EL RECUENTO DE LOS
DAÑOS
Luz María Sánchez Rovirosa
¿Qué es lo que origina las manifestaciones
de violencia, en este caso en el estado de Guerrero? Tal vez una simple visión
nos pueda revelar que es una reacción de proceso tardío hacia la indiferencia, hacia
la quietud e inercia cívica de una sociedad muy descuidada de la política, que aun
cuando sabe que corre peligro, en lugar de avanzar hacia una vida digna para
todos, opta (como única opción) irse derechito hacia la barbarie, en la cual inmersos
(activos y pasivos), ya no les importa ni el prójimo, ni mucho menos las leyes.
Sin embargo, estas
manifestaciones violentas, claramente nos señalan que existe un atorado clamor,
fruto de la decepción ante las enormes expectativas que surgen gobierno tras
gobierno, y los pobres resultados políticos, económicos y sociales hasta ahora
obtenidos.
El hartazgo de la
partidocracia, de los políticos oportunistas envueltos en escándalos de
corrupción, que repiten encargos administración tras administración (sin pudor
alguno), y del dispendio del dinero del pueblo en excesos de todo tipo; pero
sobre todo en las propuestas, proyectos y promesas que nunca se cumplen, y que
por el contrario, dejan a las personas sin oportunidades de tener una vida
decorosa.
Todo esto provoca
desconfianza, hastío y por supuesto intensa irritación (con justificada razón);
que dejan desafortunadamente, hechos en consecuencia son muy lamentables.
Sale a colación el
preocupante tema, porque al respecto Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de
Gobernación de México, señaló que la violencia que se ha vivido y se vive
actualmente en Guerrero, es el resultado de la falta de interés y acción por
parte de los pasados gobiernos, cuyos protagonistas fueron: Ángel Aguirre
Rivero y Rogelio Ortega Martínez (interino).
Manifestó que en Guerrero
los gobiernos federal y estatal han tomado una nueva dinámica de reforzamiento
de la seguridad, pues en los últimos meses la situación ha sido muy compleja (y
trágica); ya que estos gobernantes no tomaron la responsabilidad de formar
nuevos policías y capacitarlos, por lo cual no había controles de confianza.
El funcionario federal continuó con su “acusaciones”:
“Se lo dijimos a sus secretarios de Seguridad, que
tenían que formar sus propias instituciones, por lo que hoy son las consecuencias las que se están sufriendo en Guerrero;
pero más que lamento, lo que tenemos que hacer es tomar acciones” (sic).
Subrayó que “hoy hay un gobierno que está siendo atento y receptivo a nuestras
directrices y a las
que marca la sociedad en el tema de seguridad pública, y creemos que vamos a
poder trabajar mejor y reducir, como en Michoacán y en otros estados, la
violencia y los índices delictivos”.
Estas –increíbles y absurdas
declaraciones-, se dan después de que recientemente Guerrero vivió otra jornada
muy violenta, cuando un –grupo fuertemente armado- arribó a un palenque en el
municipio de Cuajinicuilapa, disparando “a boca de jarro” a la gente que allí
se encontraba, muriendo 11 personas, más otras cinco que resultaron heridas.
Además de que en el municipio de Chilapa, fueron –levantadas- seis personas;
que luego fueron encontradas muertas.
En estas desesperadas declaraciones
(sacadas de la manga), Osorio Chong, deja muy claro, que la responsabilidad, o
más bien la culpabilidad de la aterradora violencia en Guerrero, desde el caso
Ayotzinapa, recae en los dos ex gobernadores antes mencionados.
Pero la pregunta repiquetea
fuerte: ¿Qué ha hecho la federación al respecto, además de “hablar” con el
titular de seguridad, cuando la violencia desatada en este estado, ha puesto en
entredicho el gobierno y al mismísimo presidente Enrique Peña Nieto ante el
mundo?
¿Cómo es posible
responsabilice a estos dos ex gobernadores que por su falta de interés por la
seguridad del estado, esté a punto de explotar; y que al mismo tiempo gocen de
completa libertad e impunidad? Si Osorio Chong se muerde, se suicida.
Lamentable.
Para terminar (por hoy) y
pasando al “recuento de los daños” ¿Qué le deparará a nuestro hermoso pero
vapuleado Acapulco, con la “Lucha Libre” que se ha desatado entre el ex
presidente municipal Luis Walton Aburto y el alcalde Evodio Velázquez Aguirre,
por la mega deuda de 700 mdp; o la “pequeña” deuda de 79 mdp? ¿Quién es el Técnico
(¿?) y quién el Rudo? Por favor juzgue usted. ¡Vale la pena reflexionarlo!
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