiento, en un municipio
desquebrajado y vencido, lleno de nepotismo, de tonterías, de basura en su más
alto nivel; de abusos financieros, pero principalmente de violencia y de
injusticia. Con una deuda de casi 700 mil millones de pesos, solo por concepto
de préstamos bancarios y participaciones adelantadas, más los adeudos de
liquidaciones a trabajadores, la falta de pago al ISSSPEG, ADEFAS, hasta llegar
hasta las mismísimas entrañas de CAPAMA, que como bomba de tiempo, no tarda en
explotar.
Tremendo Tsunami se divisa ya en el trágico panorama
de Acapulco, que heredará (me imagino) que con precaución y temor Adela Román
Ocampo, ante estas absurdas y cínicas faenas políticas que con rebuscados y malévolos
planes, el gobierno (¿?) de Evodio sembró
una situación de pánico, en un lugar pobre, saturado de
desposeídos y además guerrillero, es decir, un municipio enclavado en un estado
(Guerrero) conflictivo y con mucha
violencia que desafortunadamente ya de por si lo caracteriza.
Ojalá
a la nueva administración, no se les llene el corazón de soberbia, cuando desde
su “trono” quieran ser servidos y no servir, porque es muy importante que
entiendan, por qué el pueblo a pesar de todo el escarnio y sufrimiento, todavía
les cree. ¡Vale la pena reflexionarlo!
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