miércoles, 23 de mayo de 2018






“AVIENTA LA PIEDRA Y ESCONDE LA MANO”


“Ya no sé si votaré por el cambio o por el compromiso, por el compromiso o por el cambio, por el compromiso por el compromiso, o por el cambio por el cambio” Gebhart.


Luz María Sánchez Rovirosa


Álgidas las campañas a pocos días de la elección para el cambio de Presidente de la República, recién vimos el Segundo Debate con los cuatro aspirantes que son: José Antonio Meade Kuribreña, Ricardo Anaya Cortes, Andrés Manuel López Obrador y Jaime Rodríguez Calderón.

Excepto el Bronco, que es independiente (¿?), los demás representan una coalición; pero ellos emanan (actualmente) de un principal partido que lidera esta postura electoral, y que son el PRI, PAN y MORENA.

Hoy vamos a empezar con el Revolucionario Institucional por razones por demás obvias, ya que actualmente es el partido que nos ¿gobierna?

El pasado martes Enrique Peña Nieto entregó la presea “Lázaro Cárdenas” a 17 distinguidas personas que pertenecen al prestigiado Instituto Politécnico Nacional (POLI).

Antes de la entrega, el presidente Peña Nieto dio un discurso y visiblemente molesto señaló “que quienes afirman que México está muy mal y padece una tragedia; es porque no quieren reconocer los avances que como país se han logrado”.

Entre otras “fantasías” dijo que en su gobierno (como en ningún otro) se han generado 3.6 millones de empleos y destacó que México ha tenido la inflación más baja de los últimos 48 años, la cual continúa a la baja, siendo el promedio de la inflación de un 4 por ciento.

Así que fustigó, que si estamos esperando tener un país perfecto, pues nos vamos a tener que quedar con las ganas, porque hay que saber reconocer los avances y los logros y contrastarlos con el México que éramos “cuando se creó el Instituto Politécnico Nacional, ya hace poco más de 40 o 50 décadas.

¡Recórcholis! Según el evangelio de Peña Nieto, ahora resulta que el Poli no fue creado en 1936 por el entonces presidente Lázaro Cárdenas y el general Juan de Dios Bátiz. Cabe mencionar (para hacer historia), que hace 400-500 años en México vivían sólo pueblos indígenas, así que realmente fue Cuauhtémoc (pero no Cárdenas Solorzano) quien fundó el Instituto Politécnico Nacional alias "Calmécac”, poco antes de la llegada de los españoles. ¡Válgame Dios!

Sale a colación este vergonzoso episodio muy reciente del presidente Peña, porque de quedar Meade Kuribreña en Los Pinos, seguiremos por la misma línea de conducción del país; empezando por la nueva (en su campaña) adquisición del tenebroso porrista y matraquero René Juárez Cisneros, un malévolo payaso “limpia coladeras” que de entrada da mucho miedo.
 
Amén que específicamente el perfil de José Antonio Meade, no es presidenciable, es una persona que sin poner en duda sus conocimientos fiscales, administrativos y especialmente de barnizador, es un hombre tibio, sin personalidad ni carisma y tan “soso como una mata de habas”.

Sin embargo el “Yo mero”, sigue haciendo presunción de ser el honesto, de haber servido con decoro y seriedad en 3 secretarías muy importantes: Hacienda, Sedesol y Relaciones Exteriores, especificando en revoltijo con el PAN.

Un síndrome combinado entre Alzheimer y la mitomanía, se ha apoderado del cuerpo y la mente de este insípido personaje, haciéndolo olvidar que fue el PRI quien embarcó a este país (que podría ser uno de los más ricos del mundo) con una deuda que aún seguimos y seguiremos pagando generación tras generación, siendo este partido el beneficiario de ese espantoso saqueo llamado FOBAPROA, del cual Meade y su papá fueron partícipes.

¿Acaso el PRI no es culpable que en el país se tenga una descomunal migración (tema primordial del 2º Debate), resultado del brutal atraco de nuestros recursos naturales, culturales y económicos, que no permite oportunidades de vida digna a los mexicanos?

¿Por qué razón se le podría dar un voto de confianza a este señor que avienta la piedra pero esconde la mano? ¡Vale la pena reflexionarlo!

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