miércoles, 19 de diciembre de 2018

EN MODO NAVIDAD



EN MODO NAVIDAD

Luz María Sánchez Rovirosa


“Que en estas fiestas renazca el amor y la luz de la esperanza, y que la esperanza se transforme en maravillosa realidad”.
“La justicia es Divina, la injusticia somos nosotros”


Voy a dividir este artículo en dos partes, ya que es imposible dejar de lado las actividades cotidianas de México y en nuestro caso, del estado de Guerrero y del puerto de Acapulco; especialmente cuando el Secretario Estatal de Turismo Ernesto Rodríguez Escalona anunció, que se espera una afluencia de más de un millón de vacacionistas para esta época navideña y de fin de año.

La segunda parte (no menos importante), obviamente tiene por objetivo hacer una pequeña reflexión sobre estas fiestas religiosas, sociales y para mucha gente de un merecido descanso y esparcimiento.

Empezaré ante todo por mencionar lo difícil que se vislumbra el 2019, año totalmente de cambio político con las acertadas y/o graves consecuencias que se desprenderán del inicio de un nuevo gobierno nacional que se enfrentará, no solo a las serias dificultades políticas, económicas y sociales que tiene el país producto de anteriores administraciones fallidas, que por cierto hoy se minimizan; sino también luchará en un combate frontal con una ruda maniobra mediática y desinformación ideológica, vía los tradicionales “chayotes” y a las tenebrosas lenguas sin mordaza, pero con dinero, que están dando paso a una manipulación prostituida y tendenciosa para dominar la vida de los mexicanos; en la cual diariamente se destroza la dignidad, la propiedad pública y privada; donde el desaliento social lo provocan las mentiras pagadas de la incómoda oposición, que no ha sabido o no ha querido entender, cuál es su lugar el día de hoy.

Y en ese marco con especial definición política ¿Dónde les encaja a los opositores la miseria, la muerte, la pobreza, la carencia de lo indispensable para el medio sobrevivir cada día de un alto porcentaje de los habitantes de México, de Guerrero y de Acapulco, siempre en los últimos lugares de progreso y del respeto a los Derechos Humanos o dicho de otra manera: qué se considera en estos lares cómo una injusticia social de la que muchos de los viejos o nuevos políticos o funcionarios públicos no hablan: “matar o dejar morir”; sin que sea necesario utilizar las balas?

La clase en el poder (como gobierno o como oposición), trata de jugar con la psicología de las personas, con sus sentimientos, con sus emociones y decepciones, con el único fin de encauzar (a donde les conviene) cualquier signo de descontento; diluir y desviar la atención del impacto de cualquier violencia estructural, sin mencionar jamás en la miseria de su retórica, las consecuencias que persiguen con su egoísmo político.

¿Repugnancia, miedo, pánico, por lo que va a suceder, conociendo lo sucedido? Los actores políticos que danzan alrededor de este melancólico México actual, nunca desde que han estado en el poder, (hoy oposición), han hecho ningún esfuerzo por fingir respecto a sus intereses bien definidos, que no son obviamente por el bien común; e infortunadamente (algunos roedores del nuevo gobierno) no son la excepción; porque soy consciente de la situación, aun cuando es muy pronto, y por lo mismo imposible, poder dar una definición concreta.

Pasando al siguiente tema, brevemente comentaré que la Navidad aun cuando para muchas personas es un tiempo de fiestas y entusiasmo (justificado); significa primordialmente para otras, ese manto protector que envuelve al mundo durante estos días en que se recuerda el nacimiento de Jesús. 
La Navidad se celebra como cada familia lo acostumbre, es decir, su respetable tradición en esta temporada que abundan las sonrisas, los abrazos fraternos, los buenos deseos, la solidaridad, el ambiente de paz y tranquilidad, pero sobre todo el perdón y el amor. 
Y a pesar de que no hay una explicación científica para los cambios que experimentan las personas en estas fechas desde el punto de vista emocional y psicológico; pero asombrosamente el “Espíritu de la Navidad” es un estado de ánimo al que se llega, debido al intenso deseo de ser feliz, ante la inagotable esperanza que al dar inicio el “nuevo año”; siempre encontraremos algo mejor. ¡Vale la pena reflexionarlo! 
P.D. Con mis sinceros deseos de paz, amor, armonía; pero sobre todo salud, para todos ustedes y sus queridas y respetables familias. FELIZ NAVIDAD, Dios les bendiga. 

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