LA
DEUDA Y SU CONFLICTO
Luz María Sánchez
Rovirosa
“Poner orden empieza por
sancionar a quien incurrió en el desorden….y en el caso de Acapulco, el
desorden llegó hasta el buró de crédito….¿Se necesita algo más para actuar con
justicia?” Lmsarovi.
Luis Videgaray titular de
Hacienda, señala que el gobierno federal no rescatará las finanzas de ningún
estado o municipio, aunque se hayan declarado en quiebra, pues sus
administraciones deben ser capaces de recaudar más ingresos tributarios,
ajustes en sus gastos y ordenar sus finanzas.
Es lamentable dijo; escuchar
que en tres años el endeudamiento de municipios y estados se ha triplicado, y
que casos como el de Jalisco, estado al cual su “nota crediticia fue degradada
al nivel mínimo posible”, o en el caso que nos ocupará en este artículo, el
municipio de Acapulco entró al buró de crédito, es algo que desde que se
califica la deuda, nunca había pasado, lo que es un indicador más de que se
tiene que poner orden.
La sentencia está echada,
por más que Luis Walton (que ya no ve lo duro sino lo tupido), se tape los
oídos y esconda la cabeza como el avestruz y se empecine en que el gobierno
federal tiene que rescatar a Acapulco con el argumento que es parte del país. ¿Y
los demás estados y municipios quebrados a dónde pertenecen?
Me pregunto ¿Por qué razón
tendría que hacerlo el gobierno federal y no su administración? ¿Acaso el
municipio de Acapulco no es libre? (Art. 115 Constitucional) Si no se siente
capaz y no tiene un equipo capaz, ya que ni siquiera ha nombrado un titular en
Catastro, pues que renuncie. -Para luego es tarde-.
Y si no va a renunciar pues
que deje de quejarse y se ponga a buscar alternativas viables, por ejemplo que
rescate el padrón de contribuyentes, que aplique sanciones a los morosos, que
reestructure la deuda, que disminuya la nómina, que baje los sueldos a
funcionarios y regidores y que no les de gasto para gestoría social (¿?); que
le apueste al turismo extranjero y al nacional no sólo de temporada, o que vaya
a visitar a Carlos Slim, algo se le tiene que ocurrir, para allegarse de dinero
y salir adelante; y porque para ello rescató de las cenizas del aberrante
gobierno de Zeferino, al eminente Carlos Álvarez Reyes, quien parece perdió su brújula,
ya que reitero, él fue corresponsable de esta desgracia financiera, porque con
su participación en el Congreso (presidiendo la comisión de cuenta pública),
estos desorbitados préstamos (uno tras otro) fueron aprobados y puestos
directito en manos de Manuel Añorve Baños (y de José Luis Ávila); y de allí
solo Dios sabrá.
Y justo aquí es a donde
quiero llegar. Desde hace varios días, somos testigos del reinicio de una
“pugna” entre el diputado federal (plurinominal) Manuel Añorve Baños y el
diputado local José Rubén Figueroa Smutny, la cual cada día se magnifica
obviamente con las intervenciones de los diferentes “actores” políticos que ya
han tomado partido y que como en el juego de la infancia “a la víbora de la
mar”: ¿Con melón o con sandía?
Ignoro si entre ellos (Añorve-Figueroa)
haya problemas de tipo personal, que eso por ley es independiente del quehacer
público, porque es privado, aquí el punto central es la contrariedad y la
preocupación del quebranto financiero del municipio de Acapulco, el cual (sin
pudor alguno) el bando priísta a favor de Añorve está tratando de diluir en
aras de la “supuesta” afectación al partido (PRI) y está desenfocando el
problema de su centro, así como a los principales afectados que no son los
afiliados al PRI, es el pueblo de Acapulco y eso que quede claro.
Lo que está sucediendo en
Acapulco es muy grave, delicado y de difícil solución. El desastre financiero
se cometió ante los ojos de cualquier autoridad pública y de la iniciativa
privada (Banca) corresponsable del desfalco por prestar sin precaución. Insisto
¿Dónde estaban los diputados del Congreso de entonces (incluyendo a Carlos
Álvarez, hoy flamante secretario de Planeación y Presupuesto de este municipio quebrado) que aprobaron sin ningún
empacho los cuantiosos préstamos uno tras otro? ¿Dónde estaban los ojos de la
dependencia fiscalizadora, que el ratón les pasó por enfrente y encima le
dieron su ratonera? ¿Dónde estaba y está la Contraloría Municipal, la AGE y
demás instancias que vigilan la salud de las finanzas locales? ¿La Banca le
prestó al municipio con garantía de las Participaciones Federales, que ramos
comprometieron? ¡Qué miedo!
Pero lo extremo es: ¿Cuál y
por qué es la molestia del bando priísta añorvista por pedir que se ajusten
cuentas que claramente no están claras?
En este caso el diputado
local Rubén Figueroa Smutny no está incurriendo en ningún ilícito (al
contrario), quizá (o más bien) es protagónico, junior, nene, bipolar y demás;
pero definitivamente no está denostando al partido en cuestión. Como diputado y
desde ese espacio de representación popular y legislación, está alzando la voz
para denunciar algo muy grave que nos afecta a todos los ciudadanos del puerto,
no sólo a los militantes del PRI.
Para terminar, es lamentable
que el pleito esté permeando hasta las familias (desagradable costumbre de la
política en Guerrero) y eso no está bien; amén que los dimes y diretes están
extralimitándose -tipo verduleras-, para entretener al pueblo mientras se lo
friegan.
En este dramático caso
(aclaro que el PRI me cae muy mal), Rubén Figueroa Smutny pésele a quien le
pese (incluso a la llorona), y sea por lo que sea, está en lo correcto. En
estos momentos al diputado local no le asiste el partido (PRI), le asiste la
razón. ¡Vale la pena reflexionarlo!
lmsarovi@hotmail.com
El ESTADO de NAYARIT enfrenta el ABISMO FISCAL. El municipio de BAHÍA DE BANDERAS, la ex-joya de la Corona Nayarita: ¡QUEBRADO! El gobierno federal niega su rescate: http://rivieranayaritone.blogspot.mx/2013/01/el-gobierno-de-nayarit-bailando-en-la.html
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