ROSARIO TENÍA HAMBRE
Luz María Sánchez Rovirosa
“El
Gobierno mexicano usa “Empresas fantasmas” para desviar recursos millonarios”
Animal Político.
Sendos
escándalos de tremenda corrupción mentiras y medias verdades nos revolotean por
todo nuestro territorio geográfico. Con la violencia exacerbada, el crimen
organizado enraizado por todos los rincones del país haciéndose notar cada día
más como los dueños de México y, hasta este momento con una impunidad fuera de
la realidad, nos llevan voltear hacia el abuso de poder, conductas delictivas e
ilegales y faltas administrativas de altos funcionarios, a lo largo de la
gestión de Enrique Peña Nieto.
Los
que dicen que no hay que pensar en el pasado, seriamente deben reflexionar. La
Fiscalía General de la República, repasando el pretérito, tiene hoy a Rosario
Robles Berlanga (con mucha incursión en la función pública en su haber, y con
mucha hambre), detenida (preventivamente) en el Penal Femenil de Santa Martha
Acatitla señalada como presunta responsable de tremendos desvíos destinados a
combatir la pobreza y el hambre en su paso por la Secretaría de desarrollo
Social (Sedesol) y en la Secretaría de desarrollo Agrario, Territorial y Urbano
(Sedatu) en la pasada administración.
Así
que para que “este chile sí nos embone”, nos vamos a “los años maravillosos”
del gobierno de Peña Nieto, y en 2013, por el mes de abril, se llevaba a cabo
un rimbombante acto (publicitario) del inicio de la llamada Cruzada por el
Hambre en una Comunidad Indígena de Chiapas; y que tenía en su cúspide a
Rosario Robles Berlanga, hoy el frágil eslabón de la cadena de dicha gestión
presidencial.
Pero a
pesar del “supuesto” contenido de desarrollo humano y bien común del programa
presentado para personas totalmente vulnerables; sucedió que allí mismo y
frente al mismísimo presidente de la república de extracto tricolor y a quien
todavía se le adoraba, le llovieron las críticas a la susodicha, por su
retorcida retórica sobre algo que ya olía a corrupción.
Así
que “el encantador bombón”, quién acompañaba en el presídium a la hoy nueva
habitante de Santa Martha; uno y otro con las caras de cínica satisfacción, le
soltó tremendo espaldarazo diciendo: “No te preocupes Rosario, que sigan
aquellos criticando las acciones, porque a otros les ocupa las elecciones, pero
a nosotros nos preocupa y nos compromete acabar con el hambre de México”. Pero
ese dinero nunca llegó al estómago de los mencionados.
¿A
dónde fue a para esa inmensa cantidad de dinero (entre otras)? No me voy a
entretener en escribir cifras que leemos, vemos y escuchamos por todas partes,
pero si me gustaría hacer hincapié que esos millones y millones de pesos que no
le quitaron el hambre a los necesitados; se hicieron invisibles por medio de
las llamadas empresas fantasmas, precisamente porque no existen, pero que
curiosamente los espectros que habitaban dentro de ellas, sí estaban allí.
Y así
podemos visualizar dentro de la lista negra a personajes bien conocidos que en
nauseabunda ensalada aportaron mucho del mal sabor de esta penosa situación,
como son obviamente Rosario Robles, Alfredo del Mazo (actual gobernador del
Estado de México), Emilio Lozoya entre otros muchos porque este desmesurado
asunto salpica a Enrique Peña Nieto y hasta el mismísimo Felipe Calderón.
¿Qué
es lo que hemos logrado con estos agravios? ¿Logramos perder nuestra capacidad
de reflexionar para aceptar lo discordante, lo que nos lleva a jactarnos en lo
personal para quedarnos parados ante un supuesto “desarrollo humano” de lo
anterior, hasta llegar a la deshumanización, es decir, para borrar lo poco
humano que nos queda hoy? ¡Vale la pena reflexionarlo!
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