“DALAIIIIIII….”
Luz María Sánchez
Rovirosa
Tenzin Gyatzo Dalai Lama
líder espiritual y político del Tibet, nació el 6 de julio de 1935 en el
poblado de Takster en el noroeste del Tibet, en el seno de una familia de
campesinos. Con dos años de edad fue reconocido como la reencarnación de su
predecesor.
Los Dalai Lamas, son la
manifestación del –Buda de la Compasión- quien escogió nacer para servir a la
humanidad. Dalai Lama significa –Océano de Sabiduría- y los tibetanos por lo
general, se refieren a SS como Yeshe Norbu -la gema que concede todos los
deseos-, o simplemente lo llaman Kundun –la presencia-
Al fallecer el Dalai Lama XIII
en 1935, el gobierno tibetano debía encontrar al niño en quien el Buda de la
compasión habría de encarnar, y ayudados por los signos y muchas pruebas
realizadas, fue entronizado convirtiéndose en Dalai Lama XIV.
En 1950, cuando tenía 16
años tuvo que asumir el pleno del poder político cuando China invadió el Tibet.
El 10 de marzo de 1959 estalló el levantamiento –nacional tibetano-, que se
había manifestado como expresión popular, para defender la independencia histórica
del Tibet.
Pocos días después, Dalai
Lama se refugió en la India donde le brindaron asilo político, y fue seguido
hacia el exilio por más de 100 mil refugiados tibetanos. Desde 1960 ha residido
en Dharamala, una pequeña ciudad en el norte de India, conocida popularmente
como –pequeña Lhasa-.
Dalai Lama entre 1987-1988,
propuso un Plan de Paz que contenía 5 puntos, el cual estabilizaría toda la
región asiática, mismo que recibió innumerables elogios de hombres de Estado y
de cuerpos legislativos a lo largo y ancho de todo el mundo, pero que los
chinos no aceptaron.
Dalai Lama dice que la
censura, es la fuente del problema entre el Tibet y China, considerado por el
pueblo de Pekín como un peligroso delincuente que pretende separar la tierra, por
demandar autonomía para el Tibet.; sin embargo y a pesar del mal prestigio que
le endilgaron los chinos, Dalai Lama fue ganador del Premio Nobel de La Paz en
1989. (Extractos de Biografías.com)
Sale a colación un breve
relato de la interesante y misteriosa historia tibetana, porque en un par de
días el Dalai Lama llegará por cuarta ocasión a México, para fomentar junto con
la iglesia católica, los valores humanos fundamentales (que el catolicismo
tanto necesita), y también en busca de la paz mundial.
Durante una rueda de prensa
en la Conferencia del Episcopado Mexicano, Marco Antonio Karam presidente de la
Fundación Casa Tibet en México, explicó que el líder religioso budista ofrecerá
una serie de conferencias en diversas universidades privadas en la capital, que
incluye un encuentro masivo con más de 15 mil personas.
Karam (coincidencia de
apellido), consideró la posibilidad de que el líder tibetano, pudiera ser
recibido por el presidente Enrique Peña Nieto sólo como líder religioso, pero reconociendo
que existe mucha presión del gobierno Chino para evitar ese encuentro, aun
existiendo buena relación diplomática entre México y el Dalai Lama.
El Dalai Lama
(independientemente del problema territorial y de credo con China), es
considerado como uno de los líderes religiosos más respetables en el mundo, que
representa a una de las más antiguas y venerables expresiones espirituales del
oriente.
Ante la fuerza de la
conveniencia y la intimidación, la política y la diplomacia (¿?) de México,
decidieron que el presidente Enrique Peña Nieto y su gobierno, evitara
cualquier contacto con el líder tibetano, para evitar un nuevo roce que pueda
dañar la -relación bilateral- (Dragon-Mart) entre México y China, que ya tuvo
serios problemas, cuando fue recibido en 2011 por Felipe Calderón, provocando
que se paralizara un acuerdo para la exportación de carne de cerdo; pero que
hoy en día, las naciones han retomado con cordialidad y han iniciado una nueva
etapa.
¿Cómo entender la política,
la diplomacia y la democracia global? Éstas en su esencia más nítida, son el
medio que tiene el mundo entero para lograr la paz a través del respeto y del bien
común internacional, y es justo allí, donde comienza su nobleza, que debería
ser insuperable.
Pero querer entenderlas así
(aunque no debería ser), es una utopía y un grave error, ya que estas ciencias y
virtudes, en todas las actividades que tocan los intereses y ambiciones más
profundas y sensibles del hombre, pueden desvirtuarse; aún más, pueden
degradarse hasta convertirse en la misma negación de las entrañas de su propia
naturaleza y de su razón de ser. ¡Vale la pena reflexionarlo!
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