miércoles, 9 de enero de 2019

¿EL AYUNTAMIENTO EXTORSIONA AL PUEBLO?









¿EL AYUNTAMIENTO EXTORSIONA AL PUEBLO?


Luz María Sánchez Rovirosa


“El destino es aquel insólito, al que recurrimos cuando no queremos tomar responsabilidades” Nelson Damiàn Cabral.


Hoy empezaremos este artículo comentando una nota que se publicó en el periódico el día de hoy, sobre la “limpieza” (como si fueran basura), que está realizando la Dirección de Vía Pública en algunas partes del puerto de Acapulco.

La nota señala que dicha dependencia ha recuperado tres espacios que se encontraban “invadidos” por comerciantes informales.

Entre los espacios “recuperados” (¿para qué los recuperaron?) se encuentra el vapuleado Parque de la Reina “invadido” por (acaso) 10 vendedores de botellas de agua, refrescos, bebidas energizantes para quienes realizamos ejercicio en dicho lugar, paletas de agua para el mismo fin, y de algunas golosinas, frutas y juguetitos pequeños que no ocupan ni un metro de espacio para su demostración.

El secretario general del Ayuntamiento, Ernesto Manzano Rodríguez afirmó que, con estas acciones no se está violando la ley, ni tampoco se está atentando contra los derechos de los vendedores que han sido retirados; señaló que simplemente se está aplicando la normatividad con la finalidad de tener un ordenamiento del comercio informal y de la recuperación del espacio para el uso de la sociedad. Cosa que no tenía ningún problema, con los ambulantes dentro.

Ahora bien, me imagino que tanto el director de Vía Pública como el secretario general del Ayuntamiento, saben que en la normatividad de este rubro, los vendedores ambulantes, fijos y semifijos, pueden y deben obtener un permiso de manera provisional (temporal), que no exceda de un año, pagando lo justo (según sus ingresos) a las arcas del Ayuntamiento, mismos que podrán prorrogarse si se ha cumplido con los requisitos señalados en dicho permiso, y siempre y cuando las condiciones de vialidad y desarrollo de la Ciudad lo permitan en el momento.

Ahora bien, el desalojarlos de esa manera, si les viola sus derechos, ya que el Ayuntamiento les debería dar opciones de reubicación para seguir trabajando y ganar honestamente su sustento.

De igual manera, me gustaría saber ¿si la alcaldesa Adela Román Ocampo y el mismo secretario Ernesto Manzano Saldaña están enterados que Vía Pública (José Luis Martínez de la O) les cobró por medio de un colaborador apellidado Mata, 300 pesos por permitirles vender a los ambulantes del Parque de la Reina el 31 de diciembre, dándoles a cambio un recibo simple, pero con el sello del Ayuntamiento?

Esto claramente se llama extorsión, ya que esta es un delito consistente en obligar a una persona, por medio de la utilización, de violencia o intimidación, a realizar u omitir un acto o un negocio jurídico con ánimo de lucro y con la intención de producir un perjuicio de carácter patrimonial. Además la extorsión es un delito de carácter “pluriofensivo”, es decir, se ataca a varios bienes jurídicos: propiedad, integridad física y libertad.

Aterrada ante una hostilidad y una “ojeriza” desmesurada del director de Vía Pública José Luis Martínez de la O y de su eterno protector el regidor Ilich Lozano Herrera, bien escudados, cumplieron con sus amenazas de quitar a los ambulantes del Parque de la Reina, personas vulnerables que no perjudican ni al lugar ni a la gente que hace uso de ese espacio público y que además no están protegidos por la maña, y esa es una de las razones por la cual les encajaron las uñas sin piedad, para pararse el cuello; sin querer ver que el problema grave de ese lugar, es que no cuenta con servicios sanitarios.
Pero aquí lo importante, es la forma tan perversa de actuar, con prepotencia y lujo de autoritarismo, ya que ayer le decomisaron a uno de los vendedores una mochilita infantil con 4 o 6 botellas de agua. Es para Ripley, si tomamos en cuenta, el verdadero problema del comercio informal. Pero a ese, al que tiene secuestrada, viraliza y ensucia la ciudad, le tienen miedo o (tal vez) se benefician económicamente con ellos.

Cualquier cosa es creíble, en esta “clase política” que no hay manera de cambiar. El Sr. Martínez de la O; presidía en la administración de Evodio Velázquez Aguirre, la Dirección de Fortalecimiento Municipal, una instancia que se sacaron de la manga y prácticamente fantasma, para triangular con SEDESOL los recursos federales en los ramos de la construcción y programas sociales, que se dedicaba a cambiar materiales por votos.

José Luis Martínez de la O, una persona que sin moral se basificó por sus pistolas con el nivel “A” en la Sección 56, el más alto en sueldos, que a otros colaboradores les cuesta años de trabajo y esfuerzo obtener. Y que al final se desistió ante la enérgica encrucijada que le puso la alcaldesa Adela Román, o base o trabajo. Y aquí se quedó sin base, pero para perjudicar al puerto.

Así que aquí parados ante la cruda realidad y la impericia de aprendices que no aprenden, pero que tienen una desmedida ambición con su buena dosis psicótica, estamos esperando las consecuencias de estas insólitas acciones que tanto anuncian de la “limpieza del comercio informal picudo”, es decir, el que sí perjudica. ¡Vale la pena reflexionarlo! 

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