“AVIENTA LA PIEDRA Y ESCONDE LA
MANO”
“Ya no sé si votaré por el cambio o por
el compromiso, por el compromiso o por el cambio, por el compromiso por el
compromiso, o por el cambio por el cambio” Gebhart.
Luz María Sánchez Rovirosa
Álgidas las campañas a pocos días
de la elección para el cambio de Presidente de la República, recién vimos el
Segundo Debate con los cuatro aspirantes que son: José Antonio Meade Kuribreña,
Ricardo Anaya Cortes, Andrés Manuel López Obrador y Jaime Rodríguez Calderón.
Excepto el Bronco, que es
independiente (¿?), los demás representan una coalición; pero ellos emanan (actualmente)
de un principal partido que lidera esta postura electoral, y que son el PRI,
PAN y MORENA.
Hoy vamos a empezar con el Revolucionario
Institucional por razones por demás obvias, ya que actualmente es el partido
que nos ¿gobierna?
El pasado martes Enrique Peña
Nieto entregó la presea “Lázaro Cárdenas” a 17 distinguidas personas que
pertenecen al prestigiado Instituto Politécnico Nacional (POLI).
Antes de la entrega, el
presidente Peña Nieto dio un discurso y visiblemente molesto señaló “que
quienes afirman que México está muy mal y padece una tragedia; es porque no
quieren reconocer los avances que como país se han logrado”.
Entre otras “fantasías” dijo que
en su gobierno (como en ningún otro) se han generado 3.6 millones de empleos y
destacó que México ha tenido la inflación más baja de los últimos 48 años, la
cual continúa a la baja, siendo el promedio de la inflación de un 4 por ciento.
Así que fustigó, que si estamos
esperando tener un país perfecto, pues nos vamos a tener que quedar con las
ganas, porque hay que saber reconocer los avances y los logros y contrastarlos
con el México que éramos “cuando se creó el Instituto Politécnico Nacional, ya
hace poco más de 40 o 50 décadas.
¡Recórcholis! Según el evangelio
de Peña Nieto, ahora resulta que el Poli no fue creado en 1936 por el entonces
presidente Lázaro Cárdenas y el general Juan de Dios Bátiz. Cabe mencionar (para
hacer historia), que hace 400-500 años en México vivían sólo pueblos indígenas,
así que realmente fue Cuauhtémoc (pero no Cárdenas Solorzano) quien fundó el
Instituto Politécnico Nacional alias "Calmécac”, poco antes de la llegada
de los españoles. ¡Válgame Dios!
Sale a colación este vergonzoso
episodio muy reciente del presidente Peña, porque de quedar Meade Kuribreña en
Los Pinos, seguiremos por la misma línea de conducción del país; empezando por
la nueva (en su campaña) adquisición del tenebroso porrista y matraquero René
Juárez Cisneros, un malévolo payaso “limpia coladeras” que de entrada da mucho
miedo.
Amén que específicamente el
perfil de José Antonio Meade, no es presidenciable, es una persona que sin
poner en duda sus conocimientos fiscales, administrativos y especialmente de
barnizador, es un hombre tibio, sin personalidad ni carisma y tan “soso como
una mata de habas”.
Sin embargo el “Yo mero”, sigue
haciendo presunción de ser el honesto, de haber servido con decoro y seriedad
en 3 secretarías muy importantes: Hacienda, Sedesol y Relaciones Exteriores,
especificando en revoltijo con el PAN.
Un síndrome combinado entre
Alzheimer y la mitomanía, se ha apoderado del cuerpo y la mente de este
insípido personaje, haciéndolo olvidar que fue el PRI quien embarcó a este país
(que podría ser uno de los más ricos del mundo) con una deuda que aún seguimos y
seguiremos pagando generación tras generación, siendo este partido el
beneficiario de ese espantoso saqueo llamado FOBAPROA, del cual Meade y su papá
fueron partícipes.
¿Acaso el PRI no es culpable que
en el país se tenga una descomunal migración (tema primordial del 2º Debate),
resultado del brutal atraco de nuestros recursos naturales, culturales y
económicos, que no permite oportunidades de vida digna a los mexicanos?
¿Por qué razón se le podría dar
un voto de confianza a este señor que avienta la piedra pero esconde la mano?
¡Vale la pena reflexionarlo!
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