PROPÓSITOS
Y DESEOS
Luz María Sánchez
Rovirosa
“Cuando el que habla es el
amor, no se necesitan palabras”
Con un torbellino de
acontecimientos termina un año (no exento de violencia) y da inicio uno nuevo.
¿Nuevo en qué? La novedad es el cambio de número tras los 366 (año bisiesto)
días recorridos del 2012. Tiempo que tarda la tierra en dar la vuelta al sol (Movimiento
de Traslación) ¿Pero el acontecer de nuestras vidas, pone fin a los anteriores sucesos
en el paso del último minuto del viejo y el primero del nuevo año?
Festejando, reflexionando y
después de hacer (como de costumbre) una serie de propósitos y prodigarnos unos
a otros un sinfín de buenos deseos para este recién inaugurado año (que siempre
son muy bien recibidos y recíprocos), leí con mucho interés y curiosidad (por
supuesto), el mensaje de “año nuevo” al pueblo de México del presidente Enrique
Peña Nieto.
Sin ninguna novedad
(aparente), entre los muchos buenos “deseos” que “promulgó”, el principal que
resalta, es que este año sea de plena salud para “todos” los mexicanos; porque
señala “que la salud es la condición fundamental para poder alcanzar cualquier
otro propósito”.
Efectivamente la salud es
primordial, pero ¿Qué va a hacer el presidente para prodigar a “todos” los
mexicanos los servicios de atención médica, para que la gente hasta de los más
recónditos lugares del país tenga acceso a ellos? ¿Cómo le va a hacer para que
los gobernadores y alcaldes cumplan sus cometidos (en este y otros rubros), no
sólo con sus intereses personales y sus partidos, sino con el pueblo de México?
¿Cómo le va a hacer para que los mismos servicios y seguros de salud que tienen
los legisladores, permeen (de igual forma) para “todos” sus gobernados?
¿Cómo hará (por ejemplo) para
disuadir al gobernador de Guerrero Ángel Aguirre Rivero, para que ya no preste
o rente su “flota” de helicópteros como “Taxis VIP” para transportar políticos
y hasta jerarcas religiosos, y les dé el uso para lo que fueron adquiridos:
para transportar enfermos de las zonas alejadas e indígenas, y la gente ya no
se muera abandonada sin atención médica?
Continúa en su mensaje
deseando “que en nuestros hogares reine la prosperidad, la felicidad y el
entusiasmo que necesitamos para mover a México, y que con un
compromiso ferviente, entre todos podamos construir un México mejor”. Añade
Peña Nieto; que considera que la llegada del 2013 en el calendario representa
una oportunidad de cambio para el país, donde a los mexicanos nos toca ser
actores protagonistas.
“Aquí está la verdadera
ventana de oportunidad. Hoy nos corresponde a nosotros ser actores protagónicos
de la transformación profunda y acelerada que México espera y que México
necesita. Sí es posible y nada debe detenernos”. Por supuesto que nada los
detendrá a ellos (gobierno), seremos (gobernados) los actores protagonistas de
los impuestos, tributos, contribuciones, etc., que será lo que haga prosperar
al gobierno, desafortunadamente no al país.
El mensaje señala que el inicio
de un nuevo año, es una buena oportunidad para asumir compromisos personales, pero
también para tomar conciencia de la influencia que éstos tienen sobre la vida
comunitaria; continúa diciendo que “lo que hacemos o dejemos de hacer, tiene un
impacto en nuestra Nación, y en esa actitud y disposición, es donde radica lo
que realmente podemos hacer para tener un mejor país”.
Aquí aplica otra curiosa
pregunta ¿Qué compromisos personales podrán tomar los que menos tienen, los
marginados, los invisibles, los que ni siquiera tienen grandes expectativas de
sobrevivir como para influir sobre la vida comunitaria de México? ¿Qué actitud
de disposición y de entusiasmo podrán tener para apoyar a construir un mejor
país, si ni siquiera tienen dinero, educación, salud, ni que comer?
Otro de los deseos del equipo (staff)
del presidente Peña Nieto, es que los mexicanos valoren y aprovechen todo su
talento (¿?). Talento en México hay; mucha gente que lo tiene lo sabe. Pero
¿cuántos otros lo tienen y ni siquiera saben lo que significa talento? ¿Cuántos
mexicanos sobresalen teniendo el beneficio de mostrar al país y al mundo sus
talentos, y cuántos millones que teniéndolos se quedan sin oportunidades de
hacerlo?
El presidente lanzó sus deseos
para “todos” los mexicanos, para que en cada hogar reine la prosperidad; pero
¿cuántas personas existen en México que no tienen hogar, y si lo tienen en
cuántos de ellos hay posibilidad de que llegue la prosperidad? Qué pena.
Estos son deseos
inalcanzables, lejos, muy lejos de la realidad de nuestro atribulado país. Este
texto optimista, simplemente es un mensaje como tantos otros: -llana y pura
demagogia-, lleno de prosperidad sí, pero para un gobierno que (para empezar) recibió
11 millones de dólares para su transición. ¡Vale la pena reflexionarlo!
P.D. Bienvenido el 2013. “Y
les deseo cosas buenas simples, de esas que tanto hacen falta cuando no se
tienen”.
lmsarovi@hotmail.com
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