viernes, 21 de septiembre de 2012

TRANSPARENCIA Y FINANZAS




TRANSPARENCIA Y FINANZAS

Luz María Sánchez Rovirosa

“El sabio no dice lo que sabe, y el necio no sabe lo que dice”

Hoy quiero empezar, con una breve -“retrospectiva histórica” del estado de Guerrero-, sobre los “recientes” festejos del Grito del inicio de la Independencia en Chilpancingo.

Para empezar, la llegada al festejo del gobernador y compañía, estuvo custodiada por un aparatoso dispositivo de mil 100 policías (federal, estatal y municipal), amén de una intensiva revisión de todo tipo de bolsas, morrales y mochilas de los asistentes a la plaza Primer Congreso de Anáhuac  en el Zócalo capitalino. “El miedo no anda en burro, Ängel Aguirre sí”.

Y como si fuera broma (por supuesto de mal gusto), de repente se apareció (no en burro, más bien ¿En Llama?) y en el mismísimo balcón de “honor”, la conductora (peruana) de un grotesco show de Televisa  Laura Bozzo, quien en su país fue acusada de fraude y corrupción, amén de ser operadora pública del represivo régimen de Alberto Fujimori. Linda elección de Ángel Aguirre, para amenizar (a la Ebrard) la “populista” fiesta.

Además de los vivas en la voz del gobernador recordando a los héroes de la patria y del Himno Nacional, se escucharon otros vítores y gritos de “Laura, Laura”; que cualquier gente pensante y decente, hubiéramos imaginado que serían para la distinguida primera dama del estado Laura del Rocío, pero ¡oh! sorpresa, no iban entonados para ella, sino destinados a la vividora conductora del “canal de las estrellas”, que no se entiende por qué diablos el gobernador la metió allí. Mis respetos a la señora Laura del Rocío, una excelente, prudente y sencilla mujer. ¡Lástima de gobernador!

Pasando a otro tema, una parte importante de nuestras vidas, gira alrededor del aspecto político, casi siempre estamos sumergidos en campañas para “elegir” al presidente de la República, a los gobernadores, alcaldes, diputados federales y locales, senadores, etcétera. Pero por una u otra “campaña” para una u otra “elección”, un fuerte porcentaje de los recursos económicos que son designados para obras de apoyo social y desarrollo, es decir para el pueblo, no llegan a su destino

Para alcanzar una “madurez” política, los mexicanos, debemos poner mucho cuidado en el significado de la palabra democracia; esto es importante, porque al elegir, debemos de tener cuidado en las propuestas (incluyendo las del equipo colaborador), de cada uno de los hombres que se pelean el destino de nuestras vidas.

La democracia debe pensarse en un sentido amplio, es decir más allá del voto y de todas las argucias electorales. El artículo 3º de la Constitución Mexicana, considera a la democracia no solamente como una estructura jurídica y un régimen político, sino como un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo, (Fracción II, a), y supone la igualdad de oportunidades para todos e involucra cuestiones fundamentales en la vida de un ser humano, como son: empleo, vivienda, educación y alimentación.

Por ello he estado al pendiente de los “nombramientos sorpresas”, que Luis Walton tenía muy bien guardados en su bolsillo (por la sencilla razón de ser un hombre indudablemente inteligente), y hasta este período de transición sacó los perfiles de lo que ya se adivinaba como su gabinete.

Hace algunos ayeres, al instalar junto con el entonces gobernador René Juárez Cisneros (hoy fragante senador) la Comisión Ejecutiva del Proceso de Entrega-Recepción de la Administración Pública Estatal, el gobernador electo Zeferino Torreblanca Galindo, sostuvo que no tenía el más mínimo interés de hacer cambios que trastocaran la vida civilizada en el estado. Y en aquel momento adelantó que su gobierno, no traería podadoras ni machetes para cortar cabezas; y categóricamente aseveró también, que su gobierno contaría con una Ley de Transparencia y Acceso a la información. Cosa que desafortunadamente no sucedió.

En el Diccionario de la Lengua de la Real Academia Española dice que la definición de transparente es: claro, evidente, que se comprende sin duda ni ambigüedad.

Si mal no recuerdo, fue por el año de 1995, que el presidente Ernesto Zedillo destacó la propuesta de crear la organización de Auditoría General de la Nación, dependiente del Poder Legislativo, para que fiscalizara y supervisara el ejercicio del gasto público en México.

Si mi memoria no me falla, Zedillo, pensó que con esta propuesta (que hasta el día de hoy está vigente, por lo menos aquí en el estado de Guerrero), se podría supervisar y controlar el uso y la transparencia del gasto público; ya que por supuesto es una condición necesaria para mejorar la calidad y la orientación de las políticas públicas y para reducir la “discrecionalidad” , el “patronazgo” y la corrupción en la asignación de los recursos financieros, para vigilar que las acciones del gobierno respondan a los intereses de la mayoría; y para que de esa manera, se pudiera limitar el daño que un gobernante y sus colaboradores ineptos o corruptos pudieran causar a la sociedad.

Por eso insisto, me llama la atención que Luis Walton le esté soltando las riendas del dinero público (en grave crisis) a los fallidos colaboradores de finanzas del engendro de Zeferino. Con la pena, ya vamos empezando por mal camino. ¡Vale la pena reflexionarlo!

P.D. Son 47 millones los que se le adelantaran vía Participaciones Federales al Ayuntamiento de Acapulco, para cubrir el adeudo en nómina de la quincena pasada y pagar completa la del próximo 30 de septiembre. ¿Para qué quería Escobar 153 millones extra?

Sostiene José Luis Ávila que la deuda que le dejan a esta “nueva” administración es de 423 millones de pesos. Si Walton y su “excelente” equipo de asesores en finanzas, no saben contar, somos muchos que sí. 


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