domingo, 27 de octubre de 2013

EL ESPIONAJE Y PEMEX




 
EL ESPIONAJE Y PEMEX

Luz María Sánchez Rovirosa

“No basta saber cómo atacar a los demás con el fuego, es necesario saber cómo impedir que los demás te ataquen a ti”. Sun Tzu.

 

El espionaje no es un tema nuevo en México, éste ha jugado un papel sumamente importante aunque poco conocido en nuestro país, que hasta nuestros días se sigue dando, de afuera hacia adentro y viceversa.
 

El espionaje ha sido y es una parte asociada al ser humano desde el principio de nuestros tiempos, y va íntimamente ligado a los conflictos y las guerras. Su inicio y su fin es conocer al que pudiera ser el enemigo o el amigo, y su ventaja sobre nosotros, si es que la llegara a tener; o simplemente satisfacer una morbosa curiosidad por conocer sobre las vidas privadas.

Los gobiernos en turno de cualquier época en cualquier país de la tierra, han incursionado en el mundo del espionaje. Así vemos como durante el imperio azteca, los comerciantes informaban al emperador sobre los movimientos de los españoles en tiempos de la conquista. También en el movimiento de independencia, los ejércitos de Hidalgo y Morelos, usaban espías para desafiar las operaciones de la corona española.
 

La referencia más antigua que se conoce en el mundo sobre espionaje, es atribuida a Sun Tzu en su libro “El Arte de la Guerra”. Para Tzu “el arte de la guerra consistía, no en exterminar al rival en la lucha sino en vencerlo sin necesidad de recurrir a esta”.

 
Posteriormente, con la aparición del telégrafo en 1840, se entrará de lleno en una época, donde se conocieron y utilizaron nuevas formas y métodos de interceptación de la información.
 

Durante la Guerra civil americana ambos bandos (norte y sur), hicieron uso de las redes telegráficas civiles. Los mensajes eran transmitidos en código Morse, y los más sensibles eran transcritos. Los dos bandos trataron de intervenir los cables de sus enemigos.
 

Con la llegada del siglo XX y gracias a los avances tecnológicos y científicos, una nueva forma, métodos y técnicas de espionaje tomaron forma, y la información cada vez fue cobrando mayor importancia.
 

Aterrizando en nuestro país (hoy –supuestamente- muy molesto por el fisgoneo), en 1917 se produjo uno de los casos más famosos de espionaje de la Primera Guerra Mundial. Una serie de cables entre Alemania y México fueron interceptados. En ellos se ponía de manifiesto una oferta por parte de Alemania para establecer un tratado secreto, en el cual el país germano, proponía a México declarar la guerra a los EEUU a cambio de ayuda.
 

Pero ¿por qué quería Alemania ayudar a México? Esta historia poco contada (por la cuestión heroica del personaje), nos relata cuando Adolfo Hitler mandaba a sus hombres a México (a fisgonear), para allegarse a sus ricos yacimientos petrolíferos. Y ya por el mes de mayo de 1938, Alemania recibía importantes flujos de crudo provenientes de la República Mexicana. El entonces presidente Lázaro Cárdenas, le vendió petróleo a Hitler, a la Italia fascista de Mussolini y al Japón del emperador Hiroito, como una medida obligada, para proteger su decreto de expropiar el energético, a las empresas británicas, holandesas y estadounidenses.

Cuando el presidente Cárdenas ordenó la nacionalización de la industria petrolera, el 18 de marzo de 1938, cuentan que Gran Bretaña y Estados Unidos reaccionaron con  un boicot a México y exigieron a sus aliados que no le compraran crudo a la empresa recién creada por Lázaro Cárdenas, -Petróleos Mexicanos-. Adolfo Hitler y Benito Mussolini,  rechazaron tal petición, y gracias a ello se convirtieron en -los salvadores- de la paraestatal mexicana. El petróleo mexicano que recibía la Alemania nazi, era procesado en sus refinerías de Hamburgo, donde se producía el combustible que utilizaba su fuerza aérea Luftwaffe.

Y entrelazando la historia que se cuenta y la que casi no se cuenta, entre espionaje y guerra, nació la empresa Petróleos de México (PEMEX), con un clarísimo decreto que establecía, que la industria petrolera no podía ser adquirida, poseída o explotada por particulares y mucho menos por extranjeros. Y la historia que sí se cuenta dice que el gobierno de Lázaro Cárdenas, aprovechando la situación internacional –el mundo estaba en vísperas de la II Guerra Mundial-, encontró compradores en tres naciones importantes: Alemania, Italia y Japón, países con quienes México firmó contratos millonarios. Y entonces nos preguntamos ¿Cuándo negoció Cárdenas con Alemania, Italia y Japón, desde antes o hasta después?

Al final el triunfo fue para México, ya que a partir de 1940 PEMEX controlaría su propio destino. Y hoy ¿qué le deparará el destino? ¡Vale la pena reflexionarlo!

1 comentario:

  1. Qué interesante reseña de desconocidos y olvidados acuerdos secretos con países que fueron enemigos del mundo. Hubo un tiempo, entonces, que vendimos petróleo a los nazis y sus aliados. Ni hablar, así se presentaron las circunstancias, después México declaró la guerra a Alemania cuando ellos hundieron un buque nuestro. El espionaje, además de ser básico para concentrar información y mayor poder en cualquier momento de paz o guerra, es ahora también un deporte muy practicado en las redes sociales. Espiar vida y milagro de cuanta gente conocida o no, se nos aparece en fb, twitter, etc, es el pan nuestro de cada día.

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